You're my gravity [B,B; C,G]

Capítulo veintidós

Bellamy

- Despierten, tortolitos - escuché a mi madre a lo lejos.

Habíamos dormido en el patio y la cabeza de Clarke reposaba en mi pecho. Acaricié su rubio y sedoso cabello para despertarla. Abrió sus azules ojos con confusión y se levantó.

- ¿Qué hacían aquí afuera? - mi madre nos preguntó con intuición.

Mire a Clarke por un segundo pidiéndole una mirada de aprobación. - No lo sé - mi madre  levantó una ceja  con duda.

- Volveré más tarde, Bell. - Dejé Waffles preparados en la cocina -dijo antes de irse.

-¡Te amo!-me despedí de mi madre.- ¿Tienes hambre? - el sol molestaba ligeramente a mis ojos.

- Por supuesto - respondió con emoción.

Nos levantamos y nos dirigimos a la cocina casi corriendo. Dejamos la puerta del patio abierta para que la frescura de la mañana entrara a la casa.

Puse el plato de Waffles que mi madre había dejado pata nosotros en el comedor.

Busqué la miel y saqué algunas fresas del refrigerador. Busqué los cubiertos y los puse en el comedor.

- Provecho - exclamé con amabilidad.

-Gracias- Clarke dijo con la boca llena.

Las grandes pisadas de mi hermana se oían por toda la casa.

Murphy,  Raven y Octavia bajaron.

- Muero de hambre -Octavia  dijo mientras se sentaba junto a Clarke.

Murphy se sentó junto a mí  y Raven al otro lado de Clarke.

- Tenemos algo que enseñarles -  Octavia  le dio misterio al asunto.  Un tenso silencio cubrió la habitación.  Mi hermana sacó su teléfono de su bolsillo, lo desbloqueo y mostró una foto. - Ésto fue anoche, Ustedes estaban muy juntos y profundamente dormidos, ¿cómo explican éso, eh? - miré a Clarke, la cuál metió un bocado gigante en su boca para responderle a mi insistente hermana.

-No lo sé,  no recuerdo nada -mentí y desvíe la mirada. Recuerdo ese beso durante la noche, fué mágico.

(...)

                               ~♡~

Clarke

-O, necesito una muda de ropa - casi hice un puchero. - la mía está llena de césped - bufé.

-  Ten  ésta - sacó unos jeans recogidos en los tobillos junto con una camiseta blanca bastante suelta.

-Gracias- le agradecí y entre al baño a cambiarme. Salí  de inmediato.

(...)

Todos nos dirigimos a la escuela. Tenía muchas cosas en mi mente en esté momento. Debía hacer algo con Finn, debía estudiar para el exámen que verdaderamente definirá mi futuro,  debía tomar una decisión.

(...)

Esperé todo el día para ir a la tranquila biblioteca y repasar un poco. Tomé varios libros y me senté en el gran mesón. Me coloqué mis auriculare y el volumen de la música al máximo. Abrí uno de los libros de física y empecé a leer, tenía que estar segura de cada detalle. También debía leer un poco de biología y química.  Estaba tan concentrada en lo que leía que no me percate de que Bellamy estaba sentado a mi lado. Quité mis auriculares y le sonreí con picardía.

- Relájate, princesa. Estoy seguro que pasarás ese exámen -  quitó ese rebelde mechón de mi rubio cabello que caía sobre mi mejilla.

- No están fácil, pecas - puse mi dedo en mi cien y cerré mis ojos un tanto obstinada. -¿Por qué no vas divertirte?

- Me estoy divertiendo - tomo el primer libro que vio. Sé que Bellamy  prefiriria hacer cualquier otra cosa a leer. Levanté una ceja y le clavé una mirada asesina.

- No te gusta leer - cerré el libro de golpe.

- Me gusta leer - se escondió detrás de la portada del libro.

- No.

- Si.

-No. Parecíamos unos pequeños niños teniendo una patética discusión de: "si y no".

-Si.

- No.

-¡ESTÁ BIEN! - gritó y la bibliotecaria hizo un gesto de desagrado. - Está bien, me quedaré para hacerte compañía, ¿OK?  - susurró con ternura.

Suspiré y sonreí con obstinación. Coloqué mis auriculares de nuevo y abrí el libro.

Tres horas después...

Bellamy jugaba con sus manos al punto de volverse loco.

Yo estaba leyendo como una frenética,  cuando se trata de algún exámen, soy un tanto maniática.

-Clarke, ¿cómo puedes seguir pegada a ese libro? - preguntó con impaciencia,  como si verme leer lo irritara cada vez más.  Aunque suene algo cruel,  se ve muy tierno  cuando está impaciente.

- Cállate,  solo quedan dos páginas - dije un tanto irritada mientras  fruncia el ceño.

leí las últimas dos páginas. - ¡Listo! - dije con entusiasmo mientras cerraba el libro triunfalmente . - Mueve tú obstinado trasero,  Blake.

Bellamy se levantó de la silla he hizo un gesto de alivio. Fué muy lindo de su parte acompañarme todo éste rato.

-¿Te llevo a casa? - preguntó con amabilidad.

-No, quiero caminar - negué con dulzura.

- Te veo mañana, Griffin - colocó su casco y arrancó con rapidez.

Tenía pensado terminar con Finn hoy mismo, no quiero seguir engañándome a mi misma.

¿Qué le diré?

"Hey Finn, lo nuestro acabó porque Bellamy es mil veces más sexy que tú".

Cruel, pero cierto.

"Finn, lo nuestro. No es lo mismo, ¿sabes?".

Muy obvio.

"Finn, las relaciones a distancia no funcionan".

Esa es bastante creíble.

(...)