Amnesia

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-Su cara fue épica, no se es que... todo hinchado creo que hasta se babeó -rió Bing.

Aparentemente cuando hablaba con Ki Hyun los chicos se quedaron espiando, si bien sabía que la rana se quedaría observando no creí que todos fueran a quedarse. Ahora no paraban de hacer bromas por la cara del sujeto y otras cosas que se inventaban, que sí, lograron arrancarme algunas risas.

-Que no se miraba mal -lo defendí

-¿Y tú desde cuando le conoces?-inquirió la misma.

-¡Ya! No es tan importante al final -dijo Hyungwon interrumpiéndome.

-Aguafiestas -dijo Jaeyong.

-Bueno chicos ya me voy -dije tomando en mano mi bolso.

-¿Qué? ¿porqué? -Sunmi hizo un puchero.

-Tengo que hacer unas cuantas cosas -sonreí.

-No puedes ir más tarde a hacer eso... lo que sea.

-Ahg no. Tengo que ir ahora, ya quedé con Minhyuk a que pase por mí.

Mi amiga bufó y se giró para terminar el café que estaba sobre el mostrador.

Los chicos levantaron las manos (estos se encontraban en fila) y les pasé dando un Hi-five antes de salir del local. Di varias vueltas a mi bufanda blanca por mi cuello y suspiré dejando escapar un halo de humo blanco de mi boca por el tremendo frío que hacía; hasta ahora era el invierno más helado, en lo que a mi respecta porque en realidad no tiendo a ser demasiado friolenta.

Escuché un auto acercarse y me giré rápidamente para comprobar que, sí, era mi hermano. Corrí hacia la puerta del copiloto, una vez dentro del vehículo me aseguré el cinturón y le sonreí a mi hermano.

-Traes la nariz roja -señaló su propia nariz.

-hmm~ seguro.

-Y bien... -condució en reversa -¿me dirás porqué quieres ir ahí así de pronto? -puso el auto en marcha una vez que pasaron unos niños al costado del auto.

-Solo me han dado ganas de intentarlo otra vez -me dediqué a ver a través de la ventana.

-¿Qué? ¿Pintar? -me miró un segundo y regresó la mirada a la carretera a la cual acabábamos de salir.

-Pues... Sí -suspiré -hace como ¿qué? ¿cinco años? -asintió -Lo dejé, no he tenido mucho que hacer, es mi única razón para volver a ese almacén, desde lo sucedido con papá no quería volver -agaché la mirada.

El matrimonio de mis padres con el tiempo se había empezado a desgastar, la inestabilidad de la familia se podía sentir, el ambiente se volvía tenso en cuanto ellos llegaban del trabajo. Un día mi padre -yo tendría al menos 11 años en aquel entonces -decidió mostrarme su sagrado almacén, me dijo que había pensado en enseñárselo primero a Minhyuk pero que creía que si alguien iba a tomar enserio el arte era yo; pues en realidad me gustaba. Él iba ahí cada vez que tenía oportunidad, a lo largo de los años me enseñó lo bello que era pintar, me fue enseñando sus técnicas y al fin decidió dejarme sus lienzos, pinturas y el lugar completo a mí; el tendría que viajar mucho y por esto dudaba en tener tiempo para regresar ahí. Cuando tuve quince hubo una etapa en la que perdí conección con ese mundo que me resultaba realmente placentero así que dejé de recurrir al almacén y mi padre se enteró en medio de uno de sus viajes ya que decidí contarle, él solo supo responder que era por la presión escolar, que porque estaba a un año de entrar a la univerdidad y cosas así.

Mi madre decidió darme ánimos de estudiar Artes plásticas, cuando al fin accedí, mi decisión fue ir a practicar al almacén antes del examen pero justo el día que lo hice mi papá salió a un supuesto viaje de trabajo que ya se le hacían costumbre. Y para mi sorpresa al entrar a aquel lugar me lo encontré, con otra mujer, semidesnuda y atacando a besos al hombre que por mucho tiempo admiré, al sentir mi presencia quiso darme explicaciones pero solo atiné a salir corriendo. Jamás le dije una palabra a mi madre pues veía como sufría Sunmi al no tener a sus padres juntos, más sin embargo nunca pude imaginar cuantos problemas pudo traer callar. Al final todo tuvo el mismo desenlace, separación, custodia compartida, a pesar de esto no quise verlo nunca mas.

The Boy With Pink Hair ↔ Ki HyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora