"La Casa di Mamma Luisa" - Parte 1

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Capítulo 2


—¡Marco! —dijo Alyson saliendo de debajo del paraguas y yendo a saludar al joven que nos había dado la bienvenida. El chico, que vestía un pantalón negro, un mandil blanco algo manchado y una chaquetilla blanca, había salido del interior del restaurante y esperaba a Alyson con los brazos abiertos y una gran sonrisa.

«Vale, eso es raro», dije cuando vi el abrazo entre ambos. Alyson no era una persona muy cariñosa, al contrario; era una chica a la que le costaba horrores tener un gesto afectuoso. Por eso, no pude evitar que la sorpresa se apoderara de mi rostro. Un rostro que no sabría decir que aspecto tenía porque a la sorpresa, se le sumó el nerviosismo. Ver salir a Marco significaba que mi entrevista y/o prueba estaba cerca y por nada del mundo podía cagarla.

Cerré el paraguas y me refugié bajo el toldo rojo y blanco de la entrada que amparaba a Aly y a Marco de la lluvia. Cuando sintieron mi presencia, ambos se separaron.

—Marco te presento a mi amiga Ale...Dan...—dijo Aly mirándome. No sabía qué nombre decir.

Vale, lo sé, lo admito. Tener dos nombres no es fácil. Y mucho menos para mi familia y mis amigos ya que nunca saben si es el momento adecuado para decir mi nombre real o artístico.

Yo tenía la creencia de que éramos algo más que un nombre y tanto mi verdadero nombre -Alexandra García- como el profesional -Daniela Blume-, me fascinaban. Sin embargo, era cierto que prefería que me llamaran Alexandra, sobre todo, cuando cogía confianza con alguien y sentía que esa confianza era mutua.

—Daniela, Daniela Blume —dije dándole la mano.

—Encantado de conocerte Daniela. Soy Marco Ferri —dijo mientras besaba mi mano como un auténtico dandi italiano.

—Lo mismo digo Marco. Es un placer estar aquí —dije sonriendo intentando disimular mis nervios.

—Me alegra escuchar eso. Estoy seguro de que Aly te habrá puesto al día sobre los últimos acontecimientos aquí en el ristorante y lo que estamos buscando...

—Eh...bueno... —dije mirando a Aly con cara de circunstancia. Jo, ahora me sabía mal haber desconectado durante el camino.

—No Marco, sorry, estuvimos hablando de nuestras cosas y...se me fue de la olla.

—Está bien Aly, no te preocupes. Ahora la ponemos al día. Pero bueno, entremos, que estamos aquí parados haciendo el idiota —dijo riendo. —Las damas primero —dijo cediéndonos el paso para que pasáramos nosotras delante de él.

La impresión inicial que me había dado Marco era buena. Parecía un chico muy simpático, afable y gracioso. Era alto y atlético y tenía las facciones muy marcadas, al igual que sus músculos. Su pelo corto de punta le daba un aire desenfadado que combinaba a la perfección con su bonita sonrisa y sus ojos color avellana. Físicamente me recordaba mucho a Uri, excepto por la barba perfectamente cuidada que adornaba la cara del italiano.

Se podría decir que Marco era el prototipo de hombre made in Italia por el que todas y todos suspiraban. Además, con su gesto de dejarnos pasar antes que él, había demostrado que estaba algo chapado a la antigua. Pero no me sorprendía, ya que desgraciadamente así era la cultura italiana.

Entramos en el restaurante pero apenas pude ver nada, estaba bastante oscuro. Solo estaba iluminado por la claridad que entraba a través de los ventanales que había a cada lado de la entrada y por la luz que se veía al fondo.

A fuego lento - Blumettra (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora