Capítulo XII

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Mientras bajamos del barco, la chica le contó a Damien lo que había ocurrido y donde estábamos. Yo iba por detrás de ellos cargando con el cofre que el anciano tanto apreciaba.

- Oye viejo, ya que quieres tanto el cofre, ¿por qué no lo llevas tú? 

- Zed, deja de quejarte - Hiart me fulminó con la mirada.

Sentí arena meterse en mis ojos. Grité y solté la caja para poder limpiarme un poco. Al quitar las manos vi como un chico se iba con el cofre. Salí corriendo detrás de él. Atravesé todo un mercado siguiendo a ese muchacho pero era difícil seguirle el paso ya que había muchas personas. Esquivarlas resultaba imposible. Llegamos a un callejón sin salida y el niño paró en seco. Cuando me quise dar cuenta, estábamos rodeados por un grupo de bandidos. Detrás de mi aparecieron Hiart y Damien. 

- Yo no hice nada, no le conozco, se lo juro - dijo asustado el chico.

- Pero que dices - le cogí del brazo - Mentiroso de mier-

- Vaya, vaya - dijo uno de ellos.

Miré al que había hablado y resultaba ser el tipo del barco.

- Tranquilo, nosotros ya nos vamos - comencé a irme empujando al niño delante de mi.

Unos hombres se pusieron delante para terminar de rodearnos por completo dejándonos sin escapatoria. El muchacho hizo un poco de fuerza y escapó.

- ¡Oye!

Me giré nuevamente y vi como el hombre se acercaba mientras crujía sus muñecas. Sinceramente, ahora lo único que quiero es pillar a ese mocoso y hacerle pagar por robarme. Sentí un tirón en la espalda. Vi a Hiart correr con mis shurikens en las manos. Comenzó a atacar con una agilidad increíble. Dio un salto, apoyó sus manos en el suelo y giró con las piernas estiradas dando patadas. Esquivó los ataques de dos de ellos, se puso detrás y les dañó con los shurikens. Daba volteretas mientras seguía atacando. Dejó a muchos en el suelo solo en un par de segundos. En una pirueta quedó delante de mi y me miró.

- ¿Vas a dejar que me divierta yo sola?

- Te sigo, Milady.

Hice aparecer varias sombras y atacaba a la vez que cambiaba posiciones con ellas. Hiart y yo nos sincronizábamos perfectamente. Pronto comenzaron a caer como moscas. El hombre del barco veía cabreado como acabábamos con sus camaradas. Puse las manos para que Hiart apoyara el pie y saltara. Al hacerlo tiró a uno de ellos al suelo quedando encima de él. Esto estaba siendo bastante divertido. No recordaba una lucha como esta.

- ¡Alto! - el hombre alzó la voz - O me cargo al viejo - puso una daga en el cuello del anciano.

- ¡Damien! - gritó Hiart.

- Abajo las armas, ¡ya!

No lo dudamos y tiramos lo que teníamos.

- Sujetarle - ordenó.

- ¿Qué hacéis? - dije cuando me agarraron y me pusieron de rodillas.

Tras soltar a Damien, comenzó a andar hasta Hiart. Le acarició el pelo y seguidamente el cuello.

- Tu vienes conmigo.

Hiart le escupió en la cara. Entonces aquel tipo le agarró de las manos y empezó a arrastrarla hacia él. Yo intenté liberarme pero era imposible, cada vez hacían más fuerza. Tiró a Hiart al suelo a la vez que se arrodillaba. Ella comenzó a forcejar hasta que le agarró por el cuello.

- Quieta...O tu amigo no apreciará bien los detalles - dijo mirándome mientras que lamía la mejilla de Hiart.

- ¡¡HIJO DE PUTA!! - grité con impotencia. 

De repente aparecieron en círculo un par de cuchillas que dejaron a todos los presentes en silencio. Tras unos segundos en el aire, todas se dirigieron al centro donde apreció una silueta y seguidamente el cuerpo de aquel hombre cayó al suelo. 

Breathe (3º Temporada 'Y De Repente Tu) - League of Legends FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora