Lo tenemos aquí

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LO TENEMOS AQUÍ

Eso.

Eso que me mantuvo en vela y que no me dejó dormir por miedo,  miedo a que se lo contara a mis padres.

Pensaba que podía confiar en Javi,  y ahora pienso: ¿Ana eres tonta? ¿Ahora le cuentas tus cosas a personas que conoces de menos de un día?

No sabía porque pero se lo había contado y ahora tendría que atenerme a las consecuencias.

Iba andando en dirección a mi casa cuando empecé a recopilar todo lo que había pasado en el colegio:

Como llegamos tarde y me tuve que levantar temprano no vi a mis padres en todo el día. Pero sabía que alguien les había contado algo. Lo intuía.

En clase estaba absorta, estaba pero no estaba, estaba con gente pero estaba sola. Se puede decir que… estaba.

No me crucé con Javi así que por el momento todo estuvo tranquilo hasta que llegó la hora del almuerzo.

La cafetería, ese lugar del instituto en el que te dan comida que se mueve y que huele peor que la comida del domingo que la vecina guarda para el domingo siguiente.

Me encontré a Jon y decidí sentarme con él a comer. Jon era uno de mis mejores amigos, siempre que estaba mal me sacaba una sonrisa y si necesita consejo... sabía que a él no tenía que acudir.

Íbamos bromeando por la cola y llegamos a la parte donde la cocinera te echa el mejunje raro del día.

Hoy era entre amarillo y naranja, me hace gracia porque para disimular lo malo que está le ponen un nombre muy delicioso a lo francés.

Nos sentamos en la mesa y desde lejos diviso a un chico rodeado de chicas gritando. Y entre esas chicas, están las Vio's, evidentemente el chico es Javi.

Me pongo roja y la furia me recorre todo el cuerpo,  Jon me ve y para hacer la gracia me pone la botella de agua fría en la cara y seguido de esto dice:

-Para que te enfríes Anita - le miro enfadada pero no aguanto la risa y empiezo a reír desorbitadamente.

Mi risa no es que sea muy delicada ni mucho menos, y pasan unos pocos segundos hasta que todo el comedor está en silencio gritando.

Están todos callados mirándome, hasta Javi y aprovecho la atención para echarle en cara lo que le dijo a mis padres. Al fin y al cabo se acabaría corriendo la voz así que,  ¿qué más da?

-Eh tú - le grito desde la otra punta del comedor, todo el mundo se gira hacia él y empieza a morderse las uñas.

Sabe a lo que voy y a lo que me refiero y empiezo a gritarle a la vez que me acerco a él.

-¿Necesitáis alguien a quien contarle tus cosas privadas para que después se las cuente a tus padres? ¿Queréis a un chivato bajo vuestro mismo techo? ¿Queréis eso? ¡No os preocupéis!

Estoy a centímetro de él y la rabia me consume,  quiero gritarlo pero sé que le haré más daño si se lo susurro. Le cojo de la barbilla y le digo al oído:

-Lo tenemos aquí.

-Ana aquí no.

-¿Qué no qué? -dije girando y dirigiéndome a todo el mundo.

-Ana vamos a la casa.

-¡Venga vamos! Cuéntaselo a todos,  venga Javi. Cuéntanoslo,  estamos ansiosos - Javi me miró de arriba abajo y se disponía a salir cuando me subí en una mesa y grité lo que antes no quería que nadie supiera.

-¡NO SOY VIRGEN!

Todos se quedaron boquiabiertos y Javi corrió hacia mí,  me sacó del comedor y me llevó a los baños. Me metió en uno de ellos y me abrazó. 

¿Javi? ¿Llorando? No sabía que podía tener sentimientos, después de contarle eso a mis padres, eso tan privado. Sabía que mis padres eran muy cerrados y aún así lo hizo.

- Lo siento Ana - me dio tanta pena esos ojos llorosos que no pude negarle el abrazo y le seguí.

- Eh, vale ya pasó. Yo también lo siento, siento lo del comedor.

Estábamos solos, en ese diminuto baño, abrazados y llorando.

Nos separamos y acabamos riendo después de vernos las caras llorosas.

Y en ese momento, supe que había encontrado un hermano.

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★ = sigue escribiendo

comentario =  ¡te quiero más que a nada!

Les agradecería que se pasaran por mi mini relato sobre lo que es el amor ♥ está acabado. :)

El diario de esa chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora