Capítulo 2.

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-Buen día- Dije mientras bajaba las escaleras y fregaba mis ojos con mis manos, acababa de levantarme -

-Buenas noches querrás decir- La risa burlona de Isa me hizo caer en cuanta que, quizás, no era tan temprano como lo había pensado -Son las cuatro de la tarde querida, nada de buen día-

-Lo es para mí- Me acerque a ella y le saque la lengua -Acabo de levantarme-

-Pues no me había dado cuenta- Se estaba riendo, apoyada en la mesada de la cocina -Hay agua caliente por si quieres un te y aspirinas en la barra de la cocina-

-Gracias- Me acerque a la alacena en busca de una taza, necesitaba un te, un par de aspirinas no me vendrían mal tampoco -

-De nada- Comenzó a salir de la cocina -Por favor, lávate la cara...- Medito unos instantes lo que diría -Pareces un mapache-

-Estoy segura de eso- Nos miramos por unos segundo y nos echamos a reír -

No era la primera vez que una de nosotras salía una noche y se levantaba destruida al otro. Siempre dejábamos lista el agua caliente y las aspirinas para la otra, era un código de hermanas que me encantaba.

-Isa- Llame desde la cocina -

-Papa y mama llegaran tarde- Respondió ante mi pregunta no formulada -Yo iré a visitar a Martin, parece que tiene un rato libre-

Imagine la sonrisa tonta que salía de sus labios al pronunciar el nombre de su novio. No podía creer lo bien que le hacía estar con él. Eso me ponía por demás feliz. El único problema es que hoy no estaba de ánimos para estar sola en casa. Necesitaba la compañía de alguien.

Terminé mi té y tragué dos aspirinas. Mi dolor de cabeza comenzaba a disminuir. Era hora de que me de un buen baño y, después, ver que hacer. Mientras el agua resbalaba por mi cuerpo, pensé que hacer con este día. Las chicas estarían durmiendo hasta tarde y no tenía ganas de ver a Anahí y Andrés, seguro estarían preparando su presentación semanal.

Julián, cruzó la idea por mi cabeza. Tuve que descartarla completamente, hoy saldría con Mía, me lo advirtió el día anterior. ¿Y ahora qué? ¿Qué iba a hacer? Bueno, no tener compañía no me impediría dar un paseo.

Salí de mi habitación, vestida, lista para irme. No me sorprendió encontrar la casa vacía, Isa ya se había ido. Suspire. Quería hablar con ella un rato, pero hacia un par de días que no se veía con su novio. No iba a estar en medio. Tome mis llaves y salí en busca de un poco de aire fresco.

Camine por las tranquilas calles de mi barrio. El aire fresco del verano llamaba mi atención, por lo general era caluroso. De todas formas lo agradecía, era agradable la brisa sobre mi rostro. Cuando llegue a la plaza camine distraída, no mire a donde me dirigía. Eso me llevo a chocarme con alguien.

-Lo siento- Dije alejándome de él tan pronto como pude -No te vi-

-No te preocupes- Sonrió -Tampoco te había visto- Era hermoso y nunca, pero nunca lo había visto en la ciudad -Por cierto, me llamo Christian-

-Paula- Sonreí sin comprender del todo -Emm... Me tengo que ir-

-Claro- Se encogió de hombros -Un placer conocerte Paula- Comenzó a alejarse -

Me quede allí, mirando como Christian se alejaba de mí. Por primera vez en mucho tiempo me sentía inquieta por la presencia de un chico. Christian era alto, bastante alto, con unos ojos verdes penetrantes y un cabello muy negro. Tenía una amplia espalda, y debía dejar de pensar en él. Era muy probable de que no lo volvería a ver.

Un suspiro se escapo de entre míos labios y retome mi camino. Por alguna extraña razón tenía ganas de volver a cruzarme con Christian, o al menos conocerlo. Saque esa loca idea de mi cabeza y regrese a casa. Allí mi cabeza sacaría esas ridículas ideas.

-Basta te he dicho- La voz de Isa se escuchaba del otro lado -Deja ya a mi novio tranquilo-

-Espera, espera- Julián parecía ofendido -El sera tu novio pero también es mi amigo y haré lo que quiera-

-Ya dejen de pelearse- Intervine -No puedo creer que llego a casa y los encuentro discutiendo como dos niños-

Todas las miradas de la casa se posaron en mi. Mía y Martin también estaban en casa.

-Hola Mía- La salude con una amable sonrisa -Martin... ¿No piensas venir a saludar a tu amiga?-

Martin comenzó a reír y se acercó para abrazarme.

-¿Cómo esta mi cuñadita?- Preguntó luego de separarse -

-Muy bien- Sonreí -Aunque me parece que el que estaba en un lío eras tu- Levante una ceja -¿Por qué mi hermana gritaba como una loca?-

-Yo no soy responsable de eso- Dijo levantando las manos en señal de inocencia -Pregúntale a tu hermano-

-No me mires así- Dijo Julián en cuanto mi mirada se poso en él -La que estaba escandalizando era Isa-

-Con razón- Acotó Mía con una sonrisa burlona -

-Ya- Corte todo el rollo tratando de no estallar en risa -Isa, dime lo que sucedió-

-Básicamente la cena familiar- Se encogió de hombros -Y Julián quería que Martin se ponga con el a mirar no se que partido de fútbol-

-¡Oh! Yo me uno a ustedes- Dije riendo, Isa me fulmino con la mirada mientras que Julián y Martin me dieron una sonrisa cómplice -¿Qué? Sabes que nunca fui muy femenina-

-No los apoyes Paula- Me regañó Isa -Tal vez necesites un no...- Las palabras se acallaron y mi estado de animo cambio radicalmente -

-Bueno, creo que mejor vamos a preparar la cena- Dijo Mía -¿No te parece Isa?-

-Pau, yo...- Suspire -

-No es nada- Me encogí de hombros -Ya lo supere-

Fue la mentira más grande que pude inventar, pero realmente necesitaba creerlo. No solo quería convencer a los que me rodeaban, necesitaba creer que todo era parte de mi pasado. Se suponía que con dos años todo cambiaría, pero no había sido así. Todavía lo extrañaba.

-Creo que nosotros nos quedamos con Paula- Dijo Martin -No creo que quieran que se incendie la cocina-

Le obsequie la mejor sonrisa mientras mi hermano me rodeaba con sus brazos.

-Ven, creo que hay un buen partido de fútbol- Me guiñó un ojo -

El resto de la velada transcurrió en paz. Mis padres habían llegado cuando la cena estaba servida. La cena familiar me encanto, pese a sentir que me faltaba algo. Creo que ver a mis hermanos con sus novios me afecto un poco, pero luego recordé que también eran mis amigos.

Tal vez era momento de empezar a abrirme, de conocer gente nueva. Y la proximidad de la Universidad era un buen paso. No será fácil, pero si podía intentarlo... Había conseguido seguir adelante, podía hacer esto.

Regresa junto a mi. [EDMMA #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora