Tú Me Hipnotizas - #NaruHina #SasuSaku #ShikaTema #NejiTen Y Más [PAUSADA]

Capítulo 21

—El trabajo fue perfecto. Me alegró que hayamos sacado un sobresaliente —dijo un rubio a la mar de contento.

—Sí. Estoy muy feliz... —admitió su acompañante con una sonrisa.

—Hina-chan, ¿qué harás para las vacaciones? —preguntó— Recuerda que mañana es el último examen y luego ¡vacaciones!

—Las chicas y yo iremos a la casa de playa de mi familia —contestó.

—¿Así? ¿Y no invitas? —Puso una falsa cara de dolor.

Ella rió.

—Vacaciones entre amigas —señaló sonriente.

—¿Y quiénes irán?

—Umm... Sakura-san, Tenten, Ino y Matsuri —respondió.

—¿Matsuri?, ¿la de la clase 207?

Asintió.

—Ella misma.

—¿Sois amigas?

—Sí... —Esto iba a llegar a un tema que no quería recordar.

—¿Cómo así? —Y ahí estaba.

—Eh... Bueno, digamos que una situación nos unió y nos hicimos amigas junto a Sakura-san —respondió.

—Ah... Ahora que lo recuerdo, ella fue la que avisó que vosotras estaban en la enfermería, ¿no?

—Sí...

—Hinata... —habló con rostro serio y voz ronca—, creo que no te gusta tocar el tema, pero... ¿qué paso realmente ese día? —preguntó.

—T-Te dije que m-me había caído —respondió poco convincente.

—Hina, ese día no insiste porque te vi mal, pero sé que no te caíste... te golpearon, pero... ¿quién? —preguntó.

—Nadie, en verdad que...

—Hinata, —le tomo ambas manos y se las llevó a su pecho—, ¿acaso no confías en mí?, ¿acaso aún no tengo tu confianza?, quiero saber para protegerte —argumentó aún con las manos de ella sobre su pecho.

Sus ojos empezaron a cristalizarse, recordando aquel momento.

—N-Naruto-kun... Yo... Yo... Por favor, no me pidas un nombre... —rogó al borde de las lágrimas.

¿Por qué mierda lloraba con él? ¿Por qué le era tan fácil mostrar las emociones que no mostraba con nadie?. Respuesta: Porque era él, el chico que...

Le gustaba.

Las lágrimas cayeron cuando sintió que unos brazos la rodearon y abrazaron con fuerza y cariño.

—Naruto-kun... —musitó.

—No quiero verte llorar... Juro que descubriré quien fue, y le haré pagar —dijo.

Se quedaron minutos así, abrazados, hasta que retomaron su camino más tranquilos y con la mismo ambiente de siempre.

Antes de que Hinata se fuera, una mano la volvió.

—Etto... Oye... Yo... Quería saber si tú, bueno, si quisieras...

No se podía expresar.

Ella lo miró expectante con sus ojos perlados que lo tenían loco y que siempre tenía en su cabeza hueca.

—¡¿Te gustaría salir conmigo este domingo en la tarde?! —preguntó veloz que casi no se hubiera entendido, pero la peliazul captó el mensaje.