Capítulo catorce

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Clarke

Decidí caminar un rato a solas. La verdad, no quería ir a casa, todas las paredes están cubiertas con fotos de papá, y eso sería una tortura. No sé qué hacer. Finn ni siquiera noto mi ida y mucho menos Bellamy.

Un gran estruendo retumbó en mis tímpanos y una pequeña gota de lluvia cayó en mí frente.

Una leve sonrisa se cruzó en mi rostro.

Amo la lluvia.

El olor a tierra mojada se apoderó de mis fosas nasales.
Seguí caminando con tranquilidad, hasta que la lluvia empezó a tornarse más fuerte.

(...)

•••
Bellamy

Había empezado a lloviznar y
Echo me estaba tentando, pero no iba a dejar llevar. Es solo un capricho, a penas la conozco. Pero ella solo me beso, quizás le devolví el beso por algunos segundos pero después me percaté de que estaba mal.

— Yo... — fué muy embarazoso. — Lo siento, Bellamy — sobo su hombro con timidez.

—No te disculpes, ¿Ok? — Le dije con compresión. —Te veo luego — me aleje de ella con rapidez. ¿Dónde está Clarke? No la veía por ningún lado, Finn estaba muy entretenido charlando con otros chicos. Me acerque a Murphy, el cuál observaba a Raven como todo un pervertido.

Me aclare la garganta para llamarle la atención.

— ¡Diablos, Bellamy! —saltó del susto. — ¿Qué pasa contigo?

— Esa misma pregunta me la estoy haciendo — me crucé de brazos. -¿Por qué estás espiando a Raven?

— No la estoy espiando — mintió despiadadamente. — lo miré de manera asesina para que confesará todo — Dios, todavía tengo fantasías con ella — lo confesó.

Sonreí triunfalmente. Lo sabía, era realmente obvio.

— Pues procura arreglar las cosas, y no espiarla como todo un rarito, ¿Ok? — Le aconsejé. —¿Sabes dónde está Clarke? — pregunté.

— Se fué hace un rato — al parecer soy el único que no la vio irse.

— las llaves, por favor — le pedí.

— Aquí tienes, Blake — dijo un poco obstinado. Busqué el auto y luego me subí en él. Despeine mi cabello tan solo un poco y arranque el auto a gran velocidad.

Buscaba a Clarke por todos lados, la lluvia era intensa, seguramente estaba sola, empapada y tal vez congelándose.

Ahí estaba, bajo una parada de bus. Temblaba y su cabello estaba muy empapado, una aliviada sonrisa robo su rostro al verme.

Me bajé del auto y quité mi chaqueta, envolví a Clarke en ella y la subí en el asiento del copiloto. Me subí y cerré la puerta. Arranque y suspiré.

— ¿Estás bien?

— Por supuesto, solo es un poco de lluvia, tal vez esté congelandome, pero estoy viva — respondió con un tanto de orgullo.

— ¿Te llevo a casa? — su mirada azuleja segó a la mía.

— No sé si quiera ir a casa ahora — bajo la mirada a sus pies.

— Entonces vamos a la mía — sugerí con amabilidad.

Ella solo sonrió en señal de aprobación

(...)

Abrí la puerta de mi casa y deje que Clarke pasara.

— Iré por ropa seca — subí a la habitación de mi hermana y tomé lo primero que ví. Volví a bajar y se entregué a Clarke.

—Está bien — ella solo se sentó en el sofa.

Decidí ordenar pizza y preparar un poco de chocolate caliente para Clarke.

— Gracias, pecas — dijo con una agradable sonrisa antes de entrar al baño para cambiarse.

(...)
                            •••

Holaaa, ¿Cómo están?

Bellarke, aún no.

Murven, pronto.

Linctavia, está muy cerca.

Los amo

Bai



You're my gravity [B,B; C,G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora