Capítulo 13: Vidrio roto.

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-Así que... depresión. –dijo Louis en algún momento de nuestro camino al lago. No le respondí, estaba pensando qué decirle, si sería algo inteligente soltar todo de una vez, o ir diciéndolo todo despacio. Al parecer se impacientó, estacionó el auto junto a la carretera y volteó a verme.- Harry, sabes que... sabes que puedes confiar en mí, ¿no? –preguntó, a lo que asentí y suspiré.

-Nunca había llorado tanto en mi vida. Me siento como un bebé. –murmuré cruzándome de brazos. Tenía miedo de parecer demasiado débil frente a Louis, siendo que él siempre parecía tan sereno y fuerte... menos aquel día que me encontraron en el cementerio.

-Es que eres un bebé. –lo vi encogerse de hombros y alcé una ceja. Me sonrió y se acercó a dejar un rápido beso en mi nariz.- ¿Qué? Estas rojo. –me acusó.

-No soy un bebé. –me quejé y me volteé hacia el lado contrario, sentí su mano en mi rodilla y volteé para verlo sonriendo de manera diferente, de la manera en que uno sonríe a los bebés. Rodé los ojos.

No sé cómo fue que dejamos el tema de lado y seguimos el camino hacia el lago. Una vez ahí, nos sentamos en una de las bancas que estaban cerca y nos quedamos mirando el agua. No sé que era lo que él podría estar pensando, pero yo no podía dejar de pensar en mis padres, en Niall, en el acuario. Estaba solo, y no había nada que pudiera hacer para cambiar eso. Sentí el brazo de Louis rodear mi hombro y me atrajo hacia él, y supe después que estaba llorando. No podía dejar de hacerlo y decidí que no iba a intentar detenerme, porque era inútil.

Estuvimos en silencio un rato, él no preguntó nada. Me recosté en sus piernas y mientras él acariciaba mi cabello, me calmé. Suspiré y volteé a verlo, él estaba llorando también. Me levanté y lo miré preocupado.

-¿Por qué estás llorando? –pregunté.

-¿Te dije alguna vez que tenía hermanas? –preguntó. Asentí y él tomó aire.- Hubo un accidente... hace dos meses. Mi madre sigue en recuperación, pero mis hermanas... Harry, mis hermanas. –intentaba no llorar. Podía notar cuán fuerte lo intentaba por la presión de sus manos.- Son tan pequeñas... eran tan pequeñitas... No hay nada que las haga regresar, y lo sé, por eso intento no pensar en eso, pensar que por algo pasó... pero... -gruñó. Comencé a sentirme mal, estos dos meses solo se habían tratado de mi, había absorbido a Louis y había hablado yo todo el tiempo, el poco que pudimos hablar, porque como dije antes, Gemma no me dejaba hacer mucho.- Sé que no lo notaste, pero estuve casi un mes con mi madre. Ella ya está mejor, siente la casa vacía y es que lo está. No te dije nada porque estaba enojado contigo, y sé que tampoco lo notaste. –se rió sin ganas y sentí mi estómago retorcerse. Él tenía sus razones, yo solo lo había preocupado, y  estaba actuando como un bebé, primero escapando y después entrando en depresión, aunque justo ahora no me sentía deprimido. O quizá sí, pero ya me había acostumbrado.

-Lo siento tanto, Louis. –lo abracé.

Por primera vez era él quien estaba roto y no yo. Estos dos meses... no sé como él podía estar derecho, ni como lograba hacerme sentir medianamente feliz mientras él estaba sufriendo. No sé cómo es que no me di cuenta de que algo pasaba y por qué no pregunté nada cuando dijo lo que dijo al encontrarme. Me sentía culpable.

-No lo sientas. Así es la vida. –sollozó, intentando animarse a sí mismo, pero no era lo que él necesitaba.

Y esa tarde intentamos repararnos uno al otro... no tuvimos éxito, pero estuvo bien, y no lo habría cambiado por nada.

Pasó más o menos una semana y media cuando el psiquiatra me dijo que el nivel de mi depresión había bajado "dos rayitas", pero sabía que aún les preocupaba. A veces me parecía chistoso que pensaran que estaba deprimido, pero cuando me daba cuenta de cuantas horas al día me la pasaba escondido en una esquina de mi habitación, o durmiendo, o llorando, o rompiendo cosas... sabía a lo que se referían. Casi no había visto a Louis los últimos días, pero él me llamaba por las noches, y me distraía un poco hasta que me quedaba dormido... ¿quién lo distraía a él?

-Harry... -mi hermana irrumpió en mi habitación a eso de las 11:40 a.m.- Hora de levantarse. Louis quiere que lo acompañemos a recoger a su mamá al aeropuerto... su auto está en la agencia, y me ofrecí.

-Entonces te ofreciste, no quiere que vayamos. –señalé.

-Si dejaras de pensar así, quizá te serviría de algo. –Criticó mientras me levantaba a fuerza de un brazo y me arrojaba una toalla.- Diez minutos, te espero abajo. –dijo antes de irse.- Y saca la basura de aquí, que huele como si alguo hubiera muerto.

Bufé y me levanté. Tenía poca fuerza y eso tenía relación con el mal olor en mi habitación. Había dejado de comer y aunque lo intentaba, dejaba todo en la basura después. Era extraño que Gemma, siendo tan... Gemma, no se hubiese dado cuenta aún. Mi piel se veía transparente y podía ver mis costillas incluso con la playera puesta. Me bañé... o algo así, y salí hacia donde Gemma me dijo que esperaría. Ella no esperó mucho y me hizo subir al auto rápido.

Mientras el auto avanzaba me di cuenta de que... yo no sabía donde vivía Louis. Gemma parecía conocer el camino a la perfección y admito que sentí algo de celos, ¿cuántas veces lo habrá visitado? Suspiré y volteé a ver a mi hermana. Tenía ojeras y las notaba incluso sobre el maquillaje. Alejé la mirada, no soportaba la culpa, ella estaba esforzándose aún más para mantenerme a flote, y estaba acabando con sus fuerzas. Entonces yo también lo noté, ella estaba más delgada y pálida. Todos lo estábamos y era mi culpa... Si hubiera perdonado a Niall y hubiera olvidado lo que pasó, no tendría el diagnóstico, y no estuviera hundido. El recuerdo de mis padres hubiera seguido enterrado y hubiera dado a Louis el apoyo que necesitaba cuando lo necesitaba.

Seguí pensando en cosas y después me tensé. Iríamos a recoger a la mamá de Louis... ¡La mamá de Louis! 


No le digas a mi hermana - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora