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Julie Navidad Morris Dasher una aficionada de tiempo completo a la literatura se encuentra en un grave problema cuando su madre la obliga a casarse. Pero contraer matrimonio es la ilusión de toda mujer ¿no? Definitivamente no, para Julie no l...
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Para ponerle punto final a nuestra situación de "negociantes", ahora es él quien me abraza y me embarga completamente el miedo por qué se repita lo de hace unas horas.
―Puedes abrazarme ―musita― no te besaré.
Pero ¿quién me asegura que esta no es una de sus estúpidas mentiras? ¿o peor aún, que esto sea una mentira? Tal vez suene hipócrita y de cobardes pero le devolveré el gesto para que no se ponga de mal humor. Decir que el momento es fantástico es una vil mentira, esto es mucho más incómodo que lo que sucedió en el baño. No sé cómo debo comportarme así que me retiro.
―Bueno, ahora si no tienes nada más que decir ―hablo en un intento que esto termine por fin, evitando su mirada.
―Sí tengo algo más ―carraspea y se recuesta en mi cama ―como ya dije, eres diferente; ya no intentaré algo contigo en, respecto a lograr que te acuestes conmigo ―valla, al final eso era lo que quería, llevarse mi virginidad para luego tirarla al rincón de las cosas perdidas ―ya no insistiré en besarte o tocarte como antes lo planeaba ―no quiero más explicaciones de esto, ¡por favor! Mi mente no del todo casta y pura pero mi manera de ser sí, en todo esto soy una novata, y me habla como si ese fuera mi tema de conversación favorito―así que si tú quieres ―justo cuando creí que él no tenía emociones, un leve color rojo escarlata tiñe sus mejillas ―y aunque suene extraño, después de todo lo que te hice pasar ―carraspea una vez más, y si sigue así acabará irritándose la garganta ―quería pedirte que ―carraspea y se atraganta con su saliva, comienza a toser y después de un momento de observarlo hasta que se detenga, le encuentro algo divertido a la circunstancia y aunque él está tosiendo fuertemente, a mí me embarga una extraña risa que no puedo controlar.
Hasta que un espasmo recorre mi vientre, y sé exactamente que es. ¡Hoy no por favor! ¿Por qué me sucede esto cuando estoy en una casa llena de chicos? Lo peor de ser irregular es que no sabes cuándo o dónde llegará y en que líos te meterá. Mis carcajadas paran en seco al darme cuenta que unas gotas de rojizas manchan mi pantalón de pijama, es el momento en que tengo que salir lo más pronto posible de una manera rápida y sigilosa.
Tan pronto como puedo tomo mis trastos para la ducha y ropa limpia, me envuelvo en una cobija que me cubre desde la cabeza hasta los tobillos, Abad tan sólo me mira como si fuera el fenómeno más horripilante del siglo XXI, si tan sólo entendieran lo que nos sucede cuando llegan esos días...
―Justo cuando creí que ya había visto todo, apareces tú. ¿Quién se envuelve en una cobija a las once de la mañana en la playa? ―su tono es burlón y quisiera contestarle pero me saldrá con otra broma que no podré soportar.
―Ya, ya ―murmuro. Le miro e intento decirle con la mirada que salga, porque no me fio de un desconocido como para dejarlo con mis amores en la habitación.
―Tu cama es mucho mejor que la de nosotros, te tomaré la palabra ―se recuesta más y toma mis almohadas para abrazarlas ―de hoy en adelante esta es mi habitación ―sonríe y pongo cara de mala leche y frunzo el ceño mientras saco mi lengua y hago pucheros.
―¡Vaya que eres una mujer de carácter, princesa! ―resopla y levanta su cuerpo con desgana. Mientras que a mí me gana la urgencia por ir al baño. Camina a lado de mí y sale con la displicencia impregnada en todo su ser. Espero unos momentos para que desaparezca y no tener la desgracia de encontrármelo una vez más en el día.
Al contrario de Abad, salgo llena de energía y bajo rápidamente los escalones hasta llegar a la planta baja. Desde aquí puedo observarlos a todos desayunar y gracias a Dios y toda la corte celestial nadie ha notado mi presencia; camino como detective hasta el baño, me adentro en el y cierro la puerta.
...
Y una vez más en el día me maldigo por no ser consciente de que hice bastante mal las maletas, que no traigo ni un producto de higiene que funcione como toalla femenina. Y otra vez me encuentro en problemas.
Mi única opción es gritar hasta que alguien venga a socorrerme.
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En resumen, mi mejor amiga llego a mi salvación y soluciono mi conflicto, en realidad que la quiero mucho. También cabe mencionar que Mariel tampoco tenía nada para este tipo de emergencias y mando a unos de los chichos para traer toallas a un "minisúper" pero trajo tampones. Nunca había usado uno y cuando me lo puse sentí que me violaba a mí misma, así que lo deseche al cubo de basura, le pedí de nuevo a mi única amiga, que esta vez alguien trajera toallas, ella fue personalmente a la compra de dicho producto mientras yo seguía encerrada en el baño, en conclusión ella me salvo la vida.
Mariel le pidió al chico que se encarga de la cocina que sazonara algo con sólo verduras, un platillo especial sólo para mí, Mariel subió mi plato a mi habitación, porque aún tengo un poco de pánico a enfrentarme a los chicos o tan si quiera interactuar con ellos.
Tengo que admitir que la comida está deliciosa; en casa, mamá siempre controlaba mis alimentos y cuidaba que no tuvieran especias ni mucha sal o aceite, ya que ella cuidaba mi nutrición al máximo; pero por nada del mundo había probado algo parecido, es esa exquisita combinación de elote dulce con trocitos de chile y un toque de condimentos y sal, no entiendo como algo tan simple lo convierte en algo especial; pero sin duda se ha convertido en mi platillo favorito.
Paso lo que queda de la tarde releyendo La Odisea en mi habitación hasta que la luz del día comienza a esfumarse, aún no me puedo creer que sea libre, ni siquiera me he tomado la molestia de salir y explorar como lo hacía cuando era niña. Así que dejo mi lectura para otro momento y me siento en el borde de la ventana, la vista es increíblemente hermosa, el sol bañándose en el mar y sus rayos dando sus últimas ráfagas, la brisa fresca de las pequeñas olas al final de la playa; esa inconfundible fragancia a mar, la tranquilidad que se palpa en el ambiente e intento sumergirme en ella todo lo que puedo.
Es alucinate la paz que siento con tan sólo estar unos minutos aquí. Un leve sonido de que alguien llama a la puerta me saca de mi tranquilidad y suelto un bufido mientras me alejo de la ventana para averiguar quién ha sido.
Giro el pomo de la puerta y la abro. No hay rastros de vida humana no gatuna por donde quiera que veo; suelto un gruñido de exasperación por quien quiera que sea que me haya hecho perder el tiempo en sus malditas bromas, decidida a indagar quien ha sido el causante de mi perdida de paciencia, doy un paso hacia el exterior hasta que algo cruje, retiro mi pisada y encuentro una hoja doblada el vestíbulo de la puerta, la tomo y la abro.
"PARA SIEMPRE DE TU MANO"
Quiero estar unido a ti, toda la vida, Sin pensar en lo que pasará, Tan sólo estar a tu lado, Sin pensar en todo lo que vendrá. Una vida a tu lado, no existe mejor regalo, Inundado de tu sabor, único y especiado, Sin duda, el mejor posible, para mí, tu enamorado. Reto al tiempo a que pase, a que se atreva a venir, Porque nunca en mi vida, te dejaré jamás de mi lado partir.
Mi corazoncito no puede con tanta dulzura.
... Bueeeno, lo siento Nalle otra vez, pero quería subir los dos capítulos. Quiero decirles que estoy muy contenta ¡tengo mi primer empleo!, aunque eso me quita un poco tiempo para escribir aquí nos veremos <3. Me encantó tu critica Vanessa, casi lloro :,)
