"Un día antes de que mi vida, y la de mis mejores amigos cambiara para siempre; y nos embarcáramos en una búsqueda llena de misterios y peligros, volví a tener el mismo sueño de siempre, pero esta vez todo en él era un poco distinto, parecía ser real".
Me encontraba en mi cama, soñaba con un pasado que hasta ese momento desconocía y no solamente eso, también con la persecución de un chico por parte del Clan Demos, en el sueño pude ver cuando lo asesinaban.
Mi madre me notó impaciente en la cama, se acercó y me tocó. Al despertarme un poco asustada por el sueño, la arrojé al suelo dándole un empujón. Se levantó de inmediato, entonces se acercó de nuevo y se sentó al pie de mi cama. Ella colocó su mano sobre mi cara y al mismo tiempo rodando mi cabello hacia atrás, me abrazó, le correspondí pidiéndole disculpas.
— No te preocupes, todo está bien. Pero ¿porque estás así?, ¿qué sucede? —me habló suavemente.
—Volví a tener el mismo sueño de siempre, aunque esta vez un poco extraño ma' —le dije preocupada.
— Solamente es un sueño cariño. Solamente eso, vuelve a dormir. Me quedare aquí hasta que te duermas —me dice ella en un tono de voz suave.
Mientras me queda nuevamente dormida, mi madre observa la foto que tengo de mi padre sobre la mesa de noche; ella la mira y observándola de reojo algo en mí interior, me dice que ella se acordaba; cuando mi padre se quedaba conmigo al tener pesadilla.
Iglesia San Pedro Claver
En las horas de la madrugada recibo una llamada de Stefan desde la Estación de Policía de la ciudad de Detroit. Al contestar no reconozco su voz cuando me dice — Buenas noches, Padre Damián —.
— Sí —le contesto un poco entre dormido.
— Habla con Stefan.
Al escuchar su nombre enciendo la lámpara que está sobre la mesa de noche, para mirar la hora y al observar que son las tres y media de la mañana, le dije — ¿Qué sucede? Stefan, para que me llames a esta hora —.
— Discúlpeme por llamarlo a esta hora, pero hay algo que usted y el Arzobispo Alexander Dieuleveult, deben saber —.
Al escucharlo preocupado, le digo — Dime, hijo mío —
— Hallaron muerto a un joven, que aparecen en la lista de los nacidos del 19 de Diciembre de 1993, y otro joven en la Ciudad de México, ¿sabe lo que eso significa? —
— Si —le dije.
— Gracias por tu llamada, le informare de inmediato al Señor Arzobispo, lo sucedido.
Al colgar, llamo de inmediato al Señor Arzobispo; y le informo de lo sucedido en Detroit y en México. Después de contarle lo ocurrido, el Señor Arzobispo me dice — Ya sabe lo que tiene que hacer, Padre Damián —.
— Si, su eminencia —le contesto, mientras me levanto de la cama.
Al terminar de hablar con el Señor Arzobispo me dirijo a mi despacho y busco en mi biblioteca privada un libro donde guardo los nombres de los padres de los niños elegidos por Dios para cuidar la Lágrima de Dios; y comentarles a ellos los últimos acontecimientos.
En las horas de la mañana, suena la alarma de mi despertador y mientras lo apago con mi mano izquierda. Mi madre entra a la habitación y me dice — Luna despiértate, o llegar tarde a clases —.
— Ya voy —le dije desde la cama, y acostada boca abajo.
Ella sale de mi habitación, mientras me levanto de mi cama y busco mi toalla en el closet para bañarme, pero antes de irme al baño; busco mi diario en la gaveta de mi escritorio y escribo en él:
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Los Hijos de La Luz "El Cristal y la Cinco Espadas"
Fantasy"Un día antes de que mi vida, y la de mis mejores amigos cambiara para siempre; y nos embarcáramos en una búsqueda llena de misterios y peligros, volví a tener el mismo sueño de siempre, pero esta vez todo en él era un poco distinto, parecía ser rea...