|| Trece ||

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—Ya —siseó Tom antes de cargar a Harry en sus hombros, empezando a caminar sin importar las replicar de los otros.

—¡Tom! —chilló el menor removiéndose incómodo.

—Ya has pasado mucho tiempo con él.

—¡Severus! —rogó el menor, pero el ojinegro simplemente levantó una mano y se despidió de él con una sonrisa en los labios.

—¡Nos vemos luego! —se despidió el mayor tratando de ocultar la risa ante los celos de su líder.

No pasó mucho tiempo para que Severus se perdiera de vista, Harry también pudo notar cómo otros vampiros veían la escena con gracia... ¡Gracia! En su manada lo más seguro era que lo miraran con horror o se escondieran por si algo -Harry no sabe qué- llegara a pasar.

—Tom malo.

El nombrado sólo puso los ojos en blanco.

—Yo quería seguir con tío Sev.

Tom siguió caminando sin prestarle atención al licántropo.

—Toooooom...

Nada cambió después de decir el nombre del mayor.

—Tooooooooooooooom...

Misma acción.

—Toooooo...

—Llegamos —interrumpió el vampiro dejándolo en el piso.

Harry bufó ante eso y dio media vuelta para ver dónde lo había dejado y, cuando su vista se enfocó en un pequeño, pero hermoso lago, el ojiverde sólo pudo sonreír con admiración. En Gryffindor no había ningún lago, ni algo así de hermoso.

—Es... hermoso —suspiró sonriendo, mirando cómo las hadas parecía iluminar con más fulgor esa parte de Slytherin.

—¿Quieres meterte? —preguntó el mayor en su oído, susurrando con cariño en él.

—Paso. No me gusta mojarme, cuando me baño uso mucha energía en el proceso —informó sonriendo, anhelando por primera vez que su miedo se fuera, pero era algo que estaba en su sangre.

—Licántropos —comentó Tom con burla antes de levantar su mano y dirigirla hacia el menor—. Vamos, prometo que no te pasará nada.

—No creo que... ¡Tom Riddle! —gritó pataleando mientras que el nombrado lo llevaba aún con ropa puesta hacia el lago— ¡No! ¡Espera!... ¡Tom! —y, justo cuando el agua empezó a alcanzarlo, el ojiazul se sumergió, llevándose al cachorro con él.

El gritó no tardó en retumbar en el aire, asustando a algunas hadas. Harry salió a flote con el enorme deseo de ir hacia la protección que le ofrecía la orilla, pero había un problema: No sabía nadar.

—¿Le ha pasado algo, mi querida damisela?

—¡Sí, pedazo de colmilludo! ¡Me voy a morir!

Ante el insulto el vampiro soltó una carcajada, acercándose al menor para abrazarlo por la cintura y acercarle a su cuerpo. Harry abrazó con rapidez el cuello de Tom con sus brazos, para luego abrazar con su piernas la cintura de éste, quedando cuerpo y cuerpo completamente pegados.

—Esmeralda —el ojiverde levantó su mirada del agua y miró hacia el mayor antes de volver a ver el hermoso, pero mortal lago—. Esmeralda, mira mis ojos —Harry hizo lo pedido—. Todo estará bien, aquí estoy yo, ¿lo olvidas? Te cuidaré.

—No sé nadar —balbuceó.

—Te enseñaré —afirmó sonriendo.

Esa noche, después de ver los hermoso ojos zafiros de Tom, Harry perdió su más grande miedo.

♣ ♣ ♣ ♣

Mucho amor para los afectados del terremoto (no sé para qué les servirá mi amor, pero ahí lo tienen). Espero que estén bien, reportense (aunque creo que ahora ni tienen luz...).

Para quienes pueden: Ayuden, realmente las personas lo necesitan.

Sigan vivos.
Les amo, les adoro, sigan adelante❤❤

Esmeralda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora