Capítulo 13

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Yo podría estar en cama soñando. Yo podría ver una buena cinta acompañada de un café. Yo podría leer un libro para relajarme.

Pero no, tenía que estar trabajando en pleno domingo. ¿Qué clase de explotación era esta? Se aprovechaban de mi ignorancia, si conociera mis derechos otra cosa sería.

—Tráigale un vaso con agua, a ver si así termina de despertar —pidió Carlos al ver que yo aún cabeceaba.

¡Eran las nueve de la mañana!

—Y una rebanada de pie de naranja —interrumpió Natalia antes de susurrar para nosotros—, dicen que ayuda a levantar el ánimo... Que sean tres rebanadas, por favor.

Suspiré indispuesta al escuchar el pedido. ¿A quién le da hambre tan temprano? Terminaría dándome golpes contra la mesa si seguían con su plan de engorde.

—¿Hay algo nuevo? —preguntó Natalia al ver que Carlos encendía el computador y se situaba en Wattpad.

Yo me encargué de darle un ligero vistazo a la cafetería mientras ellos escaneaban con la mirada la pantalla. Como era muy temprano estaba casi vacía, apenas algunas mesas se encontraban ocupadas, en su mayoría por jóvenes, y ninguno hacía mucho escándalo. La luz que emitían las blancas paredes me molestaba, pero no podía quejarme.

A mi gusto quedaría mejor un color oscuro, unos cobertores para gusto de los clientes y unas buenas pantuflas...

—¿Margarita? —Escuchar la voz de Natalia me sacó de mis sueños—. ¿Se encuentra bien?

—Sí, sí, estaba pensando en cómo triunfar en Wattpad —inventé.

Claro está que no me creyeron, pero no dejé que eso me hiciera titubear.

—¿Cómo van las lecturas? ¿Ya contestó cabeza de león? —cuestioné para cambiar de tema. La respuesta negativa sólo logró ponerme más a la defensiva.

—Sin embargo quiero recalcar que ahora tiene cuatro lecturas —me informó—, pero sin novedades en votos.

—¿Cobran por votar?

—Claro que no —rio Natalia al escuchar semejante suposición. Pensándolo bien era ilógico, no votaban ni gratis.

—Pero para su tranquilidad estuve investigando cómo incrementar su nula popularidad. Hay dos maneras. La primera se llama spam —Natalia le dedicó una mirada de advertencia. ¿Es pan? ¿Sobornaban a las personas con bolillos?—, pero como no está permitido en la plataforma lo descarté. La segunda es promoción por las redes sociales.

—¿Y cómo se hace eso?

—No es tan difícil. ¿Tienes facebook? —le preguntó a la muchacha que era la única que entendía esos términos complicados.

¿Qué enfermedad era esa?

—Sí. ¿Para qué?

—Para mandarte solicitud, Natalia, quizás hasta me puedas prestar unas vidas en los juegos —respondió con sarcasmo al ver notar su vacilación—. Es evidente que para ejemplificar de qué estoy hablando.

—Más vale preguntar que lamentarse.—Se encogió de hombros antes que le cedieran el aparato y ella se ocupara de unos datos.

Desapareció el anaranjado para pintarse todo de azul. ¿Quién seleccionaba los colores en esa compañía? Yo podía soportar una apariencia chillona, pero cuando todo se llenó de letras y fotografías se me quitó hasta el hambre.

—¿Qué es esa mancha que ocupa toda la pantalla? —preguntó Carlos enfocando algo en particular.

—¿Cuál? —Los tres parecíamos chinos acercándonos a la máquina. Yo no encontraba el defecto aún, pero dejé de buscarlo cuando vi como Natalia le dio un manotazo a Carlos—. ¡No es una mancha, es mi niño!

Margaret perdida en WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora