Capítulo ocho

1.4K 107 10
                                    

Clarke

Mi papá estaba frente a casa con las llaves del auto en la mano. Tenía sus brazos abiertos para darme un cálido abrazo. Me guinde a él con fuerza, realmente me hacía falta un poco de cariño y compresión de parte de mis padres.

— ¿Cómo estás, princesita? — dijo acariciando mi mejilla con cariño.

— Bien —  mentí, necesitaba hablar.

— ¿Por qué no subes y damos un paseo? — sugirió mi papá abriendo la puerta del auto.
Me subí al auto y él hizo lo mismo. Sé pusó el cinturón de seguridad y yo lo imite. Giró la llave y encendió el auto, luego arrancó a una velocidad regular.

A papá y a mí, siempre nos había gustado hablar mientras él conducía, quizás me hacía falta un poco de éso en éstos momentos.

— Clarke... — dejó la frase en el aire. — Sé que algo te ocurre, lo noto en tú mirada — exclamó sin apartar la vista del camino.

— Es solo que. Finn terminó conmigo — mis ojos se humedecieron pero no autorize a  qué salieran de mis ojos. — Todo fué mi culpa, papá — bajé la mirada.

—Nena, ¿Por qué dices qué fué tú culpa?– quitó la vista del camino tan solo un momento para reconfortar a mis ojos.

–Bellamy y yo nos besamos, pero fué un error, no debí haber dejado que eso pasara — me reproché.  — Y él sólo se enfureció, golpeó a Bellamy, y no me dirigió la palabra — una pequeña lágrima se escapó de forma inevitable

— Cuando Bellamy te beso, ¿te sentiste cómoda? — me cuestionó.

— ¡Por supuesto qué no! — exclamé con firmeza.

— Clarke, si Finn en verdad te hubiera valorado o querido, hubiera hablado contigo y tal vez hubieran resuelto las cosas, pero no tuvo ni el más mínimo interés en luchar por ti, créeme, no vale la pena qué sigas derramando tus lágrimas por un idiota como él — limpió una pequeña lágrima de mi ojo con la yema de su pulgar. —  y tal vez puedas darle una oportunidad a Bellamy — bromeó y me hizo sacar una pequeña carcajada. — Vamos por un helado — declaró con entusiasmo. Asentí con alegría.

El cielo empezó a nublarse y las gotas empezaron a caer sobre el limpiaparabrisas. Al principio fue agradable pero luego se tornó difícil mirar a través del cristal.

Sin darnos cuenta qué un auto venía en dirección contraria a nosotros haciendo un impacto seguro contra nosotros. La luz del auto nos segó por un milisegundo, dejándonos sin posibilidades de reaccionar. 

— ¡Papá! — grité  desgarrándome la garganta.

Mi papá intentó girar, pero ya era tarde. El auto nos golpeó en uno de los laterales, haciéndonos perder el control. Las ruedas de nuestro auto, patinaban sobre el pavimento. Nuestro auto empezó a girar en el aire con rapidez. Destruyendose, poco a poco. Mi cabeza se sacudía con brusquedad. Estaban totalmente en shock, apretaba mis ojos, arrugando mi rostro, esperando a qué todo ésto fuera tan sólo una pesadilla. Un objeto impactó en mí frente, haciéndome perder el conocimiento. Mi vista se nublo y todo se tornó de un frío negro.

                            •••
Bellamy

Octavia y yo regresamos a casa. Estaba tan solo un poco preocupado por Clarke. Ni mi hermana, ni yo, habíamos recibido si quiera un texto de parte de ella. Quizás estaba debajo de su sabana, mirando series en Netflix, comiendo un gran tarro de helado. Yo estaba tumbado en mi cama, sin nada qué hacer. Gina aún seguía enfadada conmigo.

Decidí hacer algo con mi vida. Me levanté de la cama y decidí ir a casa de Clarke.

— O, iré a casa de Clarke, ¿OK? — le avisé a mi hermana, la cual leía un libro con concentración. — Avísale a mamá.

— Está bien, Bell — exclamó quitando la vista de su libro tan sólo un momento.

Salí de casa y cerré la puerta con fuerza. Literalmente trote hasta allá. Toqué la puerta con suavidad, mi respiración estaba un tanto agitada.

— ¿Señora Griffin? — grité, luego de no recibir una respuesta inmediata.

Abby abrió la puerta con una sonrisa en el rostro.

— ¿Cómo te va, Bellamy? — dijo con amabilidad. — Vamos, pasa — me invitó a entrar a su casa


— ¿Clarke está en casa? — me senté en el sofá frente a ella.

— Salió hace un rato con su padre — explicó. Por poco fué interrumpida por el teléfono. Se levantó con rapidez y lo tomó.

— ¿Hola? —  exclamó. — ¡No puede ser! ¡Voy para allá! — sus ojos se humecieron.

— ¿Todo está bien? — pregunté de forma ingenua.

—No — sus ojos estaban a punto de reventar en llanto. — Clarke  y Jake sufrieron un accidente, y están en situación crítica.

Abby estalló en lágrimas, sobre mi hombro.

(...)

You're my gravity [B,B; C,G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora