-Ya vienen las vacaciones. El jefe acaba de llamar y dijo que las remodelaciones empiezan mañana.
-Genial, entonces ¿Si puedes venir? Te prometo que todo será increíble.
-Pero, tengo que ver por Minhyuk y...
-Nada de eso, ya hablé con él y no tendrás problemas -me interrumpió
-¿Ya te dije que me dan miedo los aviones?
-Mentirosa -escuché su risa del otro lado de la línea -ya has viajado en avión.
-Está bien, déjame pensarlo.
-Bien...
-Bien...
Y sí, después de eso lo pensé, le di vueltas al tema una y otra vez, intentando tomar una decisión pronto. Como no lograba hacerlo me acerqué a Sunmi y se lo dije, le pregunté si estaría bien ir pasar una semana allá, que si no sería muy extraño; a lo que respondió que, si estaba de estúpida me haría el favor de darme la cabeza contra la pared para ver si así reaccionaba, que era un buen chico y que seguramente no tenía malas intenciones. Cosa que yo ya sabía.
Si bien aún me parecía sumamente difícil de asimilar el hecho de que lo conocí hace más de trescientos años aunque ahora no lo recuerde del todo, pues las cosas habían andado bien. Hablábamos casi todos los días sobre sus entrevistas de trabajo (las que estaba teniendo con una editorial para promocionar su historia) o de qué tal me estaba yendo a mí en la cafetería.
Ahora mismo me encontraba bajando las escaleras eléctricas del aeropuerto, cargando una gran maleta en donde eché casi todo lo que tenía por miedo a no traer alguna cosa y tener que pedirle a Kihyun que me acompañara a la tienda o vete a saber tú que rayos me podía pasar sabiendo lo distraída que soy, una gran bufanda me cubría el cuello y parte del rostro y un gran abrigo azul me cubría hasta casi llegar a mis tobillos. Llegué al fin de la escalera.
Me quedé quieta un momento, pensando si quedarme ahí o caminar un poco para buscarlo pero al pasar solo unos cuantos minutos la distintiva cabellera rosa se hizo presente. Extendió la mano y empezó a agitarla a modo de saludo. Sonreí y empecé a caminar en su dirección.
-¿Qué tal? Bonito abrigo -dijo.
-¿Si? Gracias. Tu chaqueta es bonita también.
-rió bajito -Bien, vámonos a casa.
Asentí energéticamente. Caminamos hasta la salida y una vez fuera del aeropuerto pude ver un taxi estacionado al frente. El taxista nos ayudó a subir mi equipaje en el maletero y dimos rumbo hacia su departamento.
El viaje fue un poco largo, la ciudad estaba plácidamente en calma a pesar de estar repleta de gente caminando por las calles, grandes carteles se leían desde lejos anunciándo así, las tiendas y supermercados en la zona. Tras unas cuantas calles más estuvimos ya en el lobby del edificio. Subimos en silencio al ascensor. 1...2...3...4... y por fin el piso 5. Él trotó hasta encontrase en frente de la puerta del C, colocó las las llaves y las giró, abriéndonos paso para entrar.
-¡Bienvenida! -cerró la puerta -No se si tienes hambre pero puedes encontrar algo en la nevera y si tienes frío puedes subir la calefacción.
-Oh! Todo está bien. Es muy lindo de tu parte... todo esto.
El lugar no era enorme, pero si que era acogedor, bastante iluminado, con grandes pinturas que lo adornaban, una cocina espaciosa y al lado de la sala de estar dos pequeñas puertas de vidrio que daban al balcón. Me guío hasta la habitación.
-Si no te gusta podemos cambiar de habit...
Me reí.
-Que está bien, Kihyun -lo tomé por las mejillas y lo miré a los ojos-En serio.
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The Boy With Pink Hair ↔ Ki Hyun
Фанфик"Desapareciste junto a esta ligera brisa, pero no importa, aunque no escuches quiero decirte que te amo"