Regresa junto a mi. [EDMMA #2]

Capítulo 1.

No podía creer que este día haya llegado, meses haciendo la cuenta regresiva y estaba a horas de terminar el colegio. El día anterior me la pase recorriendo cada rincón del lugar que me albergó por muchos años haciéndome pasar los mejor momentos de mi vida.

Sentada en el borde de mi cama sentía que todos esos momentos estaban lejanos, demasiado. Gran parte de lo que viví allí fue con alguien que me encargue de borrar de mi vida, o por lo menos hice el intento. Pero no pensaba ni mencionarlo, no este día tan importante.

Julián sería el encargado de llevarme hasta el colegio para la reunión previa a la entrega de diplomas, mientras mis padres y mi hermana se terminaban de preparar. Sonreí cuando el se ofreció, habíamos vivido demasiadas cosas juntos como para que no me acompañara en esta.

Las chicas me estarían esperando, todas vestidas y peinadas, listas para el nuevo paso que daríamos en nuestras vidas. Kate y Caro se hicieron mis mejores amigas, pese a estar años compartiendo el curso, nos unimos mucho cuando andaba sola por ahí.

-¿Lista?- Pregunto Isa mientras entraba en la habitación -Julián te esta esperando abajo-

-Ya casi- Me puse de pie frente al espejo, revise mi maquillaje y que mi vestido luciera bien -¿Me ayudas con el cabello?-

-Claro- Sonrió mi hermana -

Me senté frente al espejo y deje que Isa hiciera magia con sus manos. Se había vuelto una verdadera experta con los peinados desde que comenzó a salir con sus amigas. Le había pedido un par de días antes que me ayudara con el mío y ella accedió sin problemas.

-Y... ¿Cómo van las cosas con Martin?- Me atreví a preguntar -

-Como siempre- Dijo terminado y sentándose en el borde de mi cama -Él esta demasiado ocupado con sus estudios-

-Sólo tienes que darle tiempo- Susurré -Escuche que este período en la universidad es terrible, los finales son lo peor que nos puede pasar-

-Lo se- Dejo escapar un suspiro -El tema es que lo extraño demasiado-

-¡Hey!- Tome su mano -Piensa que si el se libra de todo ahora tendrás todo un verano junto a él-

-Tienes razón- Sonrió -Ahora apúrate que vas a llegar tarde-

-Deséame suerte- Digo dándole un beso en la mejilla -

-Toda la suerte del mundo para mi gran hermanita- Dijo levantándose y comenzando a arreglarse -

Camine hacia la sala donde mi hermano esperaba. Mis padres seguían trabajando para poder llegar a tiempo a la ceremonia. Cerré mis ojos y respiré profundo. Por primera vez los nervios comenzaban a aflorar en mi interior.

Julián me miraba con emoción y con una gran sonrisa en los labios. Se notaba que estaba orgulloso y un poco de nostalgia resaltaba su mirada. Muy pocas cosas en mi vida no había compartido con él y esa mirada era la prueba de todo.

-Que hermosa y grande esta mi hermanita- Dijo con una amplia sonrisa -Ven a darme un abrazo-

Sin emitir palabra me acerque a él y me aferre muy fuerte. Un abrazo que delataba el amor que tanto nos teníamos. Mostraba la cantidad de cosas que hacíamos juntos, las travesuras, las complicidades, el compañerismo. Resumía todo lo que nos rodeaba, todo el amor que compartíamos el uno por el otro.

-Estoy orgulloso de ti- Dijo posando su barbilla sobre mi sien -Eres lo mejor que me paso en la vida, Pau-

-Eres tan cursi- Una sonrisa se dibujo en mi rostro -Vos también sos lo mejor que me paso, por lo menos dentro de esta casa-

-Creo que eso va para ambos- Se separo de mí -Si Mía escuchara esto se pondría muy celosa-

-Solo si no supieras que eres mi hermano y la relación que ambos compartimos- Pasé mis manos bajo mis ojos, eliminando las lágrimas que amenazaban con salir -Ahora dejemos nuestra charla sentimental para luego de la entrega- Tome su brazo -No quiero que se me corra el maquillaje-

-Oh, no por favor- Julián llevaba una amplia sonrisa y sus ojos llenos de lágrimas sin salir -No queremos que esta hermosa egresada se transforme en un mapache-

Ambos comenzamos a reír. Siempre lo hacíamos. Compartir tiempo juntos era lo que mejor se nos daba. Amaba estar con mi hermano, amaba ser su mejor amiga y que compartiera todo conmigo. Amaba, simplemente, que este junto a mi cuando más lo necesitaba.

La ceremonia, pese a los nervios de todos los que nos recibíamos, transcurrió en un ambiente de paz y alegría. Todos estábamos entusiasmados por terminar y, por fin, enfrentar el después de nuestra vida como niños. Muchos se irían a vivir lejos, impulsados por becas conseguidas o trabajos importantes o, simplemente, por el placer de irse a otro lugar para arrancar de nuevo.

Por mi parte, por regalo de cumpleaños, tenía un departamento en el centro de la ciudad. Había conseguido ingresar en la Universidad de Bellas Artes, donde me aplique para pintura y diseño gráfico. Estaba entusiasmada y, por sobre todo, dispuesta a alejar las danzas de mi vida.

Julián me había llevado a recorrer todas las universidades de la ciudad y con Isa habíamos emprendido la búsqueda de nuestras futuras profesiones, aunque debo admitir que el futuro de mi hermana estaba en el canto.

Al final de la ceremonia recibí los saludos de mis compañeros, amigos y, por último, de mis padres, abuela, hermanos y cuñado. Si, al parecer Martin había logrado librarse por unos momentos de sus ocupaciones. Realmente se lo agradecía, este momento era importante para mi y para mi familia. Incluyendo a Isa.

-Gracias- Dije con una amplia sonrisa -Gracias por acompañarme Martin-

-No tienes por qué- Parecía igual de orgulloso que todos mis familiares -Nunca me hubiese perdonado si no lograba acompañarte y a Isa en este momento- Sonrío de lado -Y ustedes nunca me lo hubiesen perdonado-

-Oh, claro que no- Dije con una pequeña risa -Y otra cosa que no te voy a perdonar es que abandones a mi hermanita ¿Entendiste?-

-No la voy a abandonar- Se encogió de hombros -Simplemente estuve muy ocupado este periodo, ya me vas a entender-

-Lo se, pero no pienso dejarte de lado por eso- Dije levantando una ceja -Ni a Isa, ni a Julián-

-Esteré más con Isa- Dijo con una sonrisa -Lo prometo-

La noche comenzaba a avanzar sobre nosotros y eso solo significaba los festejos de todo el alumnado por nuestra salida del colegio. Corrí hacia Kate y Caro, ambas con sus familia. En cuanto me vieron una sonrisa nació en sus rostros. Las tres sabíamos lo que se acercaba. Tome sus brazos y nos dirigimos juntas al encuentro de todos nuestros compañeros.

Última noche como simples adolescentes. Última noche despiertos hasta altas horas de la madrugada. Última oportunidad de decirle adiós a nuestra vida como adolescente. Era hora de darle la bienvenida a nuestra vida de adultos, de responsabilidad. Plagados de problemas que debemos enfrentar solos para seguir adelante. Era la última vez que vivíamos para olvidarnos de todo sin preocuparnos por un mañana.