Los Nuevos. Cazadores de Zombis

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Allí estábamos, los tres juntos.
Como esa primer noche en que todo comenzó.

Marina, se veía en control, muy diferente a la sádica criatura sedienta de sangre que hacia cuatro días casi me había matado.

-Te felicito hermana... Pudiste salvar y proteger a una gran cantidad de personas...- le comenté.-

-Lo sé aunque me costó un ojo de la cara...- Comentó señalando su lado izquierdo.-

Luis y yo, enmudecimos, hasta que Luis dijo.

-Si quieres te doy una mano...-

Señalando su muñon derecho.

En ése momento, los tres nos echamos a reir sin control, de una manera tan frívola, bizarra y a la vez pura, como no lo hacíamos desde hace una vida.

Sin embargo, mi risa murió cuando Marina me miró con seriedad y trisreza.

-Luis me contó sobre Ivana y David, lo siento hermano... Estás bien?-

-La verdad no... Estoy devastado, pero tuve que continuar, aún me quedaban Luis, Samantha, Nati y vos... Era mi deber no bajar los brazos.-

En ése momento giré hacia Luis.

- Oye amigo... Nos dejas a solas?

Pregunté, sin ánimos de ofenderlo, pero debía de hablar con mi hermana.

- Está bien... Iré a dar una vuelta por aquí...

Al instante mi amigo abandonó la habitación, siguiendo mi pedido.

- Sabes Marina... Desde que abandoné el laboratorio me arrepentí por no haberte llevado, pero creí que estarías más segura y protegida, creí, creí siempre creo que hago lo correcto pero tu rostro quedó desfigurado y te entiendo si jamás me lo perdonas...-

No pude verla a la cara, miré al suelo mientras de mis ojos brotaban lágrimas como el caudal de un rio.

- Ya hermano... No es tan importante, de enserio que te perdono no es tu culpa...

Dijo, mientras ponía su mano sobre mi hombro.

- Sabes... Tú también sufriste mucho, mientras Luis esperaba afuera tras la puerta me contaba todo lo que sucedió, no puedo creer que después de éso, sigas de pie, pero ahora debes ayudarme, debes de luchar conmigo para poder mantener a estas personas con vida, ya que los del laboratorio Dharma que atacaron a nuestro laboratorio, no sé bien que buscan, pero lo que si sé es que se llevan a todo hombre, mujer y niño que pueden como le pasó a Erik,  por eso es nuestro deber protegerlos,

- Te ayudaré... Lo haré hermana debo de resarcir mi deuda.

- Otra cosa más... En caso de que Mía... Ya sabes mi otra parte, tome el control y amenaza la vida de alguien tu debes detenerla, sin importar que pase... Dicho eso, debo presentarte a los únicos en quien yo confío y que te aseguro puedes confiar.

Marina tomó un radio y dijo calmadamente

- Chicos, vengan a la torre si?

A los pocos minutos, Luis entró a la habitación, precedido por un trío pintoresco de personas.

- James. Él es Bruce.

Dijo señalando a un muchacho de color, de enorme porte, se veía de un metro ochenta y unos cien kilos aproximadamente.

El fornido joven se acercó a James y estrechando su mano comentó.

- Es un gusto, se sabe ya que eres hermano de la jefa y que también tienes "habilidades" como ella.

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