El Templo Licado y Los Brazaletes de la Soberana Nina

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El Cairo, Egipto

Al llegar nos hospedamos en un hotel que se encuentra ubicado en el Viejo Cairo. Brayan y Jhon se encuentra sentados en la terraza del hotel, frente a un mercado antiguo.

— Ufff...Aquí si hace calor —dice Brayan.

— Solamente tenemos dos horas y media de haber llegado, y ya te estás quejando —le dice Jhon.

— Pues yo no soy, el que se ha tomado como 3 botellas de agua en menos de dos horas y media —le dice Brayan.

— Otra vez de nuevo discutiendo niños —les dije a ellos al llegar a la mesa donde nos encontrábamos sentados.

— No. Solamente que el calor, que hace aquí nos tiene mal. ¿Quieres una? — me dice Jhon mostrándome el envase de la botella de agua.

— Sí —le dije.

Jhon llama al mesero y le dice — Me puede hacer el favor de traer otra botella de agua —.

En ese instante le pregunto a Brayan — ¿Dónde está Alan y Angelín? —.

— Están al frente comprando —me responde él.

Al levarme de la mesa, Jhon me dice — No vas a esperar la botella de agua —.

— Ahora regreso por ella —le dije.

Me alejo de ellos y cruzo la calle, me acerco al puesto de venta donde se encontraban Alan y Angelín comprando. Una de las vendedoras me queda mirando, y me dice algo en su dialecto, a lo cual no le prestó atención; ya que Angelín mostrándome un juego de pulseras me dice — ¿Qué te parece esto? Luna —.

— Muy lindo Angelín —le dije.

Alan que se encontraba al lado izquierdo de Angelín le dice — ¿Que les llevaras a tus padres? Alan —.

— A mi madre le lleva esta pulsera, a mi padre no sé.

Al alzar mi mirada notó que la vendedora aun me sigue mirado. Ella dentro de sus cosas saca un pañuelo rojo y abriéndolo me enseña unos brazaletes, al verlos le dije — Son muy lindos, pero no tengo plata para comprárselos —.

Angelín que también los ve, murmura diciendo —Los brazaletes tiene dos de nuestra emblemas —.

Los vuelvo a observar; y en ese preciso instante viene un recuerdo del pasado a mi mente. Como había una joven acompañándola le dije — Entiendes mi idioma —.

Ella me contesta — Sí, lo entiendo —.

— Puedes decirle que no tengo plata, suficiente para comprarlos.

La vendedora colocando los brazaletes en mis mano hablar en su dialecto, y como no entiendo lo que dice, le pregunto a la chica — ¿No entiendo lo que me dice? —.

— Ella dice que es un regalo para la Soberana Nina.

— Dile que yo, no soy ella.

— Mi abuela dice, que ella no está equivoca, y los brazaletes son suyos.

Al mirar nuevamente los brazaletes, la anciana se desaparece. Me quedo con los brazaletes en las manos, y Alan paga la pulsera que le escogió a su madre. Regresamos a la terraza del hotel, para reunirnos con Brayan y Jhon.

— Compraste algo Luna —me dice Brayan al llegar.

— No Brayan. Más bien me lo regalaron. Le dije un poco sorprendida, por lo que me acaba de pasar.

Los Hijos de La Luz "El Cristal y la Cinco Espadas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora