Diabolik Lovers x lectora:La Sangre Mestiza [CORRIGIENDO]

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10. Mukami

Los vampiros son criaturas de la noche, seres sobrenaturales que se alimentaban de sangre humana, pero por los días lucían en una apariencia inocente casi humana podría decirse, tal y como el chico que te había salvado esa tarde en el centro comercial. Tus ojos comenzaron a abrirse poco a poco, los efectos de la droga habían perdido efecto; sin embargo, tu cabeza aun te daba vueltas a tal grado de hacerte sentir débil, pero no lo suficiente como para no levantarte. 

Un enorme ventanal cuya vista a un enorme patio te recibió. Enfocaste tu mirada en aquel extraño lugar, si comparabas la estructura y la decoración de tu nueva estancia con la mansión Sakamaki, el lugar parecía más vívido y menos sombrío. Un lugar agradable para la vista de cualquiera, pero no para una niña de seis años. 

—Veo que ya has despertado pequeña M-neko-chan —canturreó alegremente un chico rubio de ojos azules. 

—Es adorable —habló otro chico con muchas vendas.

—Tsk otra molestia ¿no es así pequeña cerda? O mejor dicho lechón —dijo con cierto aire de mofa un joven castaño.

Inmediatamente lo reconociste, ahora su rostro era mucho más nítido que en el centro comercial. Sus bellas facciones resaltaban con aquel semblante agresivo y malhumorado; sin embargo, inevitablemente frunciste el ceño al escuchar aquel ridículo apodo. ¿Acaso la había llamado cerda?

—¿A quién llamas cerda? ¡Titán! —Dijiste sin miedo ganándote una mirada asesina por parte del chico. 

—¿Por qué tanto escándalo?

Un joven de cabello oscuro ingresó a la sala, en cuanto se percató de su presencia, el chico te lanzó una mirada indiferente. Sus ojos eran oscuros e intimidantes, por un momento, aquella expresión fría e impotente te recordaron por un segundo a Reiji, hasta podía decir que tenían cierto aire de familiaridad. Sin embargo, la presencia de ese chico te asustaba. 

—¿Quiénes son ustedes? —Preguntaste algo temerosa 

Debías ser cuidadosa de no hacerlos enfadar, no podías arriesgarte a que fueran otros secuestradores.

—Tranquila, Yuma te salvó hace un momento —dijo el chico de cabellos oscuros —Ya no hay nada que temer —por un momento querías creerle, ¿realmente estaba a salvo? —Soy Mukami Ruki.

—Y yo pequeña M-neko-chan soy Mukami Kou —se presentó el rubio.

—Soy Mukami Azusa.

—Mukami Yuma —replicó el castaño sin mucho interés.

Por alguna extraña razón, al mirar sus ojos, había algo en esos cuatro chicos que te inspiraban confianza, así que, decidiste presentarse también. 

—Es un placer conocerlos —te presentaste. —Soy Sakamaki....

—¿Sakamaki?

Interrumpió el rubio antes de que pudieras decir tu nombre.

En cuanto los cuatro chicos escucharon tu apellido, no pudieron evitar mirarse unos a otros como si tu presencia de los hubiese consternado.