Capítulo 32 (Final)

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Wagner me separó del cuerpo de Camila pero yo comencé a golpear a donde pudiera, cosa que logró safarme de los brazos de Wagner. Volví a aferrarme a Camila ignorando todo mi al rededor.

Hitler-Vamos Wagner, hay cosas que hacer. Te veo en casa Lauren.

Lo ignoré por completo mientras se marchaban, ahora solo estábamos Camila y yo en aquel horrible lugar bajo el sol. Lloré demasiado aún con Camila en mis brazos, acariciaba su cabello quitándolo de su hermoso rostro con sangre.

-Despierta Camz, te necesito conmigo. Aún podemos superar esto cariño.-Sollocé entre lágrimas caer por mis mejillas.-No puedes dejarme así Camila, prometiste casarte conmigo, dijiste que me amabas, y yo también te amo.

Acaricié su mejilla, su barbilla y cada detalle de su rostro.
Tomé su cuerpo y lo pegué contra el mío dándole un abrazo.

-Siento no haberte salvado de lo que te hicieron esos homres Camz, y siento aún más no salvarte la vida. Nunca olvides que te amo Camz.

Unos soldados me ayudaron con el cuerpo de Camila, tomamos un camión, y la subimos en la parte trasera. Un soldado se quedó conmigo atrás y el otro condujo al destino donde indiqué.
Pasaron algunas horas, y por fin llegamos. El lugar se veía muy diferente a cuando estuvimos aquí, debido a lo que ocasionó mi padre. Sí, estábamos en Boom, donde también murió Zeus.
Bajamos con cuidado a Camila y comenzamos a entrar al bosque, cuando por fin llegamos a donde les indiqué, comenzaron a cavar. Finalmente, era mi último adiós para Camila.

Me incliné hacia el cuerpo de Camila.
-Aquí es donde te propuse matrimonio cariño, afortunadamente los hombres de papá no quemaron esta zona. Sé que te gusta y sé que querrás estar cerca de tu gran amigo y segundo padre Zeus. Gracias por hacerme la mujer más felíz del mundo desde aquel día cuando nos conocimos. Te amo por siempre mi pequeña y hermosa Camz.-Finalicé mi despedida con un beso en sus labios.

Quité el anillo de su dedo anular y lo guardé en mi bolso.
Los soldados la sepultaron y se fueron al camión.
Di un último suspiro, miré a mi al rededor recordando aquella noche cuando le pedí matrimonio a Camila y finalmente me fui.

Cuando llegamos nuevamente Bergen-Belsen, tomé mi auto y conduje hasta Berlín a la antigua casa de Camila. Esta se encontraba deshabitada, quizá los últimos años vivieron algunos judíos que fueron deportados a campos.
Estaba en desorden y un poco maltratada, me dirigí hasta la habitación de Camila. Al parecer, fue de una niña pequeña. Tomé una agenda que vi por ahí y una pluma:

"Querida Camila Cabello.

Te escribo esta carta para hacerte saber todo.
Desde aquel día de pequeñas, vi algo especial en tí a pesar de ser unas niñas. Con el paso del tiempo me enamorabas más sin darme cuenta, hasta que llegó nuestro inesperado primer beso, disfruté tanto sentir tus labios aunque fuera por poco tiempo, o al menos para mi lo fue.
Cuando te encontré nuevamente en Ravensbruck, sabes que lo que más quería era abrazarte, besarte, todo.
Y te preferí a tí antes que a mi propio padre, antes que mi propia nación, te amo más que a nada Camz. No me dió miedo desafíar a mi padre con tal de estar a tu lado por el resto de mi vida.
Lamentablemente las cosas no siempre suceden como uno quiere, y lamentablemente no pudiste ser para mí Camz, y quizá no pudiste serlo desde un principio aunque hicieramos todo lo posible por hacer brillar esto.
Siento tanto todo el daño que te causé, todo lo que pasaste en el campo, el daño que te hizo Ebba, lo que te hicieron los hombres de mi padre y él mismo, pero principalmente yo fui la culpable de todo tu sufrimiento Camz, y es algo que no podré perdonarme nunca.
También siento haber roto aquella promesa de no asesinar a alguien con mis propias manos, pero Ebba y uno de los soldados que te violó se lo tenían bien merecidos.
Sé que quizá ahora ya no estés sufriendo como lo hacías aquí, eso me alegra mucho Camz.
Ahora he quedado completamente sola, solo te tenía a tí y a Zeus, aún tengo a mi madre pero sé que con papá será difícil convivir, y no quiero hacerlo Camz. No lo volveré a ver jamás.
Solo espero que no olvides que te amo demasiado y lo haré por siempre. Fuiste, eres y serás la más bonita casualidad que llegó a mi vida.

Tu futura esposa, Lolo."


Cerré la agenda, me recosté en la cama que se encontraba en la habitación y me quedé dormida.
Al amanecer, salí de la casa y me dirigí a mi auto conduciendo nuevamente de regreso a Boom.
Después de horas llegué a donde se encontraba Camila. Detuve el auto y bajé de él, caminé hasta llegar. Saqué la agenda de mi bolso junto con el anillo. Coloqué la agenda sobre donde se encontraba Camila y encima puse el anillo.
Me quedé de pie durante un momento admirando todo.
Finalmente, tomé mi revolver, lo cargué y lo puse en mi lateral derecho de mi cabeza.

-Ya nadie podrá separarnos, Camz.

Levanté mi cabeza en dirección al cielo, cerré los ojos lentamente y sonreí un poco, tiré del gatillo y en cuestión de milésimas de segundos sentí la bala entrar por mi cerebro.

El Holocausto de JaureguiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora