Breathe (3º Temporada 'Y De Repente Tu) - League of Legends Fanfic

Capítulo XXI

Cerré los ojos y suspiré. Había perdido de vista a Hiart y a Talon, por no nombrar a Itziar. Una vez más, me encontraba solo. Opté por irme, pero una parte de mi deseaba poder estar con la peliplata, aunque no me quedaba otra opción, ¿qué hacía allí sin hacer nada? Miré al frente y pude ver al viejo haciéndome señales. Alcé una ceja. No entendía lo que intentaba decirme. Comenzó a moverse más rápido y señaló hacia la puerta. Entonces pude ver a Shen dispuesto a entrar. 

- Mierda - susurré.

Estaba a punto de mirar hacia donde me encontraba, si me ve, es imposible evitar una pelea. Sentí entonces como alguien agarraba mi mano y tiraba ligeramente de mi. Cuando me di cuenta, vi a Hiart sonriendo. Hizo un suave gesto con la cabeza, dándome a entender que la siguiera. Desde luego que no iba a negarme. 

Conseguimos salir por otra puerta, evitando que Shen se diera cuenta de nuestra presencia. Fuimos a pasear por los jardines, intentando alejarnos lo máximo de allí. Llegamos a una gran fuente. La oscuridad invadía el lugar, pero la tenue luz de la luna nos dejaba vernos. Hiart se sentó en el borde y yo seguí andando, observando la estatua por la cual salía el agua. Era de un ángel, nada original.

- Típico de Demacia - pensé en voz alta.

- Pues a mi me gusta - dijo Hiart apareciendo bajo las pequeñas cascadas de la fuente.

- ¿Qué haces ahí? - reí.

- ¿Quieres ayudarme a salir?

- ¿Y mojarme? Ni de coña.

La peliplata infló sus mofletes y yo le saqué la lengua haciendo una pequeña burla. No lo pensó dos veces y me tiró agua.

- Estas perdida, señorita.

Me convertí en sombra. Me puse detrás de ella, la abracé y nos dejé caer. Quedé sentado y Hiart cayó sobre mi pecho. Nuestras miradas chocaron, rápidamente la peliplata intentó separarse y sin pensarlo la besé. Al separarnos, la vi completamente sonrojada.

- Será mejor que vaya a buscar algo para secarnos - dijo mientras se levantaba. 

Una vez se marchó tras regalarme una sonrisa, salí de la fuente. Escuché un pequeño ruido, después caí al suelo al notar algo abalanzarse sobre mi. Me deshice lo más rápido que pude, despareciendo el tiempo justo para ver lo que me había atacado. Al no ver nada, me materialicé. En ese momento, Talon salió de su invisibilidad dispuesto a poner su cuchilla sobre mi, pero pude esquivarlo a tiempo.

- ¡Zed! - gritó con furia, corriendo para intentar dañarme.

- ¿Se puede saber que pasa contigo? - dije a la vez que evitaba que su hoja me cortara.

- Sabía que nunca tendría que haber dejado que esto pasara... - se detuvo - ¡Sabía que acabar contigo era una buena opción!

- Tienes miedo, ¿no?, miedo a lo que Hiart sienta por ti.

Noté sus ojos llenos de rabia clavarse en los míos. 

- Ya veo lo q-

- ¡Cállate! - me impidió hablar - No sabes nada, Zed...

- ¿Y qué es? ¿¡Que Hiart se enamoré de mi!? 

Tras un gran grito de furia volvió a lanzarse para terminar conmigo de una vez por todas. El único problema era que yo no estaba armado y no podía pasar todo el rato cambiando de una sombra a otra. Talon hizo aparecer su círculo de cuchillas y desapareció. Intenté calcular el tiempo justo para cambiar de posición, pero fue en vano. Todas y cada una de ellas me dieron, dejándome muy mal herido y paralizado. Caí al suelo. Esta vez, no tenía escapatoria.

- ¿Últimas palabras? - pronunció Talon.

No podía hablar, intenté apoyarme sobre una rodilla pero era imposible. Solo podía pensar en el dolor que sentía.

- Lo suponía.

Alzó su cuchilla dispuesto a dar el golpe final, el golpe que acabaría con mi vida. Pero, justo en ese momento, alguien me abrazó, colocándose delante de mi. Escuché un suspiro. Era la peliplata, quien recibió un pequeño corte por parte de Talon.