La Resistencia.

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Había notado, que el camper era lo suficientemente cómodo como para no necesitar de un hotel o una vivienda, por eso señalé que debíamos avanzar hasta,  que pusiésemos estar más cerca de el aeropuerto.

Y así seguimos bajo las apagadas luces de Las Vegas, conduciendo hasta quedar a unos treinta kilómetros de el destino, sólo unos pocos kilómetros nos separaban de ése aeropuerto. Pero el combustible era escaso. Y dando la orden de buscar un callejón tranquilo para detenernos, allí quedamos en el corazón de Las Vegas, con nuestro vehículo estacionado, mientras nos aguardaba una noche de descanso, sólo habíamos visto pocos infectados a lo largo del camino, lo que nos dió la certeza de que se habían alejado por algún motivo de la ciudad.

-Son las 23:25...-Aseguó Nati, observando su celular, que aún tenia algo de batería.-

-Aún sigues con eso? -Cuestionó Ivana, mientras extendía la cama doble de la casa rodante.-

-Amor... Eistein, argumentó que el tiempo es relativo, sin embargo él no vivió un apocalipsis zombi... -Dije sonriendo, aún sentado al frente del vehículo, con Yuri de compañero, a mi lado.-

Era cierto, el tiempo seguía siendo relativo, pero no por que la sociedad se fué al infierno, en ése apocalipsis zombi, el tiempo carecía de importancia. El tiempos era tan valioso o quizás más valioso que antes y lo medité en ése mundo, donde el tiempo y un arma con balas era lo más invaluable.

-Perdón... Si puedo opinar ... James tiene razón... Necesitamos estar seguro del tiempo, por ejemplo si necesitamos separarnos, debemos saber un lugar y momento preciso en cuál reunirnos, lo mismo pasa con la noche, debemos tener en cuenta a que hora oscurece, ya que las investigaciones de Dharma han demostrado que los infectados son más activos durante la noche. -Informó tímidamente Yuri.-

Luego de esa necesaria conversación sobre lo indispensable que era tener noción del tiempo, las conversaciones giraron en torno a algo un poco más serio, cuando en medio de una banal conversación, pregunté a Yuri, quien y por qué habían hackeado el sistema de seguridad de los laboratorios en donde habíamos estado resguardados.

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A
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Mientras yo estaba luchando, por recuperarme de mi coma, los laboratorios Dharma, recibieron una videollamada, de sus colegas en la isla Plum.
Antes los ojos de Erik Miller, en ésa llamada, surgió un viejo conocido, una figura de tal importancia que él en los laboratorios Dharma International.

Anthony Aberder, un conocido investigador de genomas a nivel mundial, según Erik, ése hombre era tan brillante como narcisista, aunque aún así era alguien de quién había que tener cuidado.

-Hooooola... Mi buen amigo el señor Miller... -Le dijo a mi progenitor el señor Abender. Mientras le sonreía a través de la cámara.-

-Que significa ésto Doctor Abender??-Correspondió Erik, atónito, sabiendo que el ataque a las instalaciones, sólo podrían provenir de algún lado, precisamente de ésa isla.-

-Sabés... Notamos, que según la religión hay una tierra prometida ... Y ésa tierra es ésta isla... Por eso hemos decidido que todos los puros de corazón, si sobreviven será gracias a éste lugar... También tomamos la decisión de que en exactamente un año, liberáremos a los Cleaners... Para que cada ser humano pueda vivir en armonía con el mundo que le ha tocado vivir....-Soltó mientras sonreía de forma macabra, el individuo que estaba a cargo del complejo de la isla.-

-Éstas enfermo!!!?? Eres un maldito hijo de puta si todavía tienes esas cosas allí!!!.... -Blasfemó Miller, mientras apretaba los puños frente a su escritorio.-

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