20

4.8K 427 122
                                    

20. Cruel verdad

Te miraste en el espejo una última vez, te asegúraste de atar correctamente tu corbata, ya que, lo que menos quería en esa mañana era escuchar los sermones de la señorita Corrigan por tener un uniforme desaliñado, habías dormido por lo menos dos horas esa noche y estabas cansada, ansiabas que fuera la hora del almuerzo para poder escaparte y dormir en algún lugar.

—¡Aquí estás! —Exclamó tu vecina y compañera, Miriam cuando abrió la puerta.

—¿Qué sucede? —Preguntaste sin mucho interés.

—Madame Philips te ha llamado a su oficina.

Soltaste una maldición en tu interior. Seguramente anoche te había descubierto de nuevo despierta y se aseguraría de castigarte ¿cómo había podido pasar? Te habías asegurado de ser cuidadosa, no sabías que había podido salir mal.

—Tsk —dijiste —me pregunto que será esta vez ¿un par de golpes o cargar libros en ambas manos debajo del sol? —Dijiste con ironía.

Sin decir nada más, saliste de tu habitación y te dijiste hacia la oficina de madame Philips. Llamaste a la puerta un par de veces hasta que la voz de la directora te hizo entrar.

—¿Llamó usted madame Philips? —Preguntaste haciendo una reverencia; sin embargo, en cuanto alzaste la mirada tus ojos se abrieron con asombro al ver a tu padre sentado junto a la directora mientras ambos bebían algo que parecía ser té.

—Padre —dijiste sin salir de tu asombro.

—Tu padre ha solicitado permiso para tengas un día libre—explicó madame Philips —disfrute su día señorita Sakamaki.

Madame Philips salió de la oficina dejándolos a solas.

—Mi preciosa hija —fue el saludo de tu padre.

No dudaste en abrazarlo, lo habías visto un mes atrás, pero para ti había pasado toda una eternidad. Dejaste que su cuerpo te envolviera al mismo tiempo que aspirabas su aroma, lo habías echado de menos.

—¡Papá! Te extrañé tanto —dijiste aún aferrada su cuerpo —pero ¿por qué has venido? No es domingo ni tampoco mi cumpleaños.

—Un padre no necesita una fecha para visitar a su hija ¿o sí?

—Claro que no —dijiste con una sonrisa. —Me alegra que hayas venido.

—Bueno, ya que estoy aquí ¿qué te parece dar una vuelta? —Sonreíste ante la propuesta.

Ambos se dirigieron al auto y una vez dentro tu padre te miró.

—¿A dónde quieres ir?

Mordiste tu labio inferior para pensar un poco, hacia mucho tiempo que deseabas visitar un lugar, así que miraste a tu padre.

—Siempre he querido ir a Codona's Amusement Park —dijiste.

—Ya has escuchado —dijo Karl Heinz al conductor. —Iremos a Codona's Amusement Park.

Codona's Amusement Park era conocido por ser el mayor parque de diversiones de Aberdeen, desde que habías llegado muchos de tus compañeros decían que era muy divertido, siempre habías deseado ir a ese lugar; sin embargo, no habías tenido la oportunidad hasta ese día. Una vez que llegaron, no dudaste en disfrutar de cada una de las atracciones, después de todo, amabas aquellos juegos que te hacían desbordar adrenalina.

Diabolik Lovers x lectora:La Sangre Mestiza [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora