Capítulo treinta y ocho

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Bellamy

La cena qué mi madre preparaba olía muy bien, como siempre. Olía a comida italiana.

Echo estaba sentada a junto a mí en el sofá de una manera muy incómoda, Octavia estaba recostada en unas de las butacas, haciéndome extrañas muecas, tratando de decirme sin usar palabras;  aún no he aprendido ése idioma.

- ¿Y bien? ¿Qué ocurrió con Lincoln? - Echo se dirigió a Octavia cambiando de posición en el sofá, pegándose más a mi, rosandome ligeramente, mirando Octavia de manera intuitiva, casi de manera intimidante. Octavia abrió sus hermosos ojos con timidez mientras la tez de sus mejillas se tornaban un poco rojas.

- Emm... Nada, solo somos amigos; al menos éso creo- su estómago se encogió mientras desvía la mirada, tratando de evadir el tema, el cuál se le hacía un tanto incómodo a ella. -Ya sabes, buenos amigos -una falsa y forzada sonrisa se deslizó sobre sus labios perfectos.

-Octavia, eres una mala mentirosa -la morena río Sarcásticamente, restregandole en la cara, el simple hecho de qué Lincoln le gustase.- Lincoln es muy amigo de mi hermana. Emori.

- ¿Ah sí? - Octavia empezó a sentirse celosa.  La tensión en el ambiente era totalmente inevitable.

Dios, ya verás como sé siente, hermanita; pensé en voz baja.

-Si. Dijo qué Lincoln no paraba de hablar sobre ti y de tus hermosos ojos. Y claro, sin olvidarnos de Bellamy - me miró. -, el sobreprotector hermano mayor qué impidió ése primer y único gran beso - Octavia me miró perpleja.

- ¿Éso dijo? Vaya, no soy así - fingí confusión.

- ¿Es en serio, Bell? Me cuidas demasiado, éso no puedes negarlo - se cruzó de brazos un tanto juguetona, olvidando aquél tema. -. El próximo mes cumpliré diecisiete y no puedes hacer nada para evitarlo - era una triste verdad.

- Así seas una vieja arrugada y llena de gatos, te seguiré cuidando, boba - bromeé con ella, a pesar de haber dicho la única verdad.

- ¡Chicos! ¡La cena está servida! -mi madre gritó desde el comedor y nosotros fuimos casi corriendo.

(... )

~♡~

Clarke

Estaba totalmente instalada. Lista para iniciar el programa y mí nuevo estilo de vida.

La universidad me queda a unos cuántos kilómetros de aquí, en auto.

Aunque todo está saliendo de acuerdo a lo planeado, me siento sola, pero sé qué necesito ésto. Necesito estar sola, necesito volver a armar todo aquello qué se derrumbó en mi vida. Necesito pensar y darme un tiempo, es más qué necesario.

(...)
~♡~

Bellamy

El único sonido qué se escuchaba en aquella habitación era el de los tenedores chocando contra el plato de cerámica.

- Ésto está delicioso, Aurora - Echo exclamó con la boca llena.

-Me pone feliz el hecho de qué te haya gustado, linda- hizo un gesto en muestra de agradecimiento.

(...)

Rato después, Echo se marchó.

- Chicas, quiero decirles algo...

- Escupelo, hermano.

- Tengo boletos para las Bahamas... -mostré los tres boletos al aire con entusiasmo.

- Éso es fantástico, además de qué mañana nos graduaremos es aún mejor - agregó mi hermana, llena de emoción.

-Bellamy, es maravilloso; estoy muy ansiosa -agregó mi madre dándome un gran beso en la mejilla.

(...)

~♡~

Clarke

Caminaba por la calle. Era de noche, estaba nevando y yo no tenía nada qué hacer; como de costumbre, pues claro; era casi navidad, tan sólo faltaban unas semana para la deseada víspera navideña.
Quería tomar un chocolate caliente y solo  relajarme un rato.
En un abrir y cerrar de ojos, un gato aparece de la nada en el medio de la calle y es arrollado por un conductor sin compasión.
Aún estaba totalmente atónita por la escena qué había sido mostrada frente a mis ojos.

Lo primero qué se me vino a la mente,  fué correr a auxiliar al pobre, y llevarlo al hospital veterinario más cercano.

Lo miré de patas a cabeza, analizando casi cada herida de su cuerpo.  Me quité la chaqueta de cuero qué proporcionaba a mi cuerpo,  una sensación de calidez placentera; envolví al lindo gato en ella, él cuál soltó un chirrido de dolor, cosa qué por una parte me tranquilizo; ya qué aún estaba vivo y habían chances de salvarlo. De.inmediato corrí hacía la acera, a esperar a qué un taxi cruzara la resbalosa  calle. Cinco minutos, cinco malditos minutos, y ningún taxi cruzaba la jodida calle, era casi increíble.
Reaccioné y empecé a correr, corriendo el riesgo de caer y tal vez partirme el cuello una maldita vez. 
En la esquina de la calle, había una pequeña cafetería. Entre sin qué me importara nada.

- ¿Sabe dónde puedo llevar a éste gato?, un imbécil lo atropelló,  necesito salvarlo -  escupí con desesperación;  los latidos de mi corazón eran casi sumidos y el nudo dentro de mi estómago se apretaba cada vez más, casi quitándome todo el aire.

- Linda, me temo de qué no hay ningún sitio cerca a dónde puedas llevar a éste pequeño - el tipo parecía amable,  tenía unos cincuenta años y un gran bigote betiado de canas.

-Muchas gracias - salí volando de allí.
La única opción qué quedaba era mi hogar, tenía vendas y alcohol, podía arreglarmelas yo sola.

(...)

~♡~

Bueno, espero qué les guste.

Les deseo un feliz año nuevo a todos

Los amo

Con amor, Ivs

You're my gravity [B,B; C,G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora