Capítulo 29: ENCERRADO EN SI MISMO

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 POV. YOUNGBAE: 

Esto es imposible.

No me lo puedo creer.

Las palabras que han salido de los labios de Ji Yong...

No puede ser mentira. Él no se inventaría una cosa así, sin embargo, mi corazón no lo acepta.

-Dijo que estaba cansado de ser un sirviente, y que estaba destinado a hacer algo mejor. Todo este tiempo estuvo planeando una manera de desplazarme para quedarse con el puesto de Preceptor; al final se ha cansado de fingir y le dijo a Perses que él mismo me traería de vuelta. La única razón por la que me han dejado ir es porque tomé una poción que me hace estéril.

Todo da vueltas y el agujero en mi pecho se hace cada vez más grande.

Allí, sentado en el sofá y escuchando las palabras de aliento de Daesung como un eco, dejo que mi corazón se parta en mil pedazos.

Miro a Ji Yong, quien llora en silencio y se deja consolar.

Me avergüenza el acercarme a él, aunque no debería ser así. Fue el hombre de que estoy enamorado quien lo traicionó, no yo.

Todavía recuerdo el primer y único beso que compartí con él. La manera en que se apoderó de mi corazón, como acarició mi cabello, como lo tomé entre mis brazos y aspiré su aroma...

Debería sentirme repugnado y traicionado, pero no dejo de preguntarme el porqué no fui suficiente como para hacer cambiar de pensamiento a Sengri, ayudarlo a comprender que no estaba bien que nos traicionara, y que si me dejaba, lo hubiera hecho inmensamente feliz.

-Amigo- la mano en mi hombro me hizo volver a la realidad y enfocar los ojos en Daesung -Vámonos- señaló con la cabeza la puerta, y yo, como un tonto, simplemente me puse de pie y lo seguí.

Dejé que me guiara hasta la biblioteca, y una vez a solas allí, me ayudó a sentarme frente al escritorio.

-Tenemos que hacer un plan o pensar en algo- dijo –Ahora que sabemos que Seungri es un peligro, hay que buscar una manera de detenerlo, o al menos, de impedir que se acerque a Ji Yong. Si es necesario, habrá que buscar una manera de entregarlo a los otros Dioses, pero no podemos permitir que vuelva a hacerle daño.

Yo solo deseaba que se callara de una buena vez, porque no sabía cuanto más podía escuchar sin echarme a llorar por la impotencia y la desesperación.

-Es el Preceptor y tenemos que cuidar de él. Aunque era mi amigo, y le tenía un aprecio muy grande, lo que nos ha hecho no tiene perdón, y nos deja saber lo peligrosos que es. Entiendes eso, ¿verdad?- lo miré y tenía los bordes de los ojos rojos, muestra de que, al igual que yo, podría llorar en cualquier comento. Sólo me limité a asentir, ido –De acuerdo. Es un compromiso- asintió, tratando de convencerse más a sí mismo que a mi –Creo que podemos comenzar por la vigilancia nocturna. Uno de nosotros hará rondas por toda la casa y el otro se mantendrá a unos pocos metros de la habitación de nuestro señor...

Ya no pude escuchar nada más.

Sé que es importante, pero mi dolor era demasiado.

Además, probablemente Daesung estaba hablando tanto porque temía a lo que iba a suceder cuando se quedara callado y el silencio reinara.

Tenía tanto o más miedo que yo de dejarnos embargar por el doloroso sentimiento.

No sabía que responderle, pero no era necesario decir nada. Era mejor que sus nervios hablaran y llenaran el ambiente con algo, lo que fuera...

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POV. JI YONG:

La noche había caído desde hace mucho. Probablemente ya era de madrugada cuando entró a mi habitación.

EL NUEVO PRECEPTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora