Capítulo 1: COMPLETAMENTE NORMAL

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"-Ji Yong

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"-Ji Yong... Ya es hora de que tú y yo nos reunamos al fin".

Abro los ojos de golpe.

El sonido del despertador comienza a taladrarme los oídos y a darme dolor de cabeza. No hago mas que tomarlo entre mis manos y lanzarlo al otro lado de la habitación con fastidio.

Vuelvo a hundir el rostro entre mi almohada y pienso en ese sueño tan extraño. De nuevo, esos ojos tan hechizantes han aparecido...

Hasta ese momento es que me percato que Gaho y Jolie ha pasado la noche junto a mi. Sonrío y dejo unas pocas caricias en sus cabezas antes de levantarme de prisa. Si me quedo un minuto más acariciando a mis perros se me hará tarde para mi primer trabajo.

Me ducho, escojo una vestimenta formal, y entre prisas, devoro unas galletas. Casi estoy por salir cuando me percato de que las flores de mi departamento están casi marchitas.

-¿Tan pronto?- murmuré para mi mismo, con tristeza –Bueno, han durado casi un mes... Deberé sustituirlas.

Me encuentro cerrando la puerta de mi departamento cuando visualizo a una pequeña de ojos grises concentrada en su juguete. Sonriendo, me acerco sigiloso hacia ella y cuando menos lo espera la cargo entre mis brazos.

-¡Buenos días, Lizzie!- ella suelta carcajadas que hacen que se le marquen unos precioso hoyuelos.

-¡Yongie!

-Hola, preciosa... Te he echado tanto de menos. ¿Porqué no has ido a verme, eh?

-Lo lamento, es que he tenido muchas tareas en el colegio- hizo un puchero, mientras apretaba el agarre en mi cuello.

-Eso se debe a que siempre deja las cosas importantes para último momento- intervino una voz -Buenos días, Ji.

-¡Señora Elizabeth! Que gusto verla- deposité cuidadosamente a la niña en el suelo y estreché la mano de su madre.

-Lo mismo digo. Esos trabajos te absorben mucho.

-Solo lo suficiente para mantenerme ocupado y pagar mis cuentas sin problema. Por cierto, ¿le molesta si le doy lo del alquiler y realiza el pago por mi? No creo que me sea posible hacerlo mañana, tendré una conferencia del trabajo.

-Claro, no hay problema- sonrió.

Una vez que le he dado el dinero y me despido de la pequeña Lizzie, salgo del edificio rumbo a mi trabajo. Sin poder evitarlo arrugo la nariz. El aroma de ciudad nunca me ha gustado. Pareciera que está siempre todo tan contaminado... Sin nada que pueda hacer, me dirijo a mi destino con rapidez. Detesto llegar tarde y perder tiempo que puedo emplear en mi trabajo.

Paso casi toda la mañana entre papeleos, llamadas y escribiendo en mi computadora.

-¡Kwon Ji Yong! A mi oficina.

EL NUEVO PRECEPTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora