Cazadores De Zombies

El comienzo

Como todas las mañanas junto a Luis mi mejor amigo caminábamos hacia la escuela, nunca pude haberme imaginado que esa mañana no sería una jornada normal en el instituto.
Para cortar camino nosotros recorríamos un pequeño sendero boscoso, y ese maravilloso día primaveral caminábamos sin ningún apuro.

-Mira un Mapache muerto.

señaló Luis a la distancia.

-Vamos a verlo de cerca.-

Agregó con curiosidad enfermiza, a él siempre le atrajeron los cadáveres de animales, además el muchacho decía que era una conducta normal para un jovencito de quince años, algo que realmente yo dudaba.

Algún día seré médico forense...

Constantemente decía.

-Vamos Luis, no quiero llegar tarde.

Contesté sin ánimos de acercarme a la criatura.

Sin embargo mi amigo hizo caso omiso.

El roedor inerte, yacía en el suelo.

Mirándolo con atención Luis dijo,

-creo que esta cosa se mueve.-

-No digas tonterías.-

Sin dar mucha cabida al asunto seguimos el camino hacia la escuela, como cualquier día normal.
Habiendo llegado a la institución, notamos como en la puerta principal un grupo de personas esperaban el inicio de clases.
Sin embargo el director salió del interior del edificio informando que debido a un brote de tuberculosis o algo así la escuela estaba clausurada hasta nuevo aviso.

Los chicos vitoreaban las noticias incluyéndome.

-Vacaciones adelantadas... que hacemos ahora Jimmy?- Preguntó con complicidad Luis.

-vayamos a casa y juguemos toda la tarde con la pc ...-

Volviendo a casa por el mismo bosquecito, Luis se dirigió hacia Dónde había estado observando al mapache, sin embargo con una mueca de incertidumbre recorrió la zona sin encontrarlo.

-A lo mejor se lo llevó un carroñero...-

Apunté, con la esperanza de terminar el tema.

En el interior de mi casa mi madre y mi hermana gemela estaban mirando las noticias.

Un brote de tuberculosis se está Desatando por todo el Noroeste del país... Debido a esto la escuela permanecen cerradas... Los mantendremos informados...

El conductor del noticiero, se notaba confuso como si no tuviera conocimiento real de lo que ocurría.

-Hola señora Howlet... Hola Marina.

Saludó, Luis a mi madre y hermana respectivamente.

-Señorita...

Corrigió mi progenitora con énfasis en su tono de voz.

Mi maldito padre nos abandonó poco antes de haber nacido.
Y lo único que nos dejó fué una casa medianamente decente y a mi madre con el corazón destrozado, después de su abandono ella jamás tuvo otro hombre en su vida.

-Van a merendar algo hijos?- Nos preguntó, de forma maternal a ambos ya que consideraba a Luis parte de la familia.

Negandonos con respeto le dijimos que no teníamos hambre y subiriamos a jugar con la pc.

-No vean porno.- Ordenó de forma cómica, mientras reía.

-Mamá... sabés que éso no miro yo... avisale a los padres de Luis que ya estamos en casa.
(...)

La tarde pasó y la noche caía.
Instalados en el ordenador no escuchamos los pasos de mi madre subiendo las escaleras.

Al entrar a la habitación en sus manos traía una bandeja con sánguches y jugos.

-Luis hablé con tus padres... te quedas a dormir esta noche. Ellos saldrán con tus tíos a cenar y no volverán hasta muy tarde.

-Genial...

Exclamamos mientras recibiamos la comida.

-Estoy cansada y creo que me estoy engripando. Si se quedan con hambre Marina pidió una pizza.
Me voy a dormir, no se desvelen aunque pensándolo bien, háganlo al final mañana seguro no hay clases.-

Habiendo dicho eso salió de la habitación, tosiendo de una manera muy extraña.

Después de una amena cena con mi hermanita, dos minutos menor que yo, subimos a continuar con nuestra noche de diversión.
(...)

3:07 marcaba el reloj...
El momento donde comenzó todo.
Por mi ventana que daba hacía la calle, pude ver cómo un auto chocó la camioneta de mi vecino que reposaba en la vereda.
La verdad la escena no me impactó mucho.
Richard mi vecino salió en pijama agarrándose la cabeza e insultando al imprudente conductor.

Junto a Luis a mi lado sonreíamos ya que él era un pésimo conciudadano.
Pero lo que siguió nos borró la sonrisa, el furibundo hombre abrió la puerta con ira sólo para encontrarse con una mujer bañada en sangre que le saltó encima clavándole los dientes en el rostro.

A los escasos metros en que estábamos presenciamos la horripilante escena.
La mejilla izquierda de mi antipático vecino había desaparecido. Ahora estaba dentro de la boca de esa cosa, por que no podía asegurar que éso en realidad fuese una persona.
En el suelo el hombre gritaba de dolor y sufrimiento, sin embargo la bestia no se detuvo, de inmediato se abalanzó sobre el infeliz sujeto propinandolé un mordisco feroz en la garganta.
Los gritos cesaron...

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