|| Diez ||

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Una voz melodiosa sonó a lo lejos con suavidad, como si el mismo sonido pudiera acariciarlo con cariño y amor. Conocía esa voz, no sabía quién era o de dónde provenía, pero sabía que esa voz le tranquilizaría por toda la vida. De pronto miró los ojos verdes frente a él, cabello lacio y hermosas pestañas largas. La señora le acariciaba con amor, un amor tan grande que dudó haber recibido en toda su vida, pero pudo definir algo más en la mirada.

El miedo se filtraba por aquellas verdosas iris, cosa que no tardó en contagiarse. No sabía porqué, pero quería que esa mujer no tuviera miedo. Quería gritarle lo fuerte que era, lo hermosa y lo poderosa... pero no podía, y eso le entristecía.

"Tranquilo, cariño." susurró besando la frente. De un momento a otro sintió movimiento, no comprendió cómo no lo había sentido antes, pero no le dio importancia "Todo estará bien. Mamá está aquí. Papá nos está ayudando. Severus viene en camino."

Y, como si ésa fuera una llamada, un joven de cabellos negros se acercó a ellos con paso rápido, siendo recibido por una cálida sonrisa de la mayor.

"¡Eileen!" murmuró el joven preocupado "¿Qué está pasando?"

"Protege a Harry, por favor, Severus." pidió extendiendo sus brazos. El ojinegro no tardó en sostener con cuidado al bebé "Necesito ir con Arcturus..."

"¿Y qué haré con Harry?"

"Cuídalo. Dale el amor que yo no pude darle."

"Leen, no digas eso..."

"¡Nunca lo abandones!" gritó la mujer empezando a correr en dirección opuesta en la que antes caminaba "¡Nos volveremos a ver, Severus!"

Despertó agitado, sentándose de golpe en su cama mientras se sostenía la cabeza con las manos en su frente, tratando de comprender todo lo que había pasado, pero ninguna buena idea le pasaba por su cabeza.

Despertaste, Esmeralda —oyó dentro de su mente, confundiéndole aún más por un momento—. Estabas dormido, un mal sueño, supongo.

Miró hacia la ventana, encontrándose con los hermosos ojos azules fijos en él antes de ver cómo el mayor sonreía en la distancia, contagiando su sonrisa en tan sólo un segundo.

Un muy mal sueño —afirmó levantándose con cuidado para encaminarse hacia la ventana con dificultad.

¿Te sientes bien?

Ahora lo estoy.

Tom sonrió de lado, dejándole saber lo complacido que estaba por la respuesta.

♣ ♣ ♣ ♣

¡Mucho amor y apoyo para los afectados de México!

Mil gracias por leer, les quiero❤

Esmeralda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora