Diabolik Lovers x lectora:La Sangre Mestiza [CORRIGIENDO]

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4. ¿Cómo se cambia un pañal?

El pánico inundó al rubio, no podía creer que había sido tan descuidado como para dejar morir a una pequeña bebé, es entonces cuando aquellos sentimientos lo invadieron. Tenía miedo, aquel sentimiento que había olvidado tiempo atrás apareció de nuevo, había fracaso al intentar cuidar de un inocente, tal y como había pasado con Edgar. 

—Por favor, abre los ojos —suplicó. 

Él la meció intentado hacerla despertar; sin embargo, la bebé mantenía los ojos cerrados. 

—¡Ey! ¡Despierta mocosa! —siseó —¡Por favor! —gritó; sin embargo, algo extraordinario sucedió. 

Los hermosos ojos de la bebé se abrieron lentamente. ¿Cómo era posible? Al ser vampiro, sus sentidos eran mucho más desarrollados que los de un humano y él estaba seguro que no había percibido ningún latido en el pequeño corazón de la bebé, pero ahora, ella estaba despierta y sus ojos no había dejado de mirarlo en ningún momento como si nada hubiese pasado. 

¿Quién era esa niña?

[...]

La pequeña integrante de la familia Sakamaki tenía un día viviendo con los seis hermanos y a pesar de su corta estancia, todos tenían ojeras bajo sus ojos por los constantes llantos de bebé por la noche y ese día no era la excepción. La noche pasada, Shu intentó hacerla dormir; esta vez sin descuidarla ni un segundo, no después de que casi la dejó morir por accidente, claro está. 

—Ya basta cállenla de una vez —se quejó Laito por milésima vez.  

—¡Cállenla! Tal vez tenga hambre —sugirió Kanato irritado.

—No es posible acaba de comer —respondió Reiji intentando calmarla, él estaba a punto de perder la paciencia hasta que un horrible olor inundó su nariz. Había encontrado la razón del llanto y eso solo significaba una cosa y eso significaba que no sería bueno.

—Al parecer necesita que la cambien —dijo mientras él le daba la bebé a Ayato, ya que, no la habían cambiado desde que su padre la llevó a la mansión. 

—¿Qué? Ore-sama no cambiará a esta cosa, así que, hazlo tú —dijo, pero Reiji negó.

—Es tu turno de cuidar de ella. ¡Así cierra la boca y cámbiala ya! —Gritó perdiendo la compostura.

Era obvio que él estaba cansado de lidiar con esa bebé, al igual que todos. 

—Entonces que la cambie Laito —sugirió Ayato, pero todos sabían que esa era una pésima idea.

—¡De ninguna manera! Laito puede ser un pedófilo —tal vez podría sonar exagerado, pero todos conocían a su hermano y era mejor asegurarse. 

—Si Reiji tiene razón mejor tú cámbiala —dijo Laito triunfante.

—Tsk Ore-sama lo hará mejor que ustedes —dijo Ayato con su sonrisa arrogante.

Ayato se llevó a la pequeña para poder cambiarla; sin embargo, él no se esperaba que sus hermanos lo siguieran, era claro que no iban a perderse la oportunidad de humillarlo.

[...]

—Muy bien cosa, ya deja de llorar —al momento que el menor de los trillizos descubrió el pañal hizo una mueca de asco —pero ¿qué mierda comiste?  —Preguntó al mismo tiempo que cubría su nariz. 

—Al parecer Ayato-kun no puede ni cambiar un pañal ~nfu~ —dijo Laito riendo.

<<Bien bien tú puedes, tú puedes. Solo cierra los ojos y hazlo rápido>>