Mi fiesta de cumpleaños llegó como si el tiempo fuera nada en absoluto, como si hubiera dado un salto en el tiempo desde que hablé con Sara y ahora que estaba en mi fiesta, pero no, en realidad ese lapso de tiempo estuvo lleno de acción. Bah, exagero, pero si habían pasado cosas… o más bien, no habían pasado cosas: no había visto a Louis. ¿Eso cómo me hacía sentir? Bien, me ayudaba a alimentar mi enojo contra él y sabía que yo tenía razón. Había comenzado a llamar más a Sara y bueno, salí una vez con ella…
-¿Quién dices que vendrá? –pregunté a mi hermana, ella había invitado a sus amigos, pero estarían en la azotea, y mis amigos y yo en el patio. En realidad no me importaba quien vendría o no, pero quería saber si tenía que comprar pizzas extra o algo por el estilo. Definitivamente no era porque quisiera saber si Louis recordaba que era mi cumpleaños. No.
-Liz, Paul, Dylan, Kelly, Louis y Tina. –dijo mi hermana con pesadez. Debo admitir que era la quinta vez que le preguntaba, y la sexta vez que me decía quienes estarían con ella. Si, ya me había dicho que Louis vendría, pero… agh, pensé que quizá ella mencionaría algo más.- Tranquilo, somos pocos y prometo que nadie de mis amigos te molestarán, Harry. –sonrió y despeinó mi cabello, para después darse la vuelta y salir de la sala.
Mis amigos y algunos compañeros estaban por llegar, seríamos alrededor de 40 personas, o al menos eso calculaba yo, ya que algunas chicas llevarían a sus novios. Los chicos casi nunca llevaban a nadie. Después de una media hora, llegaron algunos de mis compañeros del salón, los hice pasar al patio, donde estaba Niall y un sujeto poniendo música… mi hermana lo había contratado en su escuela, decía que era bueno, aunque no tenía opinión al respecto.
Con cada respirar, sentía todo mi interior temblar. El timbre sonaba y yo estaba en peligro de colapsar cada vez, pero cuando corría a atender, solo era un chico más de inglés, o una compañera de biología. Nunca Lou… es decir, Sara. Ella estaba tardando, y Niall también.
El timbre volvió a sonar y resoplé mientras entraba a la cocina con dirección a la puerta, pero mi hermana me detuvo y me dijo que ella atendería, que no me preocupara. Aún así caminé tras ella.
-¡Al fin llegaste, Louis! –la escuché decir y dejé de avanzar, para dar un par de pasos hacia atrás, con algo de nerviosismo. Si lo veía, de seguro olvidaría que estaba enojado con él y correría a saludarlo.- Solo faltabas tú, estamos esperándote arriba. –dijo, y escuché como comenzaban a caminar hacia donde yo me acababa de esconder, me pasaron como si nada.
-Te vi. –fue lo único que Louis dijo, cosa que hizo a mi hermana reír como si fuese lo más gracioso del mundo.
Me irrité bastante y quise gritar, y lo hubiese hecho si el timbre no me hubiese interrumpido. Mi hermana y el imbécil de Louis estaban ya en la segunda planta, listos para ir a la terraza y yo ahora me encontraba en camino a la puerta, donde me detuve al escuchar una pequeña discusión. Bueno, no sabía de lo que trataba, pero las voces sonaban enojadas o algo por el estilo. Dudé en abrir justo ahora, pero la chica había elevado la voz, así que decidí hacerlo. Niall y Sara me miraron, ella se puso completamente roja y él rodó los ojos, para después entrar.
-¿Qué pasó? –pregunté frunciendo el ceño, Sara miró a Niall inquisitoriamente y él negó. La sonrisa de la chica me asustó un poco, pero ella se limitó a tomar mi mano y negar, para después depositar un suave beso en mi mejilla. Sonreí levemente.
-No ha pasado nada, Sara puede llegar a ser muy infantil. –dijo mi amigo, mirando a su amiga, la chica con la que yo comenzaba a salir, bastante raro. Decidí que no me metería en sus asuntos y simplemente dejé pasar la respuesta de mi amigo rubio.
Pronto ya estaban todos los invitados en el patio, riendo, bailando, haciendo lo que sea, en realidad yo no era bueno en lo de las fiestas, pero era mi cumpleaños y Niall me había obligado prácticamente. Sara y yo estábamos sentados al final, a la sombra del árbol, a pesar de ya estar oscuro, nosotros habíamos escogido ese lugar. Ella me hablaba sobre como intentó comprar por cuatro horas un libro de no sé qué… luego yo comencé a contarle una historia sobre cómo fue escrita Here comes the sun de The Beatles. Ella me miraba con las cejas alzadas, pero noté que su atención era superficial.
