Capítulo 9
Parte 1
¿Nunca habéis estado tan a gusto con alguien que queréis que todos los momentos que compartís duren para siempre y se repitan en bucle?
Porque eso era precisamente, lo que me pasaba con Elettra. Y cada vez iba a más y más. Estaba completamente sobrepasada por todo lo que estaba sintiendo por ella. Desde que habíamos salido junto a Aless y Aitana por Milán, nuestra relación -fuera la que fuera- había pasado a otro nivel.
No me cabía la menor duda de que habíamos empezado a hablar un lenguaje distinto, ese que solo comparten dos personas que están conectadas vibrando en la misma frecuencia. Podía notarlo en cada mirada, en cada sonrisa y en cada roce involuntario -o voluntario-. Era ese tipo lenguaje que compartías con alguien desde antes incluso de conocerlo.
Si bien, era cierto que muchas veces Elettra se distanciaba. Sobre todo lo hacía cuando pasábamos un rato tan bonito y genial como el de aquella tarde por Milán. Al principio, solía comerme la cabeza pensando en qué momento la había cagado, pero pronto dejé de hacerlo. Entendí que no era por mi, que eran sus propios conflictos internos los que hablaban por ella y por eso, le daba su espacio y dejaba que fuera ella la que volviera a acercarse cuando quisiera.
Cuando lo hacía -no tardaba más de un día- recuperábamos nuestra tónica habitual en la que reíamos sin parar y disfrutábamos tanto o más que la primera noche. Pero ahora, era diferente y en el buen sentido de la palabra porque sucedía algo maravilloso. Y es que, cuando compartíamos esos momentos, se creaba una atmósfera mágica entre las dos en la que el espacio y el tiempo dejaban de importarnos.
Aunque la atmósfera de aquella noche, no era para nada mágica. Más bien era tórrida, abrasadora y sofocante.
Porque sí amigas y amigos, tengo ideas pésimas.
Y era un hecho comprobado con papeles y calígrafo.
Hasta ahora, había salido más o menos airosa de ellas. Pero la que acababa de tener y estaba a punto de concretarse, era para pegarse un tiro.
O dos. O tres.
Os voy a dar un consejo que os va a venir de perlas para la vida. Bajo ninguna circunstancia, REPITO bajo ninguna circunstancia os metáis en un jacuzzi con la chica que deseáis y MUCHO MENOS lo hagáis en ropa interior. Porque si el agua ya de por si está caliente...podéis acabar fundiéndoos en ella.
Y eso era justamente lo que estaba a punto de sucederme.
Le había dicho a Elettra después de acabar el turno si le apetecía cambiar nuestra querida mesa por el jacuzzi y sin pensarlo dijo que sí. Obviamente no era un mal plan. De hecho, era un planazo de la hostia. Sin embargo, no había pensado ni previsto ciertos aspectos importantes de él.
Uno: agua caliente. MUY caliente.
Dos: espacio reducido.
Tres: Elettra en paños menores.
Cuatro: yo misma.
¿Y por qué yo? Pues muy sencillo: porque estaba más salida que el pico de una mesa. Era así, no había más.
Si subirme al tiovivo con ella me había "matado" y subido la libido unas cuántas revoluciones -por no decir muchas-, lo de aquella noche estaba a punto de romperme por dentro. Iba de un lado al otro del jacuzzi sin saber dónde colocarme, cómo hacerlo ni a dónde mirar. Esperaba impaciente que Elettra volviera con nuestras copas de vino blanco y leche de soja y la ansiedad estaba consumiéndome. Finalmente y tras moverme un par de veces más, decidí sentarme frente a la puerta para verla llegar y no llevarme ningún susto innecesario que alterara aún más a mi pobre corazón.
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A fuego lento - Blumettra (AU)
FanfictionDaniela Blume entra a trabajar como ayudante de cocina en "Casa di Mamma Luisa", un pequeño y acogedor restaurante del centro de Milán, cuya dueña y chef principal no es otra que Elettra Lamborghini. Conforme ambas mujeres pasan tiempo en la cocina...