Capítulo XVII

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Suspiré antes de abrir la puerta. Al hacerlo, vi a la peliplata dispuesta a salir, se sorprendió al verme y me golpeó en el pecho en un acto reflejo.

- ¡Ah! - me quejé por el dolor.

- Lo siento, lo siento, lo siento - se disculpó seguidamente mientras ponía su mano en mi hombro.

Al ver su gesto me aparté rápidamente de ella.

- Zed...

- Déjame - pronuncié seriamente.

- ¿Se puede saber qué te pasa?

- El viejo dice que deberías comer algo - me dirigí hacia la cama ignorándola por completo - ¿Por qué no bajas y...?

- ¿Es lo único que me vas a decir? A ver si me queda claro...- cruzó los brazos - Llevo preocupada por ti desde que Itziar casi te mata, llorando día y noche, esperando a que despiertes...¿¡Para esto!?

- Hiart...- susurré.

- No, Zed. ¿Se supone que de esta manera agradeces lo que hacen por ti?

- Para...- dije más bajo.

- ¿Despreciando a las personas que te quieren?

Hiart reaccionó a lo que había dicho. Lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas y apretó el puño mientras movía la cabeza.

- Dime...¿Qué te he hecho para que me trates así? - musitó - Me puedes explicar...¿¡Por qué me importas tanto!? - gritó.

Al oír aquello, fui hacia ella con paso decidido. Vi como sus ojos se abrían asustados y sin pensarlo, la besé. Pude sentir como alzaba su mano, probablemente para golpearme, pero comenzó a acariciar mi pelo. Agarré suavemente su cintura para acercarla a mi. La subí un poco, rodeó mi cadera con sus piernas y la apoyé contra la puerta. Los besos se volvían cada vez más apasionados. Hiart respiraba deprisa, soltaba pequeños suspiros e incluso clavaba ligeramente sus uñas en mi espalda.

- Q-Quieto...P-Podrían...Oírnos - la interrumpía al besarla.

- ¿Crees que me preocupa? - mordí suavemente su cuello.

La peliplata gimió, rápidamente puso su cabeza en mi hombro y me abrazó. Podía notar como se sonrojaba, por lo que reí.

- No...Te rías...- dijo avergonzada.

La tumbé en la cama y quedé encima de ella. Continué besándola, puso su mano en mi pecho con cuidado, separándonos un instante. Su mirada se clavaba en mis ojos. Nos hizo cambiar de posición, empujándome suavemente para ahora estar ella sobre mi. Se sentó en mi entrepierna, con sus manos seguía acariciando mi torso y comenzó a mover sus caderas. Agarré su cintura, ella se disponía a liberarse de su top, por lo que me incorporé rápidamente dejando nuestros labios rozar. Un beso más, y no sería capaz de controlarme. 

- Hiart...- pronunció una voz desde el otro lado de la puerta.

La peliplata sorprendida, rápidamente se levantó, haciendo que me tumbara en la cama nuevamente. Cogí su mano, tiré de ella para abrazarla y así evitar que respondiera.

- ¿Hiart? ¿Estás ahí? - insistió la voz.

Tras un pequeño forcejeo, la chica al fin pudo librarse de mi. Se dirigió hacia la puerta, yo me deshice en sombras y me coloqué tras esta para evitar que me vieran.

- ¿Talon? Que sorpresa - dijo sin abrir demasiado - ¿Necesitas algo o...?

- N-No, solo venía a preguntarte si...Te gustaría ir a comer, Damien sigue preocupado y a parte, me gus-

- Sí - interrumpió al moreno - Dame un minuto y estaré lista - cerró la puerta.

Antes de que pudiera girarse, me acerqué a la ventana para abrirla. Al verme, la miré fijamente a la vez que movía las cejas de arriba a abajo. Hiart, no hizo más que sonreír.

- Zed, por favor, ayúdame. No quiero tener una cita con Talon - dije imitándola - Está bien, está bien...Si insistes...

Breathe (3º Temporada 'Y De Repente Tu) - League of Legends FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora