Breathe (3º Temporada 'Y De Repente Tu) - League of Legends Fanfic

Capítulo I

*Meses más tarde*

Atravesaba el bosque con gran facilidad. Usaba mis sombras para poder transportarme deprisa hacia más adelante. 

Paré. No hice ningún ruido.

Veía a los soldados noxianos marcharse, la guerra había terminado y las bajas habían sido bastantes, más de las que esperaba...Aunque se pudo controlar gracias a Yi y a la Orden de Shen, si no, Jonia probablemente hubiera sido exterminada. Que lástima no haber podido participar...A favor de Noxus claro está.

Continué mi camino cuando tuve oportunidad, esta vez iba más relajado. Llegué al río que pasaba por el pueblo. Vi a toda la gente que aún quedaba con pocas fuerzas ayudando a los heridos y muchas otras contando los muertos, intentando identificarlos. No recordaba una tragedia así. Demasiadas bajas...Pero, ¿qué esperas cuando atacan a la Ciudad-Estado más pacífica de Runaterra? Dejé salir un suspiro y noté que algo me observaba. A lo lejos se encontraba Shen, me pilló. No me quitaba la vista de encima, pero yo tampoco iba a ceder y a apartarla.

De repente escuché una explosión a lo lejos. Giré la vista y vi humo saliendo de entre las montañas. Shen miraba hacia el mismo lugar y tras posar mi vista sobre él una vez más, salí corriendo en forma de sombra para poder ir más rápido.

Entré en la Orden de las Sombras a toda velocidad, abrí una puerta liberando todo el humo que se había acumulado dentro de la habitación y fui apartándolo moviendo los brazos para poder entrar, aunque no pude evitar toser un poco.

- ¡Maestro Zed! ¡Me alegro de que haya vuelto! - dijo ese maldito viejo.

- ¿Pero que haces con tu vida? - pregunté molesto - Vas a hacer que la Orden salga por los aires o lo que es peor...¡Que nos descubran! - grité.

- Si si....Lo que usted diga, pero mire - me enseñó un frasco - Esto es lo mejor que he podido inventar en mucho tiempo y aunque no lo parezca puede servirle de mucha ayuda. ¿Quiere verlo?

- ¿¡Que!? ¡No! ¡Viej-!

Lanzó el recipiente de cristal contra el suelo provocando otra explosión puede que más fuerte que la anterior. Me convertí en sombra y ayudé al viejo a salir de allí, una habitación que ahora estaba en llamas.

- ¿¡DE QUE VAS!? - dije atónito.

El anciano no hacia más que reírse. Yo en cambio le miraba con odio aunque era obvio que él no lo veía por la máscara. En este momento me arrepiento de haberle traído a este sitio. 

- Maldito viejo...- susurré comenzando a marcharme de allí.

- Señor Zed...- reía sin parar - ¿A dónde va?

No dije nada, solo me limité a sacarle el dedo corazón y a desaparecer de allí.

- ¡Que te den!