Capítulo Veinticinco

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Capítulo veinticinco: “Sin restricciones

—Las señales entre ellos eran claras. Pero no querían verlo, tanto él como ella eran unos orgullosos que no querían demostrar la debilidad que tenían hacia el otro. Me ponían de los nervios. Tenían que dejar de actuar como unos niños y afrontar lo que les sucedía. Y lo hicieron.

H.Z

***

Aunque estaba feliz de sus palabras, de todos modos la agarró con la guardia baja. No se las esperaba para nada.

Hacia más difícil el que ella dijera las cosas que quería.


Las explicaciones antes preparadas habían sido absorbidas completamente, dejándola muda ante él, no pudo decir nada en los siguientes diez segundos después y él parecia más impaciente con cada uno de ellos.

—¿_________? –preguntó él.

—Yo... Me dejaste muda. Me olvidé de lo que te iba a decir. –Levi levantó una ceja mientras ella sonreía más y más, hasta que empezó a reir. —¡Jamás pensé que ibas a decir tales palabras tan vergonzosas!

De lo avergonzada que estaba estalló en risas que se escucharon en toda a casa, haciendo desaparecer la tensión y la mala vibra que se había instalado en ella desde que no se hablaban. Desde afuera, los subordinados se miraron entre ellos, confundidos. Janes sonrió con todos los dientes triunfante a la mirada incrédula de sus compañeros. “Al jefe le gustó el desayuno que le preparó One-sama” pensó mientras llevaba un cigarillo a su boca.

_______ dejó de reír de a poco, secándose las lágrimas y tratando de recuperar su voz y mientras Levi esperaba pacientemente. Cuando por fin dejó de reír, miró a Levi seriamente y este hizo lo mismo.

—¿Sabés? Durante estos últimos días, estuve pensando, mucho, demasiado. –hizo una pausa. —Yo creo que... nos estamos precipitando. –Levi arrugó el ceño levemente. —Si vamos a casarnos... Sería mejor que nos conozcamos mejor y que no parezca un simple... Casamiento arreglado.

Todo se sumió en un silencio abrazador. Levi la miraba inexpresivo, esperando, sabía de no había terminado, faltaba algo y ______ se agarró la cabeza con una mano, avergonzada.

—No quiero que termine así, necesito saber si quieres casarte conmigo por que sientes algo por mí y no sólo porque lo ves como una tarea por completar. –desvió la mirada hacia otro lado, no podía enfrentarlo en esa situación, era demasiado.

Todos se habían encargado de decirle que Levi la amaba, que era capaz de todo por ella. “Es capaz de resibir balas por ti.” Dijo Hanji. Pero él... Él que es tan difícil de leer, jamás se lo había dicho. Y eso la estaba preocupando desde que se enteró que estaba sintiendo cosas por él, más de lo normal.
La mano de Levi, que no se había separado de la suya, apretó levemente llamando su atención.

YAKUZA (Levi Ackerman Y Tu) EN EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora