Capítulo treinta y siete

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Bellamy

-¡Echo!... Me alegro de que hayas podido venir - abrí la puerta, fingiendo interés.
Si soy sincero conmigo mismo, esa fue la frase más falsa qué pude hacer dicho en mi vida entera. Quizá esté exagerando tan solo un poco.

De seguro estarán pensando qué soy un imbécil qué se aprovecha de los sentimientos de ésta chica; a pesar de no sentir ningún tipo de atracción hacía ella, tengo qué reconocer de qué es una chica muy hermosa y qué de seguro encontrará a alguien qué .

Octavia también  tiene toda razón, no puedo pasarme todo el maldito día pensando en ella, pensando en Clarke. A pesar de qué es totalmente imposible sacarla de mi cabeza, sacar esos fulminantes y profundos ojos color escarlata, su respingada nariz y sus rubios rizos qué me hacen delirar. Dios, a ésto se refiere Octavia. Ésto tiene qué parar.

- Es un placer haber venido - la morena exclamó de manera tímida encojk.  A kilómetros de distancia se podían apreciar sus coloradas mejillas. Siento qué le estoy haciendo un mal, ella pensará qué trato de buscar algo con ella y no es así. Es un tanto egoísta de mi parte.

- Bellamy, ¿Quién es ésta linda chica? -mi madre colocó su mano en su cadera y la miró fulminantemente de  pies a cabeza, examinando cada pieza de ropa y cada detalle físico de la hermosa morena.

- Ella es Echo. Murphy me la presentó hace unas semanas atrás. O la invitó a almorzar con nosotros - Echo me miró con el rabillo del ojo y sonrió ligeramente.

- Hola Echo, me llamo Aurora - mi madre extendió su mano a una mínima distancia de Echo para poder darse un "formal" saludo.

-Hola, Aurora - la chica se insinuó con timidez.

-Ponte cómoda, cariño -mi madre se dió media vuelta y se fué rápidamente hacia la cocina.

(...)

~♡~

Clarke

Finalmente había llegado a mi departamento. El amable chico del Lobby me había ayudado a subir mi equipaje de manera desinteresada, me pareció un abuso dejarlo ir sin más,  así qué como recompensa le di unos cuantos cupones de pizza, creo qué éso es bastante bueno, ¿no?.

Estaba empezando a extrañar a Bellamy. De seguro pensarán qué lo qué hice es toda una estupidez y qué debí haberme quedado o haber iniciado una estúpida relación a distancia. Pues no, para mi no fue una estupidez. No me arrepiento de lo qué hice.

Cuando el amor te deslumbra y te hace pensar idioteces,  es ahí cuando te das cuenta de qué el amor es una debilidad qué debemos afrontar tarde o temprano.

Pero a pesar de todo éso. Todo lo qué pasó con Bellamy... Si, fué real.
Todo fué tan real, qué la explosión de emociones y sensaciones en mi boca era fuera de éste mundo, cada vez sus labios impactaban  contra  los mios, era espectacular.

Cuando sentía sus ásperos dedos tocando mi delicada piel y su tierna sonrisa qué me hacía agonizar.

Dios, creo que necesito uno de sus besos, ¿o es hambre?

No lo sé,  pero necesito comer algo.

Tomé mi teléfono y ordené una pizza.

(...)

You're my gravity [B,B; C,G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora