Hannibal no quería romper aquel abrazo si tenía que ser sincero consigo mismo, no obstante, no pudo omitir alguna queja cuando por fin llego a su fin para mirar al hombre que le aparto lentamente; estaba preocupado y eso le hacía sentir bien, pero también notaba que se encontraba molesto con él, por su pequeño desliz. Por supuesto que no era su culpa, el regresaría pronto, en todo caso la responsabilidad era de Clarice, sino fuera porque era distraída, no hubieran tropezado y le daría tiempo. En silencio volteo a ver a ver a la dirección de donde estaba la pequeña pelirroja, dándose cuenta que ella había aprovechado el tiempo para irse; bien por ella, no quería verla.
—Bien ¿me puedes explicar que haces aquí? Se supone que deberías estar probándote ropa— trato de sonar tranquilo, sabía que lo peor en esos momentos era dejarse llevar por la molestia, su padre en el pasado le había demostrado precisamente que eso era lo peor y por supuesto que no haría eso con Hannibal. Claro que eso era fácil de decir, cuando el chico solo se limitó a encogerse de hombros como única respuesta, reprimió la ira repentina que sentía— entonces vámonos.
—Oh Will— intervino Alana que hasta ese momento se había mantenido como una simple espectadora de toda la situación — no te molestes con el chico— se acercó a él intentando tomarle de los hombros, sintiendo como este rehuía del contacto de una forma discreta — Hannibal ¿Por qué no le explicas lo que sucedió? De seguro debe haber una buena razón para eso
Hannibal negó en un silencio ademan como respuesta. No le daría el motivo de su impulsiva rabieta, su parta racional le decía que aquello había sido absurdo, así que por el momento era mejor evadirlo; no tardó mucho en seguir a Will dejando a la mujer sola, no quería hacerlo enojar más. Alana tomo un respiro para seguirlos con resignación; ambos eran tercos a su punto de vista y aunque para Will eso no podía constituir ninguna sorpresa no significaba que eso fuera bueno para su relación con el chico. Tenía que ayudarlo de alguna manera.
Todo el camino de regreso a la apartada casa de Will en Wolf Trap fue en completo silencio y aunque Hannibal estaba acostumbrado a eso, en esa ocasión no lo era en absoluto, incluso se sintió un poco arrepentido por su pequeña acción hasta que llegaron y salió del auto. Tal vez si estuvieran solos podía hablar mejor con él. Los adultos a diferencia de él no salieron de inmediato, parecían que conversaba algo que no podía escuchar pues no lo hacían en un tono lo suficientemente algo; cuando quiso acercarse, motivado por su eterna curiosidad por fin salieron yéndose directamente hacia él.
—Will...— miro el hombre que paso de lado por él para abrir la puerta — yo...
— ¿Puedes ir a tu habitación? Voy hablar contigo después —su voz era demasiado neutral, no debía preocuparse ¿verdad? Incluso en esos momentos se fijó en Alana que solo le ofreció una leve sonrisa. Al final decidió hacerle caso y entro a la casa en silencio.
—Creo que si deberías hablar con él— comento Alana que se mantuvo afuera de la casa, no veía porque debería hacerlo en primer lugar— ¿estás bien, Will?— se aventuró a preguntar viendo a su amigo que asintió con la cabeza.
—No te preocupes por mi ¿no quieres entrar?
—No puedo, tengo algunas cosas que hacer— declino la oferta — ¿estás retrasando ir con Hannibal, verdad?
—Pensé que sería difícil, pero no que Hannibal actuara de esa forma, tal vez — hizo una pausa, para ser francos ¿Qué esperaba de ese niño?
—Solo tenle paciencia, se ve que le agradas — trato de animarlo — y por lo de la ropa, ya que no logramos hacer nada, puedo llevarlo cuando tenga tiempo— se ofreció, sabía que Will llegaba a tener bastante trabajo y quería convivir con Hannibal, hacer que entrara en confianza.
ESTÁS LEYENDO
Little love
FanfictionSu primera idea era escapar del martirio del cual era víctima. Después era simplemente morir congelado en la inmaculada nieva que le consumiría. Si no fuera por aquel hombre con una afición extraña a los perros estaba seguro que estaría muerto, pero...