-¿Qué pasa, Sara? –pregunté, ella con una pequeña mueca y suspiró y miró hacia el suelo. Había algo mal, y comenzaba a ponerme un poco ansioso, ella no hablaba.- ¿Todo bien?
-¡Si! –se apresuro a decir, pero era un poco tarde, en realidad. Se aclaró la garganta y se levantó.- Permíteme un momento, enserio tengo que hablar con Niall… odio estar peleada con él. –murmuró. Sonreí y me relajé… bueno, solo era por la discusión con mi mejor amigo, me sentí tranquilo de que no se tratara de mí.
La vi acercarse a Niall y él la jaló hacia el pasillo junto a la casa, que estaba vacío. Alejé la mirada de ellos y me levanté para caminar hacia la cocina… me sentía de alguna manera, incómodo, y había olvidado mi celular en la sala, así que entré a la casa y después de tomar un vaso de agua, me dirigí a la sala, donde había una figura sentada sobre el sillón.
-Entonces ella es Sara. –la voz de Louis sonaba como una pequeña burla, se levantó del sillón y volteó a verme. Parecía molesto, pero no como la última vez, era diferente y me asustaba un poco.- Ella es a quien estoy enfrentándome. –dijo en un susurro.
Algo dentro de mí dio vueltas y sentí ganas de salir corriendo. Yo estaba enojado con él, no podía responderle, no podía ceder ante el deseo que sentía de hablar con él; ni siquiera para hacerlo enojar más, o algo por el estilo.
-Respóndeme, Harry. –demandó, y yo cerré mis manos en puños, sintiéndome repentinamente molesto también. ¿Y a él qué más le daba?- Ella es la chiquilla con la que estás saliendo. –encerró la palabra saliendo en comillas con los dedos y eso me irritó aún más.
-¿Y a ti qué te importa? –pregunté, sin cuidar de parecer grosero o algo por el estilo. No me gustaba que me estuviera reclamando cosas, porque no tenía el derecho.- ¿Qué más da si es ella Sara o si estoy saliendo con ella o no? –esto último lo dije casi gritando. Al parecer no le gustó.
Dio tres zancadas hacia mí y sentí todo mi cuerpo encogerse y quedar más vulnerable ante él, como si pudiese ser fácilmente dominado. Trague en seco y fruncí el ceño, crucé los brazos y mi miré molesto.
-No salgas con ella. –dijo tranquilo, después de estar sosteniéndome la mirada por dos minutos más o menos. Suspiré y me relajé un poco.- Harry, no salgas con Sara. –volvió a pedir y yo solté mis brazos y alejé la mirada. Eso exactamente es lo que había querido escuchar hace un tiempo, quería que me lo pidiera para tener un motivo por el cual rechazarla sin sentirme demasiado mal, porque Niall había hecho un buen trabajo buscándome una chica.
-¿Por qué? –fui capaz de preguntarlo porque aún tenía los puños cerrados y eso me daba un poco de valor.
-Porque no quiero que lo hagas. –dijo como si fuese lo más obvio. Volví a molestarme y lo miré de nuevo con el ceño fruncido… él se rio.
-¿Qué? –Pregunté irritado.- ¿Por qué te ríes? –no conseguí respuesta, solo un pequeño beso sobre la mejilla, bastante cerca de mis labios, si no es que en la comisura de la misma. Él se alejó, dejándome solo con mis pensamientos. Iba a gruñir mientras me giraba en mis talones para salir de nuevo a la fiesta… y entonces Louis se asomó por el marco de la puerta.
-Hablo enserio, no salgas con ella. –me dijo serio, más bien con una mueca de disgusto. Luego su rostro cambió para darme una radiante sonrisa.- Feliz cumpleaños… dejé tu obsequio sobre tu cama. –me guiñó un ojo y lo escuché correr por las escaleras y subir de nuevo a la terraza.
Suspiré pesadamente y me quedé un momento parado en mi lugar, pensando en todo y en nada al mismo tiempo… Definitivamente Louis iba a volverme loco.
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No le digas a mi hermana - Larry Stylinson
FanfictionDisclaimer: Ni los chicos de One direction, ni Gemma me pertenecen. La historia es mía y no tiene fines de lucro, simplemente disfruto escribir. Summary: Louis es amigo de Gemma, después de conocer al hermano menor de ésta, comienza a frecuentar la...