-¿Estás seguro de esto? -inquirí nerviosa.
-Claro que sí. Solo no te caigas -rió.
-Ah, eso es sencillo y yo que tengo una perfecta coordinación -dije con sarcasmo.
Después de mi hora de salida, así como lo había dicho, Kihyun había regresado a la cafetería. Al principio pensé que solo hablaríamos un rato pero el chico ya se había hecho una agenda completa para cumplir.
Estábamos en una especie de festival de invierno y Kihyun había decidido que sería buena idea y sobre todo divertido, subirse a esos enormes carruceles que te llevaban a la cima de una pequeña montaña para que con tus tablas o patines o como sea que se llamen esas cosas te lanzaras y deslizaras por la nieve. Y pues, a mi parecía la cosa más terrorífica y loca de la tierra, nunca lo había hecho por el simple hecho de que me daba miedo morir en el intento.
-A la cuenta de tres nos soltamos.
La voz del muchacho me sacó de mi trance y al ver a la altura que estábamos estuve al borde del desmayo, lo miré con pánico e intenté relajar mi respiración pero eso era casi imposible. Él se inmutó de aquello y se fue preparando para un intento suicida enmascarado de diversión.
-¡Ya! -gritó logrando sorprenderme. No solo por el grito sino porque al brincar me había arrastrado junto con él.
Al tocar la nieve intenté mantener el equilibrio, aleteando como un maldito pollo para no irme de espaldas, aquella escena debía de haber sido patética y divertida para todos los espectadores, más sin embargo eso era lo que menos me interesaba ¡Yo solo quería no morir!
Miré como Kihyun lo lograba con tanta facilidad que quise golpearlo. Y claro que me las pagaría.Bajaba a toda velocidad por aquella colina, al ver frenar al chico fue cuando cuestioné las posibilidades que en realidad tenía de sobrevivir, a duras penas me había mantenido en pie y si, me había olvidado por completo el hecho de que en algún momento tendría que detener mi recorrido.
Kihyun al lograr verme sonrió pero cuando se percató de la situación en la que estaba se quitó el casco y me miró asustado.
-¡KIHYUN! ¡¿CÓMO PARAS ÉSTA COSA DEL DEMONIO?!
-Flecciona las rodillas y lleva los... -un griterío me impidió escuchar lo que decía.
Bien, mamá quiero que sepas que siempre te amé y dile a Minhyuk que también lo quise, que no deja de hacerlo idiota pero que lo quiero...
-Rayos -escuché en un murmullo con dolor.
Me había estrellado con algo, quizás un árbol o una roca o... o alguien demasiado suavecito. Me quité el casco y las gafas, suspirando de alivio a darme cuenta de que seguía respirando y que no tenía ningún hueso roto.
Me giré sobre mi espalda al sentir unas manos firmemente sujetas a mi cintura.
-¿Estás bien? -preguntamos al unísono.
-Yo sí -respondí con una sonrisa -¿Tú?
-Igual -suspiró, dejando escapar un halo de humo.
-Que bien -nos miramos.
Segundos después de eso nos volvimos a la realidad y esta era de que muchas personas nos seguían viendo y nosotros estábamos tirados aún en la nieve.
Nos levantamos sacudiendo a la vez nuestra ropa quitando arrugas inexistentes.-Y ahora ¿Qué hacemos? -inquirí.
-Regresemos los equipos a los señores de la pista y comamos algo ¿Te parece?
Asentí, ambos nos quitamos los skis -algo así le había llamado una chica, no se si es correcto - y nos dirigimos hasta lo señores del juego, les agradecimos y buscamos un puesto con comida calentita.
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The Boy With Pink Hair ↔ Ki Hyun
Fanfiction"Desapareciste junto a esta ligera brisa, pero no importa, aunque no escuches quiero decirte que te amo"