Capítulo 19: Indecencia.

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No pudimos dormir, aunque estuviéramos cansados y bostezando. Pasó como una hora y media, iban a ser las cinco y nadie había dicho nada de nada, completo silencio. Sentía su respiración descansando en mi cuello, aun en la posisión anterior, sin mostrarme sus ojos aunque... ante toda la oscuridad que los arboles nos brindaban, parecía que nada estaba iluminando allá afuera, parecía que ni la luna quería hacerlo y las estrellas no existían, no iba a poder verlos ni aunque volteara y se pusiera justo enfrente y muy cerca.

-¿Estás dormido? -pregunté a sabiendas de que no lo estaría, lo sentía moverse, suspirar, hacer pequeños sonidos mientras acariciaba mi cintura.- Ya no estés asustado.

-Ya no lo estoy.

-¿Asustado o dormido?

-Asustado. No dormía. -explicó.

Suspiré y me puse de lado, para poder estar frente a frente, alcé su rostro a tientas y acaricié su cabello antes de acercarme y besarlo. Ahora no era solo él quien iniciaba un beso, desde hace tiempo que había decidido que no iba a esperar a que él lo hiciera, si yo quería, entonces yo mismo lo conseguía. Me siguió por un momento, pero después me alejó y volvió a abrazarme y esconderse en mi pecho.

-Quieres una propuesta real... -murmuró, su voz se escuchaba ahogada contra mi. Me puse nervioso de inmediato y acaricié su espalda distraidamente.- Y yo no sé como hacerlo, ¿debería solo preguntarte?

-Deberías, si es lo que quieres. -respondí divertido.

-Entonces lo haré... -asintió y lo sentí tomar mucho aire. Y luego nada, su respiración se hizo lenta y pesada. Reí y bajé la mirada, intentando ver si dormía, pero nada, no veía ni un poco. Saqué mi celular e iluminé de lejos, estaba dormido, sus labios separados levemente.

-Eres tan raro. -murmuré, me incliné y lo besé. Suspiré y reí nuevamente, haciendo que él se estremeciera en sueños.- Muy raro.

Me quedé despierto un rato más hasta que el sueño termino por vencerme y finalmente me quedé dormido. Pero de nuevo, fui despertado por las manos de Louis sacudiendome y él diciendo mi nombre.

-¿Qué pasa? -pregunté intentando no alterarme nuevamente. Él sonrió debilmente y sus mejillas se pusieron rojas.- ¿Qué sucede? -comenzaba a impacientarme.

-¿Quieres ser mi novio? -escondió su rostro en mi pecho, intentando que no pudiera ver nuevamente sus mejillas rojas por completo.

-¿Pedron? No escuché nada. -dije intentando verlo, pero el no me dejaba, sus brazos estaban fuertemente agarrados de mi.- Vamos, Lou...

-¡Si lo escuchaste! -volteó a verme y me hizo caer de espaldas en el colchón.- Lo escuchaste y yo lo sé.

-Quizá lo hice. -sonreí, él me imitó.- Pero no puedo recordarlo.

-¿Enserio? -antes de adivinar sus intenciones, ya lo tenia a horcajadas sobre mi, con sus manos cada una de un lado de mi cabeza.- No te creo. Quieres verme sufrir.

-Quiza eso sea verdad. -sonreí nuevamente y lo tome por el cuello, cuando estaba a punto de besarle, se alejó.

-No voy a besarte hasta que me respondas. -rió y se levantó.- Si crees que puedes hacer una propuesta mejor que la mia, hazlo tú. -me guiño un ojo y comenzó a abrir la puerta de la tienda.

-Si. -dije finalmente, él volteó a verme.- Si quiero, Louis.

-Así pensé. -se acercó y justo antes de besarme él a mi, me alejé.

- Ahora no, tengo hambre. -me escabullí de entre sus brazos para salir yo de la tienda.

El día fue... extraño. Louis ignoraba su celular, pero cuando yo intentaba hacer lo mismo con el mio, me lo entregaba y me hacia responder. Al medio dia me llevo de nuevo con Niall, luego nos dejo a ambos en el cine, ¿que se tramaba? Ni idea. Me costó un poco aceptar el hecho de que en realidad todo me lo imaginaba yo, que no intentaba deshacerse de mi, que solo queria que pasara tiempo con "alguien de mi edad" a pesar de que estuvieramos ahora en una relación.

Unas dos semanas después, mientras me pidió que le dictara un numero del registro de llamadas, lo vi.

-Te llamó. -murmuré con el ceño fruncido.- ¡Te llamó! ¿Qué se supone que...?

-¿De qué hablas? -preguntó con el papel y pluma en la mano, esperando a que le dictara el número que necesitaba.

-Solo tienes 20 llamadas registradas, solo buscaba el numero. -dije.- Esta es de hace dos semanas, mientras ibamos a tu tonto campamento en el auto...

-Si, ¿y? -preguntó alentandome a seguir y no seguir insultando sus ideas.- Al punto. ¿Quié...? Oh... -y todo tuvo sentido en su cabeza.- Gemma... No le respondí.

-¡Lo se! Pero... ¿para qué te llamó? -gruñi.- ¿Por qué?

-¡No sé, Harry! -Louis se cruzó de brazos.- Te dije que no le contesté.

-No... no, lo siento, estoy pensando en voz alta. -negué y me senté sobre sus piernas, como solía hacerlo ultimamente.- No quiero que pienses que estoy molesto contigo, o con ella, solo pienso mucho.

-Mmm... -dudó un poco. Suspiró y sonrio.- No dudes de mi... ¿de acuerdo?

-De acuerdo, pero... te hablo en serio, no estoy enojado. No hay razón... pero le gustas a mi hermana y es algo molesto. -murmuré y lo abracé, escondiendo mi rostro en su cuello.

Ya hablaría un poco con Gemma... me tocaba darle una charla de decencia y moral. ¿Como iba a andar hablando a chicos a esas horas? Incluso si hubiera sido otro y no mi novio.


No le digas a mi hermana - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora