Tú Me Hipnotizas - #NaruHina #SasuSaku #ShikaTema #NejiTen Y Más [PAUSADA]

Capítulo 42

Ya había llegado, hace algunos minutos, mientras estaba ahí sentado, en un banco de aquel parque en espera de su mejor amigo, si aún tenía el derecho de llamarlo así.

-Hey.

Naruto levantó la mirada rápidamente, encontrándose con la mirada del azabache.

Nervioso, se intentó ponerse de pie, sintiendo en el proceso, el puño de su amigo golpear su mejilla, no tan fuerte.

Naruto bajo la mirada y apretó los puños. Se lo merecía, en serio que lo merecía.

-Bien, ¿ahora ya lo sabes? -Sasuke se dejo caer en aquella banca, en la que estaba sentado antes Naruto.

-Yo... Sí. Lo siento, Sasuke -Naruto se sentó a su lado y despeino sus cabellos, molesto.

Sintió una mano darle consuelo. Sasuke daba palmadas en su espalda.

-¿Como pudo pasar esto? ¡¿En que momento?! -gritó Naruto incorporándose y mirando a su amigo.

-Tengo la misma incógnita, Naruto, desde mucho antes -rió leve.

En ese momento, un sentimiento de culpabilidad golpeó a Naruto.

Sasuke intentó apoyarse en su amigo, en su mejor amigo, pero este siquiera se molesto en escucharlo, solo lo juzgó.

-Fui un idiota, Sasuke.

-Aún lo eres -bromeó, pero vio el semblante devastado de su amigo-. Y lo somos, pero arregláremos esto. No lo dejáremos así.

-Pero, ¿qué podemos hacer? Es un peligro hacer algo...

-Dobe, saldremos de esto. Pero por ahora... Solo debemos hacer lo que digan.

-No quiero lastimarla...

Quedaron viendo un punto fijo, en silencio.

(...)

Hinata estaba sobre sus piernas, sentada en su cómoda cama, con expresión cansada. Soltó el décimo suspiro de la tarde, mientras el sonido de los palitos de tejer sonaban en la gran habitación.

-Que asco de día...

Murmuró para sí misma, y volvió a soltar un gruñido cuando malogró otra vez el tejido. Sacando la lana mal hecha, comenzó de nuevo, mientras sus ojos se humedecían, su vista se volvía borrosa, y mordió su labio. Tiró a un lado la "bufanda" que llevaba ya haciendo un par de semanas, bastantes.

Se preguntaba por qué seguía tejiendo la bufanda, por qué sus ojos seguían ardiendo, por qué cuando creía que ya había bajado la hinchazón, se volvía a sumir en llanto, intentando contenerlos con lo primero que se cruzara por su camino, como su almohada, que yacía sobre su regazo, húmedo.

«Maldita sea.»

Volvió a gruñir cuando su puerta fue tocada, dejando ver tras ésta la figura de la pelirroja, que estaba apoyada en el marco de la puerta.

-¿Qué quieres?

-Ehm, hablar.

-¿Hablar?

-Burlarme.

-Largate. -Se puso de pie, caminando hacia la puerta, tomando esta para lanzarla para adelante, intentando cerrarla, pero el cuerpo de Karin detuvo su plan-. Ve-te.

-No. Por favor, dejame estar aquí y ver como sufres, como te sientes humillada, como lloras mientras notas lo estúpida que...

Y un puño se estrelló contra su rostro, haciéndola tambalearse hacia atrás, saliendo de su cómoda posición de brazos cruzados y sonrisa burla. Hinata solo le devolvió aquella sonrisa, mientras cerraba con lentitud su puerta, mientras decía: