—Klaus...— musitó ella con temeridad.
—Hola mi querida Elena...— saludó con descaro el vampiro.
—¡Deja a Caroline en paz o te juro que...!— amenazó Elena pero rápidamente fue interrumpida por el rubio.
—¿O qué, Elena?— le recriminó. —Te advierto que no estás en condiciones para amenazarme ya que tengo a tu querida amiga Caroline atada con sogas remojadas en verbena y lápices de madera atravesando sus manos, ¿quieres escuchar?— rápidamente la cazadora escuchaba perfectamente como Klaus le clavaba un lápiz de madera en quien sabe donde pero al momento que lo hacía la rubia emitió un terrible grito desgarrador a la vez que sollozaba de dolor.
—¡DEJA A CAROLINE EN PAZ!— pidió con desesperación. —¿Qué es lo que quieres?— preguntó comenzando a soltar pequeños sollozos al escuchar a su mejor amiga sufrir.
—Así me gusta...— una gran sonrisa triunfadora se formó en los labios del ojiazul. —Te quiero de regreso en Mystic Falls— informó con seriedad. —Y sin ninguno de tus orangutanes que tienes como guardaespaldas, los Winchester.
—Bien, lo haré, lo haré, lo haré. Haré todo lo que tu me pidas pero por favor, deja a Caroline fuera de esto, por favor— suplicó entre pequeños sollozos.
—No llores, amor. Tú amiga estará bien... en cuanto llegues aquí...— manifestó. —Tienes 5 horas para llegar a Mystic Falls o de lo contrario, morirá...— amenazó Klaus. —Tú tiempo comienza ahora— finalmente, después de haber dicho eso, colgó.
En un acto de desesperación, la morena lanzó su móvil, maldiciendo por no poder hacer nada. Klaus sabía perfectamente como chantajearla y eso era lastimando a toda la gente que quería. Ahora sí, no tenía ningún haz bajo la manga contra él y lo único que le quedaba era entregarse con tal de que Caroline estuviera a salvo.
Ella sabía que no le quedaba mucho tiempo así que, antes de que regresara Sam, pidió un taxi para que la llevara al aeropuerto para regresar a Mystic Falls y poder salvar a Caroline.
Por el otro lado, Sam se dirigía a la barra para pagar por las últimas cervezas que se habían bebido. Mientras esperaba a que fuera atendido, logró notar que su hermano igual se dirigía hacía la barra, esté último se recargó sobre la barra y miró a Sam con una sonrisa burlona en su rostro.
—¿Se van tan pronto?— declaró el mayor de los hermanos.
—Sí... todos estamos muy cansados, ha sido un día muy agotador y si te soy sincero, muero por dormir unas cuantas horas antes de regresar al búnker— espetó tajantemente el otro hermano
—¿Acaso soy el único que aún tiene energía para divertirse un rato más?— le recriminó a Sam. —La tengo comiendo de la palma de mi mano— chilló, haciendo referencia a la bella chica que le hacía compañía al Winchester de menor altura.
Enseguida, llegó uno de los empleados y rápidamente Sam tomó un billete de 20 dólares para pagar las cervezas, de él, Elena y Jody.
—Cobrate las cervezas y conserva el cambio— indicó el de la cabellera larga, a lo que el empleado le agradeció con una amable sonrisa y cobrarse las bebidas. —¡Felicidades Dean! Que disfrutes tu noche— exclamó sarcásticamente a la vez que caminaba hacía la puerta de salida.
—¡Oh vamos tío! No seas un aguafiestas— resopló un poco malhumorado. —Sam, de vez en cuando podemos divertirnos. Eso es divertido...— mencionó a la vez que señalaba a la hermosa chica que le hacía compañía. —Una noche de hermanos, ¿ugh?— arqueó ambas cejas, sonriendo para tratar de convencer al pequeño Sammy.
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Salvation «Dean Winchester»
FanficCasi se me apaga la luz, llegué a ser solo el eco de una voz que un día brilló, pero un día renació la esperanza, la luz volvió a brillar, me di cuenta que estabas ahí, gritando sin miedo que aún creías en mí... Y por ti y por mi, soy más fuerte y...