Capítulo 19.

6.4K 330 20
                                    

Volví a casa aturdida por lo que acababa de pasar. Joaquín había vuelto y no lo podía negar, no me dejaría negarlo. Recordar todo lo que habíamos vivido no ayudaba demasiado y sabía que una parte de mi estaba dispuesta a dejar todo por volver a su lado. Pero era mayor la necesidad de no volver a vivir lo mismo que ese loco deseo de tenerlo a mi lado.

El simple hecho de pensar en sufrir todo lo que viví si se vuelve a ir me hacia olvidar cualquier idea de querer a Joaquín junto a mi. No podía permitirme que mi mundo se viniera abajo nuevamente, no dejaría que mi familia me viera en ese estado nuevamente y, por sobre todo, no quería perder todo lo que había logrado en este tiempo. Ya no podía dejar todo como si nunca paso nada.

-Parece que alguien se levanto temprano- La sonrisa de Christian alegró mi mañana -Y trae comida-

-Uh hum- Pose las bolsas en la barra -¿Tienes hambre?-

-Sip- Dijo levantándose de donde estaba sentado -¿Te molesta si te ayudo?-

Negué con la cabeza y nos dispusimos a preparar el desayuno. Cada tanto sentía sus manos rozando mi cintura, brazos, cabello y cada uno de sus toques generaba una descarga eléctrica en mi columna vertebral. Más de una vez tuve que contener mis ganas de besarlo. ¡Dios! Este hombre me estaba cambiando.

Nos sentamos a desayunar sin decir nada en especial, hablábamos de lo que teníamos que hacer en ese día. Me sentía rara de estar hablando como si nada, como si nuestras vidas hubiesen estado completamente unidas desde siempre. Me sentía muy bien. Él me hacia bien.

-Gracias- Las palabras salieron de mis labios sin que las pudieran contener -Gracias-

-No se porque lo haces, pero no tienes porque agradecer- Sonrió sin dejar de mirarme la los ojos -Yo tendría que agradecerte, cambiaste mi vida Pau-

-No sigas- Dije notando mis mejillas sonrojadas -

-¿Por qué no? Si es la verdad- Tomó mi mano -El que no te sepa valorar es un tonto- Sus palabras me llegaron de tal forma que sentí como las lágrimas se me agolpaban en los ojos -A una chica hermosa, dulce, tierna, cariñosa, inteligente y divertida es imposible no cuidarla-

Sonreí y lo abracé. Lo abracé de tal forma que no quería soltarlo. Y él me abrazó, me abrazó devolviendo todo el sentimiento que podía tener. Me sentía completa, acompañada y por sobre todo querida. Las lágrimas comenzaron a caer sin explicación pero él estaba allí para borrarlas.

-¡Hey! No llores- Dijo tomando mi rostro entre sus manos -No llores de nuevo- Borró cada lágrima con su pulgar -Pau, cuéntame lo que te está pasando por favor-

-No se lo que me pasa- Mentí -Sólo quiero que me abraces fuerte-

-Lo haré- Dijo sin soltarme -Siempre estaré cuando me necesites-

-Gracias- Sonreí de lado -

-Deja de agradecerme- Obsequiándome una gran sonrisa -Todo lo que hago es por agradecerte, desde que entraste en mi vida todo me cambio y no puedo creer que en estos meses que te conocí por casualidad mi vida haya mejorado tanto-

-Vos cambiaste mi vida Christian- Posé mis brazos en sus hombros -Me cambiaste por completo, me siento feliz desde que te tengo cerca-

-Y todo gracias a una casualidad- Besó mis labios haciéndome reír -Una hermosa casualidad- Volvió a besarme -Y tu habilidad de chocarte con las personas-

-Sin contar con tu habilidad de conocer a la gente correcta- Fije mis ojos en los suyos, sus ojos verdes destilaban miles de emociones, cada una de ellas me hacia preguntar qué de todo eso me gustaba de él -Te quiero Christian-

Regresa junto a mi. [EDMMA #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora