|| Dieciséis ||

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Pronto se encontró con un Severus Snape mirándolo preocupado mientras alejaba a Tom y lo abrazaba con cariño. Sí, en definitiva, los hombres lobo se equivocaban mucho al criticar a los vampiros.

—¿Qué pasó, cariño? —susurró su tío acariciándole el cabello con cariño, tratando de tranquilizar los sollozos que se escapaban de sus labios.

—Mi padre es un estúpido —susurró por lo bajo, dejándose consentir por el mayor.

—¿Tu padre? —preguntó Severus confundido— ¿Regulus está vivo?

—¿Regulus? —cuestionó el menor frunciendo el ceño.

—Sí, Regulus Arcturus Black —mencionó el ojinegro.

Harry se separó de él mirándolo confundido, las lágrimas deteniéndose ante el revoltijo que tenía en su mente.

—¿Arcturus?

—Así le decía tu madre —confirmó.

—¿Eileen?

—Sí, Eileen Glenn, una estupenda Alfa que terminó conociendo a Regulus. Eran mis mejores amigos —informó con cuidado, mirando los ojos confundidos del menor.

—No... No, no puede... No... Mis padre son Lily y James Potter, yo no... —balbuceó agarrando su cabeza para detener el dolor que ocasionaban tantos recuerdos.

Dio un paso hacia atrás y casi se cae si no fuera por los fuertes brazos de Tom, quien lo agarró de la cintura con delicadeza, pero luego dejar que se apoyara en su pecho en busca de apoyo.

—Lily y James no pueden tener hijos, la condición de Lily no les deja  —dijo Severus mirando a Harry con preocupación—... Estás en la manada Gryffindor —Harry asintió—, ¿conoces a Albus Dumbledore?

—Era el antiguo Alfa —contestó Tom viendo como el pequeño cachorro se empezaba a sentar en una de las sillas del comedor de la casa de Severus—. Murió hace cuatro semanas.

—Harry —llamó Severus con seriedad, asustando al menor—, cuando tu madre te dejó a mi cargo era perseguida por Dumbledore, el mismo hombre que te separó de mí.

—¿Qué tratas de decir? —Harry empezaba a tener la mirada perdida, casi dolida.

—Albus Dumbledore siempre quiso hacerse con el poder de Gryffindor, y, después de varias pociones y experimentos con su sangre, consiguió tener cualidades de un licántropo, pero sin llegar a ser uno. Así llegó a sacar a tu madre de su propia manada, ganándose la confianza de los demás y, bueno, haciéndose con el poder —empezó a contar el pocionista, tomando asiento frente al menor mientras que su líder se recargaba en la pared del comedor.

—Dumbledore... ¿Dumbledore no era un licántropo? —cuestionó Harry empezando a balancearse con pesadez.

—Era un vampiro, después de matar a su hermana por accidente decidió irse de aquí y cambiarse el nombre a Albus Dumbledore. Era un asesino, pero la muerte de su hermana le dañó mucho...

—Grindelwald —comentó Tom abriendo los ojos sorprendido. Severus asintió—... En estos momentos me alegra que hubiera muerto.

—Luego llegó la profecía donde un niño iba a tomar el poder de la manada Gryffindor y la llevaría a la paz, un niño que sería uno de los híbridos más fuertes, capaz de reinar cualquiera territorio, pero sólo un vampiro era capaz de vencerlo. Dumbledore fue por tus padres y los mató, pero yo ya te tenía en mis brazos. Supongo que pensó que, si él te educaba, podría seguir en el poder —completó Severus recordando todos los sucesos.

—Pero... Dumbledore me avisó sobre el vampiro, él... Se estaba muriendo y lo hizo, ¿por qué? —cuestionó el joven.

—Para tener tu confianza —contestó Tom empezando a relacionar todo—, así no desconfiarías de él.

—¡Pero se estaba muriendo! —gritó a murmullos el menor, negando con su cabeza, no sabía si se negaba a creer la información o si su cabeza no podía creer el no haber matado al anciano antes de tiempo.

—Harry, eres especial —Severus puso su mano en el hombro del menor para darle su fiel apoyo antes de seguir hablando—: Siempre fuiste un prodigio en la curación, cuando eras niño te curabas solo, me salvaste la vida un par de ocasiones, cuando algún experimento no salía bien... Tal vez quería que lo curaras.

—Pero lo hice... Hice todo lo que pude, gasté mucha energía tratando de curarlo —balbuceó por segunda vez en el día.

—Tal vez debes querer hacerlo con todo tu corazón —comentó Tom mirando al azabache—. Puedo deducir que curabas a Severus porque lo querías mucho, lo querías contigo. Con Grindelwald era diferente, lo hacías con obligación, ¿cuántas veces me dijiste que lo odiabas?

—Pero... pero...  —Harry negó, era mucha información en tan poco tiempo.

Tom sostuvo al menor cuando éste cerró los ojos, quedando inconsciente. Los dos hombres se miraron antes de volver a mirar al joven, era claro que lo cuidarían con su vida.

♣ ♣ ♣ ♣

Ejem... ¿Sorpresa? 7n7
Espero les haya gustado el capítulo, recuerden que lo hice con mucho amor❤

Aprovecho para felicitar a  JesshiaLugo, sus hermosos 17 años (*música de fondo* diecisiete años), espero que te guste el capítulo y que cumplas muchos, muchísimos más...❤

Los adoro, en serio, espero que todos estén bien con lo sucedido estos últimos días, desde México hasta Costa Rica...

Cuídense ❤

Esmeralda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora