Los Hijos de La Luz "El Cristal y la Cinco Espadas"

La Persecución

Mientras caminaba junto con mis amigos hacia el Cementerio Central de New York, me olvido de lo sucedido cuando me dirigía a la biblioteca. Brayan recordando lo que paso en la clase de historia dice —Todavía no puedo creer, lo que dije en clases; y además que en la próxima semana, tengamos examen y prácticamente no sé nada —.

— Brayan te aconsejo que dejes de escuchar música, y estudies para History como dices tú. Porque si no pasaras a la historia, con el peor examen de Historia.

— Sabes, Luna tiene razón —le dice Jhon.

— Si, pues dejen de reírse —nos dice Brayan un poco enojado.

— Chicos me acompañan —les dije.

— No, nos imaginamos que quieres estar sola. Nosotros nos quedaremos aquí, desde aquí te vigilamos —me dice Jhon

— Está bien, si eso es lo que quieren.

— Si —me responde Brayan.

Me alejo de mis amigos y me acerco a la tumba de mi padre, quito las flores que están marchitas sobre su lápida, y colocándole unas más frescas le dije — Hola papá, volvieron los sueños y esta vez me asuntan más, que antes; y todavía no se lo he dicho a mamá. Además desde esta mañana que me levanté siento un miedo que invade todo mi cuerpo, es como si algo fuera a pasar. El mismo sentimiento extraño, que tuve el día en que te perdí —.

Mientras me encontraba dejándole unas flores a mi padre a Brayan y a Jhon se les acerca uno de los vigilantes del cementerio, y los asusta. Él al verlos tan asustados les dice — No fue mi intensión asustarlos. Solamente vengo para decirles, que tengan cuidado al salir de aquí —.

Cuando intentan preguntarle al vigilante — ¿Por qué les dijo eso? —, él desaparece como un fantasma y esto los asusta. Un poco asustado por lo sucedido, y sorprendido Jhon le dice a Brayan — Vamos por Luna y salgamos de aquí —.

— Te apoyo en eso Jhon, creo que hoy, no voy a poder dormir después de semejante susto —le dice Brayan.

— Pues déjame decirte, que no serás el único —.

Me despido de mi padre y acercándome a los chicos les dije — ¿están bien?, parase como si hubieran visto un fantasma —.

— Creo que sí —.

— Disculpa Brayan —le dije.

— No nada olvídalo, ya nos vamos —me dice Brayan

— Sí —les dije a ellos.

Al salir del cementerio, les vuelvo a preguntar — ¿Chicos seguro que están bien? —.

— Sí —me responde ellos, al mismo tiempo.

— Porque la pregunta tan insistente Luna —me dice Brayan.

— Desde que salimos del cementerio los he notado muy raro, pasó algo de lo cual ustedes no me han querido contar —.

— No, nos pasó nada —me responde Jhon.

— En serio.

— Si —me contesta Brayan.

— Será creerles—.

Camino a casa, Brayan se detiene para amarrarse los cordones de su zapato, y observa que nos vienen persiguiendo; y nos dice — Puedo decirles algo —.

— Claro Brayan —les decimos Jhon y yo al mismo tiempo.

— No sé si son impresiones mías, pero creo que nos vienen siguiendo —nos dice él un poco preocupado.