Interstellar ━━ Chris Beck (Español) ✓

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LA HABITACIÓN ESTABA OSCURA, la única luz era la del monitor de televisión colgado en la pared. Fue después de horas, lo que significó que la mayoría de la tripulación estaba profundamente dormido. Los únicos dos despertados eran Beck y Maia, y así había sido durante varias horas. Después de terminar con Johanssen en la sala de rec en el pasado, Maia había hecho su camino a la habitación de Beck como él había dicho originalmente que hacer. No había tardado mucho en terminar el experimento de Maia, tal como le había informado que no lo haría, y así pudo saludarla con los brazos abiertos en el momento en que cruzó la puerta.

Dada la cantidad insana de trabajo que la tripulación había tenido en las últimas semanas, a Beck ya Maia no se les había permitido mucho tiempo para ellos mismos. No podían estar exactamente uno con el otro como querían durante ese tiempo particular, dado que el Comandante Lewis todavía estaba muy en contra de las relaciones románticas entre los miembros de la tripulación. Sin embargo, a los dos no les importaban sus reglas. Todavía estaban dispuestos a doblarlos para estar juntos, pero sólo estaban dispuestos a doblarlos en su tiempo privado. Ninguno de ellos negaría que el Comandante Lewis era un ser humano bastante intimidante, y ninguno de ellos se sentía como para lidiar con esa intimidación si ella averiguara acerca de su relación.

Una vieja película tocaba en la televisión, una que Maia o Beck no podían ver. Los dos habían pasado la duración de la película sólo hablando entre sí. A lo largo de los cuatro años los dos se habían conocido, apenas sabían algo el uno del otro, a pesar de su anterior estatus como mejores amigos. Era difícil sentarse y tener una charla sobre la vida cuando su título de trabajo era astronauta, y la formación para ser un astronauta no era diferente tampoco. Entrenaban, comían y dormían. Nunca había mucho tiempo para charlar, así que Maia y Beck estaban aprovechando el poco tiempo que tenían para aprender tanto como podían.

—Dime esto—Beck comenzó con una pequeña sonrisa en su rostro—. ¿Cuál fue tu primera impresión de mí?

Maia se burló y se volvió sobre su estómago, apoyándose con los brazos—Usted sabe mi primera impresión de usted, yo estaba completamente asustada porque usted era un doctor.

—¿Creía que era una broma?

—No—Maia sacudió la cabeza y se echó a reír—. Siempre supe que nuestra generación estaba destinada a ser la mayor, pero no pensé que se suponía que debíamos ser los mejores a una edad tan joven. De un año, pero tú...eres un maldito médico.

Beck se rió de ella—¿Por qué es tan difícil de creer, Maia?

Maia se encogió de hombros—No lo es. La mayoría de los médicos que veo hoy en día son viejos como el infierno, pero estás lejos de ser viejo, Chris.

—Eres una idiota—replicó Beck.

—Quizá sea así—murmuró Maia y volvió a caer sobre su espalda—. Pero espero que sea tu idiota.

Beck tarareó en respuesta y tiró de Maia fuertemente en sus brazos—Lo eres, y yo no cambiaría una sola cosa al respecto.

Maia sonrió suavemente y envolvió sus brazos alrededor del cuerpo de Beck, acariciándole la cabeza en el cuello. No había palabras para describir los sentimientos que él suscitaba dentro de ella. Chris Beck hizo que Maia sintiera cosas que nadie más jamás había tenido, y al pensar profundamente en ello, descubrió que le asustaba, aunque la consolaba de todos modos. Había sido herida por varios hombres en el pasado, por lo que era tan particular acerca de los que dejó entrar, pero no pensó que fuera un accidente que Beck se hubiera metido por dentro. 2

Una cosa que Maia sabía era que podía contar con Beck sin importar la situación. Él cuidó de ella y continuaría haciéndolo. Lo había probado en numerosas ocasiones, ocasiones que habían ocurrido mucho antes de que se hubieran ido a Marte.