Diabolik Lovers x lectora:La Sangre Mestiza [CORRIGIENDO]

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9. Alguien quiere dañarme

Sentiste la leve sensación de ser mecida en el aire, así que, no dudaste en abrir los ojos y lo único que pudiste ver fue al mismo chico castaño que había acudido a tu ayuda. Él te sostenía en sus brazos mientras te conducía a un lugar desconocido. En aquella pelea, descubriste que los vampiros existían ¿cómo era eso posible?

Meses atrás mientras mirabas la televisión, hubo una película que te llamó la atención, se trataba de una adaptación de Hollywood para adolescentes donde el tema principal eran los vampiros, aquella historia donde la chica humana se enamoraba de un ser sobrenatural y tenías que pasar por una serie se obstáculos para estar juntos. Se suponía que una niña de tu edad debía tener miedo a esa clase de criaturas; sin embargo, tú sentía más curiosidad que miedo.

—¿Cómo puedo convertirme en vampiro? —Preguntaste una noche mientras todos se encontraban reunidos en el comedor.

Tus hermanos te lanzaron una extraña mirada mientras comenzabas a jugar con los guisantes que había en tu plato. El silencio inundaba el comedor, lo cual era extraño dado a que cada vez que hacías alguna pregunta, uno de ellos siempre le respondía.

—Es de mala educación jugar con la comida —regañó Reiji. —¿De dónde sacaste eso?

Te encogiste de hombros mientras miraba con atención su plato.

—Curiosidad —dijiste sin más. Una respuesta clara y corta.

—Los humanos no pueden ser vampiros —respondió Reiji mientras cortaba un trozo de carne. —Así de simple.

—¿Y por qué no? —Preguntaste de nuevo.

—Simplemente porque va encontra de la naturaleza —Reiji la miró con frialdad a través de sus anteojos.

—¡Eso no es justo! —Te cruzaste de brazos e hiciste un puchero.

—¡Ya basta de hacer ese tipo de preguntas! —Espetó Reiji. —Disculpen —lo vieron levantarse de su lugar y dirigirse a su laboratorio.

—~are~are ¿Qué le pasa a Reiji-kun?— Quiso saber Laito.

—Teddy dice que es extraño.

—Tsk ese megane está demente.

Mordiste tu labio inferior e intentaste contener el llanto, sabías que Reiji odiaba ser molestado por ese tipo de preguntas que carecían de sentido, pero tú no lo hacías para molestarlo, claro que no. Tú preguntabas solo porque quería saber.

—Tn tú no eres vampiro —habló Shu con pereza. —Y eso te vuelve especial.

Shu intentaba convencerte; sin embargo, aún tenías miles de dudas.

—Los vampiros ¿brillan bajo la luz del sol? —Preguntaste de nuevo.

—¿Brillar bajo la luz del sol? ¿De dónde sacaste esa tontería? —Esta vez fue Ayato quien habló.

—De una película —dijiste encogiéndose de hombros.

—Esas películas de porquería solo arruinan la reputación —volvió a replicar Ayato ofendido.

—Un claro ejemplo de la estupidez e ignorancia humana ~nee~Teddy.

—¿Y...? —ibas a comenzar con una nueva pregunta cuando Subaru, ya harto de las preguntas de la niña, se puso de pie.

—No, a los vampiros no les afecta la plata ni duermen de cabeza —dijo con enfado. —¡Ya basta de preguntas!

La cena concluyó en silencio y tú no hiciste más preguntas, por lo menos en ese momento; sin embargo, cuando todos se retiraron, notaste como Subaru se alejó para perderse en el rosal que tanto solía visitar. Desde que tenías memoria, siempre lo habías visto vagar por ese solitario jardín, al verlo solo en medio se la noche, decidiste hacerle compañía.