Los Hijos de La Luz "El Cristal y la Cinco Espadas"

Encuentro Inesperado

Angelín y Alan viajan con sus padres desde Boston hacia New York, en el aeropuerto los estaba esperando un Padre, para llevarlos a otro lugar. Al llegar no entendíamos nada de lo que esta pasado, y ni lo que iba a suceder.

Al llegar a mi casa junto con sus amigos, nos llevamos una sorpresa, ya que no solamente en mi casa estas sus padre, sino también otras personas que no conocíamos, y además el padre Damián. Ellos al verlos nos saludan — Como han crecido, después de la última vez que los vimos —nos dice uno de ellos.

Al decirnos así, Jhon, Bryan y yo quedamos sorprendidos ya que nunca antes los habíamos visto.

Observo que mi madre está en la cocina, coloco el maletín en una de las sillas del comedor. Entrando a la cocina la saludo y le pregunto en voz baja — ¿Quiénes son ellos? —.

— Ya lo sabrás Luna —me responde mi madre.

— Una pregunta más mamá ¿qué hace el padre Damián aquí? —le dije.

— Ya te dije Luna, que ya lo sabrás. Me puedes ayúdame con esto —me dice mi madre, dándome una bandeja con galletas.

Salgo de la cocina con la bandeja y miro a mis amigos. Como preguntándole con la mirada, si saben algo de lo que está pasando y ¿por qué? el padre Damián también, se encuentra en mi casa. El padre Damián observa que Jhon, Brayan y yo nos estamos miramos, y a través de ellas haciéndonos preguntas, él interrumpe ese momento de silencio diciendo — Se preguntarán que hago yo aquí, y ustedes también. Ya que ustedes no se conocen —.

— Al fin ya era hora que alguien hablara, y me dijera que hacemos aquí —.

Contesta un chico que está sentado en el brazo del sofá, de tez blanca, ojos azules, cabellos rubios oscuros y casi del mismo tamaño de Brayan. Por la forma como vestía podría decir que es muy culto. Aunque hasta ese momento no lo conocía.

Una chica que está sentada a su lado en el sofá vestida tipo rebelde, con pequeños rasgos asiáticos, cabello largo liso negro y con unas iluminaciones en morado, y ojos de color negro dice — Alan te apoyo en eso, y también porque volamos desde Boston hasta New York —.

— Todas sus incógnitas se las responderé —dice el padre Damián.

El padre Damián comienza a decirnos — Ustedes no son chicos comunes y corriente, y su deber estar juntos —.

— Me podría explicar el porqué de esta tontería —

— Angelín —. — Disculpa mamá —.

— Discúlpela Padre Damián continúe —le dice la madre de la chica.

— Nos puede decir como así, ¿que no somos chicos comunes y corrientes? —le pregunta Jhon.

— Sé que es difícil de entender Jhon, pero ustedes tienen dones —le dice el Padre Dimían.

— Dones, si tiene que ver con lo que paso en el callejón que se lo explique Jhon —.

— Brayan —le dice Jhon. — ¡qué! —le responde Brayan.

— Dijimos que no le íbamos a contar a nadie, lo sucedido.

— Esperen, como así que en callejón, me puedes explicar que paso Jhon.

— Papá la verdad no sé, solamente que nos venían siguiendo —. — Siguiendo ¿Quiénes? —dice el Señor Roger interrumpiendo a Jhon.

— No sabemos papá —le responde Jhon.

— y los siguieron hasta este lugar —nos pregunta el Señor Eric mientras se acerca a una de las ventana, y mira hacia la calle.