A fuego lento - Blumettra (AU)

"Vino blanco y leche de soja"

Capítulo 6

—¡Buongiorno a tutti! ¡Benvenuti a un altro giorno qui in Radio Milano! Io sono Vincenzo Fabilli e questo è Radio Matina con la migliore musica di sempre. Ora stai ascoltando "Walking on Sunshine" di Katrina & The Waves...

"I used to think maybe you loved me...Now baby I'm sure...".

Lancé la cuchara al fregadero y tiré el yogur vacío a la basura. Cerré con un golpe de cadera la puerta que la encerraba bajo el fregadero y al compás de aquellos rítmicos acordes, comencé mi baile mañanero saludando al sol que asomaba por la ventana.

Iba a ser un gran día.

Agarré la escoba y barrí el suelo mientras cantaba y bailaba. Me sentía radiante y como decía la canción, caminaba por el sol. Hacía tiempo que no me sentía tan bien pero todo tenía un por qué. Y en esta ocasión un muy buen por qué.

Había pasado un mes desde el día en el que Elettra y yo hicimos las paces y en el que dio comienzo de forma oficial mi andadura por Casa di Mamma Luisa.

Y la verdad, no podía estar más feliz de estar en aquella cocina trabajando.

Las cosas habían cambiado como del cielo a la tierra con Elettra. Cocinar codo con codo con ella y el resto de mis compañeros -aunque más con ella- era un verdadero placer. La italiana y yo nos entendíamos a las mil maravillas y poco a poco íbamos perfeccionando una danza culinaria entre los fogones de la Casa di Mamma Luisa que daba gusto ver. Si ella se movía hacia un lado, yo lo hacía hacia el otro coordinando nuestros movimientos para sacar las demandas de los clientes a tiempo. Si Elettra iba a colocar algo en el plato, antes de que lo pidiera, yo ya le estaba teniendo el utensilio que necesitaba. Y así sucesivamente.

—"I'm waaaalking on sunshineeeeee woooo, I'm waaaalking on sunshineeeeee woooo , I'm waaaalking on sunshineeeeee woooo and time to feel good..." —canté mientras movía mi cuerpo enérgicamente. Moví la cabeza agitando mi pelo hacia todos los lados, me pasé la escoba de una mano a otra la más puro estilo Chenoa y salté por todo el comedor.

Me subí al sofá y di varios pasos encima él. Salté al sillón de mi abuela y luego volví al sofá. Cogí la escoba como si fuera una guitarra y comencé a "tocarla" como si fuera una súper rockstar.

—"And time to feel good, I'll say it again now, and time to feel good, and time to feel good..." —berreé con un pequeño gallo al final. «Oye pues tan mal no lo hago...podría ir perfectamente a Eurovisión...».

Bajé del sofá y moví el cuerpo alocadamente acompañando las últimas notas de la canción. Estaba tan entregada a mi labor como estrella del pop rock que no me di cuenta de que tenía dos espectadoras de lujo. Aitana y mi abuela me miraban boquiabiertas desde el quicio de la puerta y cuando me percaté de su presencia, yo ya me había tirado al suelo de rodillas y me deslizaba por él hasta su posición.

—Buenos días —dije avergonzada por su descubrimiento.

—Sí que lo son sí hija de mi vida, ¡qué energía ya de buena mañana! —dijo mi abuela caminando con su bastón hasta la mesa.

—Buenos días tiaaaaa —dijo Aitana colgándose de mi cuello. La cogí en brazos y fui con ella a apagar aquella radio nueva que me había comprado con mi primer sueldo del restaurante.