Salvation «Dean Winchester»

30. Katerina Petrova

Dean, Sam y Elena bajaron de sus respectivos automóviles y caminaron hacia el porche de la casa de la castaña, en donde les esperaba una Caroline preocupada.

—¡Gracias al cielo que te encuentras bien, Elena!— exclamó la rubia con un gran alivio al ver a su amiga e inmediatamente corrió a abrazarla.

—No lo hubiera conseguido si no fuera por Dean...— dijo mientras cruzaba una pequeña mirada con el cazador de menor altura. —...y por supuesto, Sam— terminó de decir, riendo un poco al ver la mirada amenazante que le lanzó su amigo pero obviamente que terminaron a carcajadas.

—Gracias por rescatarme Elena...

—¿Estás bromeando? Eres mi mejor amiga Caroline, mi hermana... No tienes que agradecerme...— interrumpió la morena.

—Siempre cuidaremos de nosotros mismos— anexó el Winchester mayor. Colocando su brazo sobre el hombro de la cazadora.

—Siempre.— añadió Sam, abrazando de igual manera a su chica. —Somos una familia y siempre cuidaremos de nosotros.

Un ambiente de paz y armonía se sentía en el lugar, cada uno podía sentirse seguro estando todos juntos.

—¿Qué les parece si entramos? Estoy que me congelo aquí afuera— comentó la castaña, dirigiéndose hacia la puerta de su respectiva casa y abrirla.

Primero entró Elena detrás de ella iban Dean y Sam pero algo le impedía cruzar a la rubia vampiresa. Todavía no había sido invitada...

—Uhmmm... Elena...— articuló Caroline. —Tenemos que recordar que aún soy un vampiro y aún no me has invitado a pasar...— mencionó.

—Oh, lo siento Care. Casi lo olvido...— respondió la cazadora, rascándose la cabeza. —Puedes pasar— decretó, invitando a su amiga a pasar.

Lentamente, Caroline dio un paso, algo temerosa, y al ver su pie dentro de la casa, entró sin problema alguno, soltando un pequeño respiro de alivio.

Los muchachos al estar dentro de la casa, dejaron sus cosas en el sofá mientras que Elena se dirigía a la cocina.

—¿Tienen hambre chicos?— preguntó a ambos hermanos.

—No.

—Demonios, sí.— contestó el Winchester de menor altura, causando que la morena soltará una pequeña carcajada mientras que su hermano le daba un discreto codazo en el brazo. —¡Ouch! ¡¿Qué?!— se quejó esté, fulminando con la mirada a su hermano menor.

—No te preocupes, Sam. Tengo algo de pie en el refrigerador— señaló Elena mientras le guiñaba un ojo al cazador de cabellera corta con una pequeña sonrisa, a la vez que se dirigía al refrigerador para tomar un pedazo de pie.

—Dios, ella es perfecta— murmuró levemente para que solamente lo escuchara su hermano.

—Si, lo es...— musitó mientras que él dirigía su mirada hacía su hermosa Caroline.

Después de que Dean comiera su pedazo de pie, decidieron ir a descansar. Elena les dijo a Sam y a Caroline que podían dormir en el cuarto de la difunta Jenna mientras que Dean podía dormir en la habitación de Jeremy y ella, claramente, dormiría en su habitación. Pero el Winchester mayor se negaba rotundamente a dejar a la chica sola.