Esmeralda.

|| Catorce ||

—¡Vamos, Harry! —gritó James cuando su hijo esquivó con gracia el hechizo de uno de sus mejores aurores— ¡Así se hace!

El menor no entendía porqué lo ponía en un duelo contra a alguien que temblaba cuando estaba frente a él, pero no le dio importancia y sólo se dedicó a esquivar los hechizos que eran dirigidos a su persona, decidiendo que, si iba a perder el tiempo, mínimo se divertiría viendo los temblores del auror.

Ya habían pasado cuatro semanas desde el día que Tom le había invitado a Slytherin, y ésa no fue la última vez que visitó tan mágico lugar. Lo visitaba cada dos noches, y los vampiros lo habían aceptado como un más, ¡hasta había hecho un amigo! Draco Malfoy se había comportado muy bien con él desde que Severus les había presentado, fue una amistad instantánea. Draco sabía que había algo mal en él, pero aún así lo denominaba como algo "genial y asombroso". A Harry le gustaba estar ahí.

Se aburrió cuando pudo predecir los movimientos de su contrincante y, después de tumbarlo con un simple expelliarmus, se fue a su casa, oyendo las quejas aburridas de su padre.

Llegó a su casa y se metió a su habitación después de saludar a su mamá, quien lo recibió con un cálido abrazo. No tardó mucho en salir del baño y cambiarte para esperar la llegada de Tom en el marco de su ventana.

—Esmeralda —oyó dentro de su mente, haciendo que una brillante sonrisa saliera de sus labios.

—Mi Lord —bromeó sonriendo.

—Cuidado con lo que dices, cachorro. Tu Alfa se enojará si se entera que me prefieres a mí —ronroneó con gusto en su voz. A Tom le encantaba que su Esmeralda le dijera así, y Harry lo sabía.

—Yo creo que mi Alfa se enojará más porque Lord Voldemort está violando sus terrenos y que su propio hijo lo está apoyando.

—Mi pequeña Esmeralda —murmuró con cariño. Harry casi pudo sentir la caricia que Tom le hubiera regalado a su cabello—, feliz cumpleaños.

Harry sonrió, y sonrió de verdad. Dejando ver sus dientes, irradiando la luz que nunca pudo sacar de su cuerpo por miedo.

—Es un honor que lo haya recordado, mi Lord.

—Nunca olvidaría el cumpleaños de mi Lady.

—¡Eh! —regañó haciendo un puchero— Yo no soy tu Lady.

—Cierto, eres más como mi príncipe, mi brillante Esmeralda.

Harry puso los ojos en blanco sin borrar su sonrisa y, justo cuando iba a hablar, unos fuegos artificiales rojos iluminaron el cielo, causando alerta en los dos individuos.

—Tom... —llamó el menor mirando hacia atrás del nombrado— Huye.

Y, justo cuando el auror que se encontraba detrás del vampiro decidió lanzar un hechizo, Tom Riddle desapareció.

♣ ♣ ♣ ♣

Bien, he decidido que muchas de mis lectores de verdad leen esta historia, por lo cual he decidido hacer lo siguiente:

Les regalaré un fanfic/one-shot.

Lo juro, no lo subiré hasta que lo tenga hecho, lo juro. Pero, para eso, quiero que me digan de qué lo quieren, claramente si no me gusta lo haré a mi manera, pero pido saber de qué tipo/género/lo-que-sea para dirigir mi atención a eso...

¡Le amo!