21

4.6K 403 67
                                    

21. Esperanza

Arrancaste con fuerza algunas flores que a penas comenzaban a florecer, al ver los pequeños brotes que apenas se asoman para adornar el jardín fueron arrancados con brusquedad. Algo tan pequeño e insignificante podría ser aplastado en cualquier momento tal y como lo habían hecho contigo. Después de que tu padre se marchara te quedaste un largo rato en el jardín, sus palabras te habían causado dolor, pero ¿por qué llorar? No querías darle la satisfacción a tu padre al derramar más lágrimas.

—Te he estado buscando por todas partes —dijo una voz entre los árboles.

Él caminó hacia ti alejando las ramas de algunos árboles que cubrían el paso; sin embargo, al no responderle, Naoki te miró. Tus ojos estaban hinchados y mordías tu labio con fuerza, tal y como solías hacer cuando estabas triste, así que, rápidamente Naoki se acercó dando largas zancadas para llegar a ti lo más rápido posible.

—¿Qué sucedió? —susurró al mismo tiempo que te rodeaba con los brazos intentado calmarte.

—Él no es mi padre —susurraste al mismo tiempo que te aferrabas al cuerpo de Naoki. —Él me lo dijo, todo este tiempo solo fui nada más que una obra de caridad para después usarme.

Naoki te miró con sorpresa, pero no hizo preguntas, sabía que necesitabas tiempo y no iba a presionarte, así que, dejó que te desahogaras. Una vez que te calmaste procediste a contarle lo sucedió, omitiendo claramente la parte que tu padre y hermanos eran vampiros y tras tu relato te diste cuenta de muchas cosas.

—Ahora sé porque no me parezco a ninguno de ellos —dijiste al mismo  tiempo que llevabas tus piernas a tu pecho para abrazarlas. Aunque ellos fueran hijos de diferentes madres tenían una similitud entre ellos y sobre todo eran vampiros algo que claramente tú no eras.

Pero lo único que no lograbas comprender era la razón por la que te habían adoptado, miles de veces te dijeron que tu sangre era especial, pero ¿por qué? Solo eras una humana y jamás habían probado tu sangre ¿entoces cuál era la razón por la que tanto te protegían?

—¿Qué harás? —Preguntó Naoki sacándote de tus pensamientos.

—No lo sé —respondiste sin dejar de mirar el suelo.

—¿Vas a aceptar la propuesta de ese hombre que te engañó? —Naoki se había puesto de pie repentinamente —Y no solo de él sino de esos sujetos que se hicieron pasar por tus hermanos. ¡Ellos quieren utilizarte para algo que no sabes! —Escupió con rabia.

No te atreverte a mirarlo, después de todo no sabías que hacer y tomar una decisión tan repentina podría no ser una buena opción. Mientras tu mente divagaba en absurdas posibilidades que podrían ayudar a solucionar el problema en el que te encontrabas, sentiste como las manos de Naoki te tomaban suavemente del rostro, sus ojos teñidos como puesta de sol te miraron con ternura hasta que unió sus labios con los tuyos.

No dudaste en corresponderle.

—Te amo —susurró sobre tus labios —no permitiré que ese hombre te obligue a hacer algo que no quieres —él tomó tus manos entre las suyas —quiero que huyas conmigo.

Tus ojos se abrieron con asombro, jamás imaginaste que Naoki te haría tal propuesta. ¿Huir con Naoki y comenzar una nueva vida lejos de todo? Una idea descabellada; sin embargo, la opción más viable que tenías por el momento.

—¿Huir contigo? —Repetiste como si jamás hubieses escuchado esa palabra.

—Si comenzamos de nuevo, lejos de aquí y de toda la gente que te ha mentido ya nadie podrá hacerta más daño —sus manos tomaron tu rostro con ternura y en el brillo de sus ojos pudiste ver esperanza.

La esperanza de que no todo en la vida podía ser malo.

—No tendrás de que preocuparte —aseguró —mi padre nos apoyará en todo —la voz de Naoki era entusiasmada y al mirarlo pudiste ver que tal vez lo que decía sería lo mejor para ti.

Para ustedes

—¿Cuándo nos vamos? —dijiste decida provocando que Naoki te besara de nuevo.

Desde ahora ya no eras solo tú sino también él, ambos se habían convertido en un equipo y nada los podría separar. Esa era una promesa.

—Esta misma noche —dijo —te veré aquí, justo a la media noche.

[...]

Tu corazón latía a mil por hora, esa misma noche antes de la cena te reportarse enferma, tan solo bastó una simple actuación para engañar a la señorita Paula y convencerla de que te dejara descansar en tu habitación. Eran cerca de la nueve de la noche y aún seguías preparando tu maleta, no sería necesario tanto equipaje, pero había cosas que querías conservar entre ellos se encontraba tu material de dibujo y algunos retratos hechos a mano de los que alguna vez llamaste familia.

Miraste los retratos de tus hermanos, lo mejor era dejar en el pasado aquellos recuerdos que no resultaron ser más que una farsa, reuniste valor y dejaste que el fuego de la chimenea quemara el papel. Esa era tu despedida, con eso rompías tu vínculo con la familia Sakamaki.

Cuando la hora de tu partida se acercaba, lograste escabullirte entre las sombras para poder encontrarte con Naoki, cuando llegaron al lugar acordado no había señales de él, miraste tu reloj y notaste que era temprano todavía, así que, decidiste esperar. Sin embargo, los minutos pasaban sin haber rastro de Naoki.

Diabolik Lovers x lectora:La Sangre Mestiza [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora